Fernando Vilella prepara un documento con las 100 medidas que tomó y pide consenso para que regrese la inversión: «El paciente está en terapia intensiva y necesitamos incentivos»

«Entender que hay que abrirse al mundo y exportar más es una visión que en general no prende», advirtió el ex funcionario nacional durante el Día del Inversor de ADBlick.

«Los macroeconomistas clásicos no entienden esto que estamos hablando acá», definió Fernando Vilella, quien hasta hace poco se desempeñó como secretario de Bioeconomía de la Nación, una novedosa área de gobierno que va en línea con las nuevas demandas globales de alimentos y energía.

Durante el Día del Inversor organizado por ADBlick, el ex Decano se la Facultad de Agronomía de la UBA compartió panel con Alfonso Romero Vedoya, director general ejecutivo de COFCO International, Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara Argentina de la Industria Aceitera (CIARA) y Centro de Exportadores de Cereales (CEC), y José Demicheli, CEO de ADBlick.

De qué se habló en el Día del Inversor de ADBlick Agro

Los directivos del sector que más divisas genuinas aporta al país coincidieron en que se necesita eliminar el cepo, bajar retenciones y avanzar hacia una matriz que favorezca a los biocombustibles para acoplarse a la oportunidad que aprovecharon Brasil y Estados Unidos.

De igual manera, todos en el panel coincidieron en que el gobierno nacional prioriza  ordenar una macroeconomía que viene golpeada. «Y el mismo presidente Javier Milei dice sistemáticamente  que el objetivo final tiene que ver con levantar el cepo y eliminar retenciones, pero cuando las condiciones estén dadas.» destaca el ex funcionario.

«Hubo un enorme esfuerzo, estoy por publicar un informe con las 100 medidas que tomamos, muchas de ellas no conocidas. Se complicaba la comunicación», aclaró Fernando Vilella en el encuentro de ADBlick Agro haciendo referencia a regulaciones, fideicomisos y límites a la exportación. «Todo eso lo hemos eliminado», evaluó.

También aclaró: «Hay transformaciones positivas en términos de la macroeconomía. ¿Quién iba a decir en diciembre del año pasado que el dólar iba a estar en el nivel actual? con la inflación es lo mismo. Hay cuestiones positivas y muchas están en marcha. Quizás a veces la velocidad de las cuestiones y la necesidad de dar señales a la inversión son cosas que no tienen costo y deberían facilitar salir de la rescisión y la desocupación».

En este sentido, puso como ejemplo el proyecto de ley para los biocombustibles que acordaron privados: «Inmediatamente generaría una reacción. La industria del aceite hoy tiene prohibido ingresar al mercado interno y podría volcar parte de la producción y fortalecer el precio internacional. Hace falta un calendario para tener los momentos para que esto avance».

Cabe señalar que este nuevo proyecto para los biocombustibles involucra también a la industria petrolera y lleva al 15% el corte con biodiésel y al 27% en el etanol.

«La energía es importante pero también hay una oportunidad en la transformación de granos en proteínas, faltan incentivos a la inversión. El paciente está en terapia intensiva y necesitamos incentivos», comentó.

Lo que “ninguno de los ministros de Economía entendió”

Vilella resaltó que el problema es que «ninguno de los últimos ministros de economía de la Argentina entendió que otros países encontraron soluciones a partir del agrandamiento de la torta».

«En Argentina hubo políticas que no solamente inhibieron a la inversión en el sector agropecuario, sino que en general la inversión privada de todo tipo, en los últimos 10 años no hubo inversión ni generación de trabajo privado en general, y si no hay inversión no hay productividad y sin productividad los salarios son muy bajos. Eso cierra solo con subsidios a los servicios y menor costo de alimentación, con múltiples instrumentos y regulaciones. Al final terminás con 45% de pobres», evaluó Vilella al iniciar su presentación.

«Entender que hay que abrirse al mundo y exportar más es una visión que en general no prende, que deriva en ‘cerrazón’ y falta de dólares. Hoy estamos pasando por una crisis por US$ 12.000 millones. Es lo que aportan las retenciones en un año, un número irrelevante. Esa falta de dólares es porque un argentino exporta la mitad que un uruguayo y la tercera parte que un chileno. El sector más competitivo está visto como al que hay que sacarle los recursos, el sector agropecuario en general y la soja en particular», agregó.

De esta forma, apuntó a que Brasil, en 20 años, multiplicó por tres la producción de soja y aumentó en un 28% el rinde vs. un 11% en Argentina: «Estamos retrocediendo en lo cualitativo también, falta una ley de semillas y un incentivo a las inversiones. Es un complejo de marañas».

«Si seguimos mirando en el corto plazo, sin ver que hay que agrandar la torta, estamos en problemas», continuó Vilella y añadió que hoy se suma que el precio de la soja está bajo: «Estamos más o menos como en el 2006, pero las retenciones eran del 23%, no eran del 33%».

«No me da la impresión de que no pueda ser posible. Es totalmente posible, si no salimos de la trampa estamos en un problema. Cuesta que ocurra», comentó Vilella sobre la posibilidad de eliminar retenciones. 

¿Qué pasaría si se eliminan las retenciones?

Gustavo Idígoras adelantó que presentarán un estudio econométrico que muestra que, si solo se bajan las retenciones del 33% al 25%, Argentina tendría US$ 5000 millones más de exportaciones en apenas un año. Y que el fisco, en lugar de sacrificar US$ 320 millones por menos retenciones, ganaría US$ 730 millones por otros impuestos: «Es verdad que son impuestos coparticipables, pero es saludable para salir de impuestos distorsivos», aclaró. «Hasta que no tengamos estabilidad las discusiones van a seguir siendo de la coyuntura», agregó.

Vilella agregó que se necesita que las inversiones puedan tener un tratamiento que las favorezca: «Tenemos un proyecto hace un año con amortización acelerada, cancelación del IVA y algunas cosas más. No estoy hablando de un RIGI, es para tener un premio adicional sin costo fiscal». Esto tiene que ver con la compra de maquinaria, inversión en tecnología y demás.

«Cuesta que se comprenda y que se incorpore a un proyecto de desarrollo», comentó el ex secretario de Bioeconomía, que ahora volvió a ser secretaria de Agricultura, Ganadería y Pesca, y destacó que hay una «buena noticia, a pesar de que el paciente esté en terapia intensiva». «Soy optimista sobre lo que puede ocurrir de aquí en adelante. Tenemos algunos atributos, algunos productos de este atraso. Las tierras tienen valores muy bajos, por la productividad que tienen», apuntó y agregó que en el aspecto de seguridad alimentaria la Argentina está en una «tierra de paz». «Estamos en un territorio que se valora de una forma distinta. Hay un conjunto de elementos para ser optimistas».

Pero, de nuevo, insistió en que se debe generar un proyecto que sea acorde y consensuado para generar condiciones que capturen el potencial.

«Es verdad que la economía que se heredó es muy calamitosa, en todo sentido. Si no generás algún tipo de estabilidad, cualquier cosa que hagas hacia adelante va a ser un problema», comentó Vilella. Pero advirtió: «La semana pasada se anunció que se sacan retenciones a la industria automotriz, y la justificación es que cuando se las sacaron aumentaron las exportaciones. Hay un tratamiento que no es equilibrado en cuanto a los sectores. La industria automotriz no genera divisas genuinas en el país».

Bajo este marco, señaló que tratar de resolver estos problemas es muy complejo sin inversión privada: «Esto es sustantivo, debería haber acuerdo entre las partes en términos de consenso, de cómo va a ser la eliminación de estos elementos que están en contra de la producción».

“Es no entender la cultura del productor», advirtió Vilella

De esta forma, ejemplificó: «El productor del mundo recibe el precio internacional. Lo que recibe el productor en Argentina es la multiplicación de tres elementos de incertidumbre (precio internacional, retenciones y brecha cambiaria). No le podes decir a un productor vendé esto y colocalo en un bono en Nueva York y después colocalo en no sé dónde y así vas a tener rentabilidad. Es no entender la cultura del productor». «Parte de estas cuestiones son las que llevan tiempo en las discusiones. Tenés que trabajar sobre expectativas y hoy el precio internacional está muy malo. Argentina no aprovechó precios altos para sumar instalaciones e inversiones, caminos, infraestructura, se lo comió todo el Estado en cosas que no le sirvieron a la Argentina, que terminó con más pobres».

Por ello ratificó que «tendría que haber un plan entre el sector privado y el Estado». Y concluyó que hay un mix de situaciones con claros y oscuros: «Hagamos nuestro mejor esfuerzo para que esto que estamos conversando pueda ser una parte del progreso de la Argentina y del desarrollo federal real, con la bioeconomía con un rol importante».

Visión de productor: “Elijo creer”

José Demicheli, CEO de ADBlick, destacó que el agro tiene «esa locura de ser un emprendedor serial». Comentó que la producción agrícola es el negocio que más riesgo tiene y destacó que «están dadas las condiciones para liberar la productividad que tiene el argentino por lejos». «Es el productor más flexible, con menor edad promedio, más capacitado. Si a eso le sumamos la tecnología se alcanza ese salto». «El tema es cómo de alguna manera entre todos levantamos la voz, porque hoy alguien te escucha», dijo en referencia al gobierno nacional.

El CEO de ADBlick recordó cuando lanzaron el encuentro Argentina Visión 2020 en 2023, en ese momento bajo el lema «Agronegocios, motor de desarrollo». Y adelantó que este año se va a llamar «El arte del desarrollo de los negocios en el agro argentino hacia el mundo». «Hasta ahora estamos siendo artistas para manejarnos y crecer en este contexto, debería ser mucho más fácil, sobre todo con las condiciones que tenemos como país». 

«En ADBlick seguimos creciendo, alcanzamos las 72 mil hectáreas de cultivos. Lanzamos la tercera ronda del fondo ADBlick Granos Plus, para que puedan invertir en el negocio de producción a escala», destacó y agregó: «A veces cuesta, porque muchas veces producir es cambiar la plata. Tiene que haber un premio al productor que arriesga capital a cielo abierto para generar esa producción».

«Están domando a la macroeconomía, no podemos pretender que en siete meses se desactive la bomba que recibieron. Lo están haciendo muy bien desde la macroeconomía, pero ojo que no se nos muera el paciente», graficó Demicheli y pidió condiciones para el emprendedor serial: «Hay voluntad de hacer las cosas bien, de desarmar kioscos, elijo creer y creo que están dadas las condiciones. Esto va a cambiar y vamos a tener bastante viento en la cara de la velocidad».