Estamos próximos a comenzar un año que marcará el inicio de un nuevo ciclo para el campo y por supuesto para nuestro país. Una etapa con un panorama más claro desde el punto de vista político y económico, en la que pareciera ser que finalmente se avecinan buenos tiempos.
Un mundo en el que la población mundial crece día a día y en el que es evidente un aumento de la demanda de alimentos; donde los cambios en los paradigmas de alimentación pisan cada vez más fuerte, sobre todo en los países del Lejano Oriente, los cuales tienden hacia un mayor consumo de proteína animal.
No nos olvidemos de que la actividad ganadera vacuna constituye uno de los sectores más tradicionales de la actividad económica en Argentina. Sin dudas es de suma importancia para la Argentina, principalmente por su rol generador de divisas y sobre todo dentro de este contexto, en el que la necesidad de entrada de dólares al país es un tema que ocupa nuestras cabezas en el día a día y es protagonista incluso en cualquiera de nuestras charlas de café.
Nuevamente, los dos protagonistas de esta historia, Productores y Gobierno, reafirmaron su vínculo y todos sabemos que su complementariedad es realmente única a la hora de patear para delante. Es evidente que se está re-impulsando un sector estratégico y vital de nuestra economía para dar vuelta el resultado y avanzar a la siguiente fase. La Ganadería es de esos jugadores históricos que hasta los chicos conocen, los cuales vuelven para jugar a lo grande. Después de 7 años, el país volvería al top ten de exportadores de carne. Con un volumen estimado en más de 300.000 toneladas, finalizaría 2017 en el noveno puesto; todavía sigue detrás de Uruguay y Paraguay, que ganaron mercados.
Obviamente que tener un gran Equipo no es suficiente, “hacer la plancha” y conformarnos con lo que ya tenemos sería una de las peores decisiones en este mundo que progresa a una velocidad incalculable. La Ganadería ahora también estará favorecida por precios interesantes (la apertura de exportaciones proporciona notables aumentos en la demanda y por la caída del stock, hay poca capacidad para abastecerla). Es el momento para refinarse y dar el salto de calidad aprovechando las oportunidades que provee el contexto; avanzando en el plano institucional, limando asperezas entre los distintos integrantes de la cadena, controlando los márgenes de comercialización, mejorando los sistemas pastoriles en cuanto a tecnología de forrajes y estudiando a fondo las distintas líneas genéticas para obtener lo mejor de ellas.
Parece ser que la Ganadería se viene con todo; la vuelta de un jugador histórico de esos queridos por todos, a este Equipo que tiene ganas de ir por mucho más…