Bien sabemos que en los últimos meses hemos tenido muchas opiniones acerca del calentamiento global: El cambio climático, la contaminación y la degradación de los suelos, entre otros. La gran pregunta yace en ¿Qué estamos haciendo al respecto?
Claro está que nadie se imagina un mundo sin agricultura o ganadería, sin embargo, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advirtió que un cuarto de la superficie de la Tierra ha sufrido tanta degeneración que es muy probable que no contenga los minerales necesarios para producir nuevas cosechas, lo que dejaría desabastecida a la población para 2050. Dicho informe señala como culpables de la situación ni más ni menos que al cambio climático y a una mala práctica agrícola en muchos lugares del planeta.
Las buenas prácticas utilizadas en la agricultura, ganadería, actividad forestal y
pesca, son más eficientes cuando se desarrollan de manera integral y complementaria, lo que favorece el acceso a alimentos de alto valor nutricional y reduce los índices
de malnutrición. El gran freno a estas prácticas podría verse reflejado principalmente en su elevado costo de inversión y herramientas necesarias para aplicar estas tecnologías, pero si no se hace nada el costo a largo plazo será aún mayor. Es por ello, que a pesar de dicho freno debemos seguir apoyando la agricultura sostenible, su producción y desarrollo.
En ADBlick decidimos ser parte del cambio y lanzamos el mes pasado, nuestro proyecto de Frutillas Hidropónicas. Los cultivos hidropónicos son plantaciones basadas en un método que prescinde de la tierra y es sustituida por varios sustratos o, sin más, por ninguno de ellos, en este caso utilizando agua enriquecida con soluciones minerales nutritivas, sin herbicidas y menor cantidad de agroquímicos hasta en un 50%. Una técnica de cultivo revolucionaria por su mínimo o nulo uso de recursos, utilizando también un 90% menos de agua.
Hoy en día, la hidroponía ha avanzado mucho gracias al desarrollo del análisis químico y lo ha hecho hasta tal punto que muchos la consideran una esperanza para el futuro de la sociedad. Podría ser una herramienta fundamental para combatir el hambre y la inseguridad alimentaria creciente a consecuencia de la superpoblación y así satisfacer la demanda mundial de alimentos. Los países menos desarrollados podrían aprovechar su gran potencial para acabar con los problemas de escasez de suelo para uso agrícola; al mismo tiempo, los países ricos, como Estados Unidos pueden elegir esta técnica para ganar espacio y beneficiarse de muchas de sus ventajas. Además de ello, la hidroponía supone un ahorro de mano de obra, un control de plagas más sencillo y económico; así como una cosecha de mayor calidad, debido a la ausencia de malas hierbas, la baja o nula concentración de pesticidas y su gran sostenibilidad.
Todos puntos a favor para fomentar esta práctica de agricultura sustentable, que nos acercan cada vez más a un mundo más ecológico. Un sistema de producción consciente que se revela como una solución de sostenibilidad sin posible comparación con la agricultura tradicional.