El Mundo Oriental y la demanda de alimentos

Hoy nos encontramos cerrando un 2017 lleno de cambios. Nadie puede negar que se ha vuelto algo largo y muchos de nosotros seguramente estemos pensando que es necesario tomarse unas buenas vacaciones con el objetivo de recargar energías para encarar un 2018 que se viene con todo. A nivel mundial, todos sabemos que la población mundial está creciendo día a día, la esperanza de vida al nacer está en aumento en varios países emergentes e incluso la configuración los paradigmas de alimentación está cambiando. En muchas charlas de café, siempre hacemos referencia a que China es el principal referente de esta nueva era e impulsor del cambio. Sin embargo, estas afirmaciones pueden confundir y esta cuestión no es algo que vaya a mantenerse constante de por vida.

Si hacemos un análisis de los números, podemos ver que el gigante de oriente capaz esté necesitando unas vacaciones desde el punto de vista poblacional. El crecimiento demográfico prácticamente se ha paralizado en China y estimaciones indican que aumentaría sólo 0,3% por año en la próxima década. ¿Qué significa ese 0,3%? Básicamente es una cifra que está por debajo del valor promedio de la expansión de la población mundial e incluso, menor al alza demográfica de EEUU. El dato a priori es estremecedor… ¿Podría enfriarse el consumo mundial de alimentos?

Hay dos cuestiones que son clave a la hora de pensar que el enfriamiento sería inviable. En primer lugar, si bien China dejaría de ser en los próximos 10 años el país más poblado del planeta, India aparece como nuevo líder y protagonista en el impulso de la demanda de alimentos. Es importante recordar que China tiene políticas para frenar el crecimiento de la población pero su vecino hindú, no. Por tales motivos, desde el punto de vista de la cantidad demandada, todo pareciera indicar que seguiremos en el tren del crecimiento a nivel mundial.

El otro aspecto a analizar es el cómo está constituida dicha demanda. Centrándonos nuevamente en China, la clave radica en los cambios de estructura de la población desde el punto de vista interno. Lo que puede observarse es la aparición de una nueva clase media a partir del fuerte impacto migratorio desde áreas rurales a áreas urbanas. Esto trae aparejado en primera instancia un aumento de los ingresos per cápita, el cual es el motor de un boom de consumo. Además, esto marca una transformación en la dieta de dimensiones nunca vistas a nivel histórico. Esta nueva clase media presenta una nueva dieta, constituida principalmente por proteína animal, en detrimento del muy conocido arroz y legumbres.

Argentina presenta condiciones agro-ecológicas privilegiadas que lo hacen ser el cluster erealero-oleaginoso más productivo a nivel mundial. A su vez, nuestro potencial para producir proteína animal ya es muy reconocido. Históricamente, el agro argentino es un sector de nuestra economía de excelencia a nivel mundial, demostrando en retiradas ocasiones la capacidad de superación y vocación de vanguardia. El incremento de la población mundial y los cambios en los paradigmas de alimentación causarán un aumento exponencial de la demanda de alimentos y está claro que desde Argentina somos capaces de satisfacerla ya que estamos
en el lugar indicado para producir alimentos.

Está en nosotros poder capitalizar esta oportunidad volviendo a ser líderes en la producción de alimentos, para estar así en la cresta
de ola e impulsar nuestro camino hacia el crecimiento…