Estamos en pleno 2018, un año sumamente dinámico, donde los hechos que se vienen dando en nuestra economía nos vienen moviendo la aguja semana a semana. Asimismo, bien es sabido que los años donde se desarrolla el muy querido Mundial de Fútbol son distintos y especiales para nosotros los argentinos. Vivimos con una euforia pocas veces vista, la cual nos marca día a día en las decisiones que tomamos.
El fútbol y nuestra Selección hoy en día tienen algunas cuestiones en común con la economía. Parece que tenemos todo para ganar, pero no terminamos de confiar en el equipo, lo cual diluye nuestras expectativas de cara a lo que viene. Venimos con varios jugadores lesionados, internas en el vestuario y no jugando de la mejor manera. En este contexto de “no saber muy bien qué hacer”, indudablemente todos los caminos conducen a darle la pelota al que sabe y puede cambiar la historia. Hablamos del referente y capitán del equipo, el cual sin dudas es el más adecuado para llevarnos hacia adelante.
La Ganadería representa ese jugador clave y estratégico, que hoy por hoy nos puede permitir capitalizar las oportunidades que se presentan en nuestro mundo: Un mundo en el que la población mundial crece día a día y en el que es evidente un aumento de la demanda de alimentos; donde los cambios en los paradigmas de alimentación pisan cada vez más fuerte, sobre todo en los países del Lejano Oriente los cuales tienden hacia un mayor consumo de proteína animal.
Nuestro capitán está viviendo un “momento prácticamente soñado”. En primer lugar, es claro el compromiso político a nivel gobierno para con el sector. El apoyo político a la Ganadería como generadora de empleo y divisas a hoy es evidente. Otro aspecto clave es el de los mercados. Es muy probable que este año se termine de cerrar un muy buen acuerdo con la UE, logrando así una nueva cuota que contribuya a la tracción de la demanda externa. El nuevo convenio recientemente logrado con China nos permite una mayor apertura del abanico de productos cárnicos a exportar. Además de esta cuestión, para este año apuntamos a exportar productos de mayor calidad al “Gigante Asiático” y esto reflejaría condiciones mucho más interesantes en términos del precio.
Como reflexión final, es importante retomar un aspecto mencionado previamente referido al comercial internacional. Debemos tener en cuenta que en el mundo hoy ya existe una demanda insatisfecha de carne. Somos prácticamente el único país que está lejos de su techo productivo. En definitiva, somos los únicos capaces de satisfacer dicha demanda. Es muy probable que este año finalmente la Ganadería Argentina pegue el salto; la oportunidad es inmensa. Parece ser que la Ganadería se viene con todo; ¿no te subís al Equipo de la mano del capitán y mejor jugador para gritar campeón?