Cuando se analiza la olivicultura en Argentina, uno de los principales puntos a tener en cuenta es la superficie, que tuvo un enorme crecimiento a fines de los 90’ a partir de la promoción mediante diferimientos impositivos. Con ello se pasó de unas 30.000 Has a casi 100.000 Has cultivadas en poco tiempo.
Cuando se analiza la rentabilidad del sector en los últimos años uno encuentra que muchas plantaciones han sido abandonadas. ¿Cuáles fueron las causas de estos factores? La respuesta simple sería, como todo en la Argentina de los últimos años, por el tipo de cambio atrasado, altos costos relativos y retenciones a la exportación. Pero considero que una respuesta más profunda sería: Competitividad del sector.
Cuando se analiza los indicadores de la producción argentina se encuentran las siguientes ineficiencias, que definen la competitividad o no de la producción olivícola.
- Energía en Riego: Salvo las plantaciones con riego a nivel (Como ocurre en Mendoza), el resto de las plantaciones con riego a partir de pozos de agua gastan en torno a 500 USD/ha Año en energía para riego. Lo que explica entre el 25 y 30% del costo de producción. En las plantaciones con riego a nivel, ese gasto resulta de 100USD/Ha, 20%.
- Productividad: Cuando se analiza la producción lo que importa no son los Kg de aceituna producida por hectárea sino de aceite (que se encuentra dentro de esas aceitunas). La media de los rendimientos argentinos es de 1.600Kg/ha de aceite, se debería estar en torno a 2.000 Kg/ha.
- Costos de producción: La olivicultura a nivel mundial sufrió un proceso de mecanización muy grande durante los últimos 10 a 15 años. Este proceso fue más lento en Argentina debido a:
- Primero a la necesidad de adaptar los sistemas de plantación propia de los 90’-00’.
- Segundo, la devaluación del 2002 bajó mucho los costos de la Mano de Obra en USD. Recién desde 11’, donde la inflación en USD fue más marcada y la necesidad de reducir costos de mano de obra, por lo surge el…
- Tercer motivo: la restricción a las importaciones de maquinarias.
- Para entender la importancia de este factor, solo la cosecha puede representar un costo de 50US/Tn (10% del Ingreso Bruto -IB- ) cosechado a máquina, contra 300USD/Tn (75% del IB) cosechado a mano.
- Calidad del producto: Muchas de las fincas plantadas a partir del diferimiento se ubicaron en zonas marginales para la olivicultura. Consecuencia de ello, los bajos rendimientos en aceite ya mencionados. Otro problema consecuente con la ubicación seleccionada es la calidad del aceite. El Consejo Olivícola Internacional (COI) define determinados parámetros químicos y organolépticos para las distintas categorías de aceites (Extra Virgen, Virgen y Lampante). Generalmente los aceites del Norte de Argentina suelen estar en los parámetros límites e incluso fuera de ellos, para aceite Extra Virgen. Lo que redunda en menor precio comercial.
En resumen, la olivicultura Argentina al igual que el resto de las economías regionales viene golpeada por varios factores, principalmente los altos costos. Ahora bien, es la olivicultura de Mendoza la que presenta mejores condiciones para salir a la cabeza en esta nueva Argentina que empieza a ajustar algunos de estos factores:
Rescatando un principio de los negocios… location, location, location. Mendoza cumple con los requisitos para la olivicultura, por eso los inmigrantes mediterráneos la eligieron para plantar los primeros olivares de la Argentina.
- Energía de riego: dispone de riego a nivel, ahorrando energía para riego. (Reducción de 20% de costos de producción respecto otras zonas Argentinas)
- Productividad: El clima mendocino es propicio para maximizar la lipólisis (producción de grasa) del olivo. Permitiendo rindes promedios de 2.000 Kg de aceite/Ha.
- Calidad de Producto: Nuevamente es la ubicación y el clima quien se lleva los méritos. Los compradores de aceite saben que el aceite Mendocino es excelente para mejorar químicamente y organolépticamente otros aceites.
- Costos de producción: aquí al igual que el resto de Argentina la mecanización depende principalmente del sistema de plantación. Si fuera apto para cosechar mecánicamente, por ejemplo con New Holland 9090 o 7090, Mendoza cuenta con una gran ventaja. Hay gran oferta de este tipo de cosechadoras, dado que se comparten con el vendimia, y para el momento de cosecha del Olivos, la vendimia ya se encuentra finalidad, habiendo alta oferta de las mismas, a precio muy competitivos.
En los últimos 10 años se han desarrollado algunos grandes emprendimientos olivícolas en Mendoza, sabiendo capitalizar estas ventajas comparativas. Así, por ejemplo, ADBlick Olivos continúa fondeando un proyecto de 800Has en Rivadavia, Mendoza. Actualmente con 600Has plantadas, con un sistema moderno de plantación “Intensivo”, 100% regado con sistema de gotero auto-compensado. Capitalizando todas las ventajas ya mencionadas de la olivicultura mendocina. A pesar de la crisis del sector, proyectan una renta anual del 7% en dólares para sus inversores minoristas. Resulta que esta empresa desarrolla esta plantación financiada con pequeños ahorristas permitiéndoles formar parte de un gran proyecto con inversiones a partir de 20.000 USD.