Todas las entradas de: Francisco Merello

Francisco Merello, se graduó como Licenciado en Ciencias de la Comunicación y posteriormente logró también una licenciatura en Marketing en la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales. Años anteriores trabajó en Mapfre Argentina Seguros en asesoramiento y atención de requerimientos de los asegurados. Posteriormente, se incorporó al Departamento de Comunicación de Pan American Energy L.L.C, en la organización y desarrollo de actividades de Responsabilidad Social. Participó, a su vez, en la planificación y redacción de artículos para la revista de la compañía. Francisco es un apasionado de los deportes de equipo como el fútbol y el rugby. En los años 2003, 2004 y 2005 ha representado al país en los mundiales juveniles de rugby con el Seleccionado Nacional. Durante muchos años integró distintos Seleccionados Provinciales y Nacionales hasta que en los años 2008, 2009 y 2010 ha sido parte del Seleccionado Mayor de Rugby de “Los Pumas”. Actualmente, Francisco es el capitán del Equipo Argentino de Seven de Los Pumas, equipo con el cual fue subcampeón del mundo en 2009. En sus tiempos libres disfruta estar con su familia, leer y realizar ejercicio físico.

La autocrítica para no paralizarnos

Varias de las dificultades que tenemos como país son más autogeneradas que ajenas. Tener la humildad suficiente para reconocerlo así, es un gran primer paso para la elaboración de un diagnóstico acertado y su consecuente búsqueda de mejora. Si bien los problemas económicos que hoy sufre Brasil y la devaluación de su moneda hacen que Argentina pierda competitividad en sus exportaciones, no podemos culpar nuestro estancamiento económico únicamente a ello, ni a la crisis China o a la “guerra de las monedas” entre países que buscan devaluar para empobrecer al país vecino y ganar competitividad. Se madura y se evoluciona por medio de la autocrítica, sino nos paralizamos como país.
La renovada fortaleza que muestra la cotización del dólar en el mundo frente al resto de las divisas (lleva varios meses revalorizándose sin pausa) no hizo más que acelerar la tendencia a la apreciación que ya mostraba el peso, utilizando el tipo de cambio como “ancla inflacionaria”. Son quizás este retraso cambiario y la falta de competitividad las peores herencias de los últimos años.

Las consultoras privadas pronostican una inflación cercana al 30% anual, cuando es importante recordar que muy pocos países en el mundo tienen inflaciones de dos dígitos.
Por tales motivos, será muy difícil para muchos inversores mantenerse en pesos en los últimos meses del año sabiendo que es probable la salida del cepo cambiario, asuma quien asuma como nuevo Presidente de los Argentinos en diciembre.

Como todos sabemos, en el sistema financiero hay muchos pesos, una cantidad impresionante, que van a querer cubrirse de la probable licuación. De esta manera, tal como nos explican muchos economistas, cada vez más personas buscan “dolarizarse”, esto es, adquirir activos que sigan al dólar como método para resguardar el valor de sus ahorros. Así, cada vez resultan más atractivos en este contexto los Proyectos de inversión que siguen la evolución del dólar oficial, pues de alguna forma uno logra adquirir dólar futuro a precio oficial de hoy. Lo mismo sucede con los bonos en pesos atados a la evolución dólar linked y los bonos dolarizados.

Uno de los candidatos a presidente dijo que si gana eliminará el cepo apenas asuma y otro dijo que en caso de ganar lo haría en los 100 primeros días de gobierno. Es casi lo mismo. Con cepo hay desconfianza, lo opuesto a lo que necesitamos. Sin inversión no hay proceso de desarrollo económico que sea sostenible en el tiempo. Por eso es que se debe prestar especial atención a esta variable, especialmente sensible al ciclo económico y a las expectativas. Como todos sabemos, el empleo depende del crecimiento económico, a mayor crecimiento económico, mayor empleo. Por eso es que en los últimos años, en nuestro país, el empleo formal viene cayendo como por un palo enjabonado. Lo que ha aumentado es la informalidad.

Tal como advierten varios economistas, al buscar salir del cepo, es recomendable que no sea una medida aislada, sino un plan integral que recupere la confianza de los inversores y de la población, especialmente que tenga en cuenta la desaceleración de la inflación y que apunte a reducirla a un dígito. Ya vimos lo que sucedió en 2014, el Gobierno devaluó de golpe, sin plan, tratando de recuperar la competitividad perdida, pero el resultado fue más inflación que el aumento del dólar, ajuste del salario real y recesión.

Si nos preguntamos cuál es la Argentina que viene, es indudable que el gobierno que asuma va a tener que buscar, en algún punto medio de esta brecha, la convergencia entre un dólar que es el único dólar. Esto nos permitirá recuperar esa confianza y esa seguridad que tanto necesitamos. Con otra perspectiva y otra visión, con medidas sostenibles en el mediano/largo plazo, con un acercamiento pragmático a las ideas pro mercado vigentes en la región, habrá mayor estímulo para generar los dólares requeridos por nuestra economía. Como vimos, la confianza genera inversión, la cual concibe trabajo. Hay que fomentar la inversión, seducirla, recibirla con los brazos abiertos. La incertidumbre en cambio promueve el consumo y el gasto desmedido, y empuja prepotentemente a la inversión hasta que se termina yendo del país.

El mundo le regala una oportunidad al país, pues la población mundial crece a pasos agigantados y con ella la demanda de alimentos. Argentina cuenta con recursos naturales y condiciones agro-ecológicas privilegiadas para la producción de cereales y granos, que ningún país del mundo tiene!

En los próximos 15 años, si logramos políticas económicas claras, y aliento a industrias como el campo, posiblemente veremos una Argentina líder en lo que es agricultura. Como país debemos estar alineados detrás de una visión compartida, pues todos queremos una Argentina mejor de aquí a los próximos años. Si bien las perspectivas para los próximos años son alentadoras, es imprescindible mantener políticas de estado que alienten el largo plazo y generen oportunidades para el sector, que motiven, promuevan y coordinen los esfuerzos del Agro, con todo lo que ello implica para el país y la sed de dólares genuinos. No podemos culpar a otros de nuestros errores o asegurar que no contribuimos en nada para alcanzar la situación que hoy sufrimos: cuando apuntas con el dedo para señalar a alguien, recuerda que tres dedos te señalan a ti.

Cómo capitalizar las oportunidades

Durante los últimos años, China viene creciendo a tasas muy altas, lo que le ha permitido en un tiempo extraordinariamente corto llegar a ser la segunda economía del mundo. Solo el crecimiento de la economía china de 2014 fue mayor que todo su PIB de 1994. El PIB per cápita de China todavía es muy bajo (unos 7.500 dólares) y su demanda por alimentos, y en especial proteínas animales, crecerá muy fuerte. Con un 8% de la tierra arable del planeta, que sufre algunas limitaciones graves en disponibilidad de agua, y alrededor de un 20% de la población del mundo, inevitablemente, este país va a precisar fuentes crecientes de alimento.

El desafío para nosotros, pasa por lograr aprovechar esta ola y seguir preparándonos como país para capitalizar esta oportunidad que el mundo hoy nos regala.

Hoy, en China, hay una mayor cantidad de gente que salió de la pobreza y tiene mayor capacidad de consumo. Hay centenares de millones de personas de las clases pobres rurales asiáticas básicamente que pasaron a las ciudades, aumentó su ingreso y ese aumento de ingreso generó estos cambios estructurales que estamos viendo y que van a seguir.

Hoy, los chinos comen cerca de 60kg de carne de cerdo y ave por día, si contamos a los peces, el promedio es de 95kg por habitante. Cada kg de eso, de cerdo y ave, implican 1 kg de soja y 2 de maíz., y cada chino viene aumentando su consumo en 1,5kg per cápita por año… esto, multiplicado por 1.300.000 millones de chinos, implica un número enorme. Sin contar los peces, cada 2 años el consumo global de carnes de china aumentó el equivalente a toda la producción de carne argentina.

Como bien sabemos, en los últimos 50 años se produjeron progresivamente varios fenómenos respecto al crecimiento poblacional y a la demanda de alimentos: Por un lado, se duplicó la población mundial, hay mas población urbana que rural, un aumento de las clases medias a nivel global, hay mas alimentos por habitante del planeta, etc.

Por otro lado, bien es sabido que los grupos alimentarios que más fuertemente se consumen son los de mayor densidad nutricional (son los más sanos) y son mas baratos. Mas allá de esto, hay mil millones que no acceden al alimento todavía, hay 2 mil millones de personas que sufren sobre peso, hay problemas ambientales, falta agua dulce, hay pocas tierras productivas para incorporar a las que ya tenemos.

Solamente hay algunas cantidades relevantes en Africa y en Sudamerica, lo que está pasando es que ellos son el 20% de la población mundial y solo tienen entre el 7% y 8% de toda la tierra, y ya la están usando. Por tales motivos, cada vez importan más. Desde 2003, la importación de China por ejemplo, pasó de 15 millones a 60 millones de toneladas de soja… esto es mucho más que una cosecha record de Argentina (rondó los 55millones).

Desde 2010, más de la mitad de la población mundial está viviendo en ciudades. En China se urbanizan 50.000 personas por día; esta concentración urbana, viene creciendo desde 1960, lo cual impacta directamente sobre la posibilidad de producir alimentos, porque reduce la cantidad de tierras cultivables (proceso de urbanización + deterioro ambiental); así, salieron de producción 8millones de has. en los últimos 20 años solamente en china.

Esto implica que serán cada vez más personas que van a dejar de producir su propia comida y además van a cambiar su régimen alimentario, porque la población que pasa de ser rural, a ser urbana, adopta el consumo típico de las clases urbanas que incluye mucha más carnes. Como los animales se crean con maíz y soja, esto implica una mayor demanda de granos, todo esto a su vez, con menos tierras disponibles para cultivo. Estos significa que cada vez mas regiones de Asia van a consumir alimentos que necesariamente deberán a provenir de otros territorios, con lo cual van a importar más, inevitablemente.

La única forma para resolver el aumento de la demanda y disminución de los recursos, es el aumento de la productividad y la eficiencia productiva. Hoy los países con mayor productividad son aquellos donde la utilización de biotecnología es una práctica creciente. Esta tendencia involucra rendimientos mayores y más estables y reduce el uso de agroquímicos y su nivel de toxicidad. La Biotecnología nos está produciendo un ahorro ambiental y no lo contrario. Así, la productividad de los factores agrícolas deberá duplicarse desde hoy al 2050, para poder cubrir todos estos requerimientos.

Indudablemente, el Agro en Argentina ha sido un impulsor permanente de su economía. Si bien es cierto que la producción nacional se vio estimulada por una fuerte demanda externa, el sector supo desarrollar la industria de clúster y alcanzar una eficiencia productiva tal que se ha convertido en el complejo cerealero-oleaginososo más grande del mundo. Es un mercado con mucha competitividad y alto potencial de crecimiento.

Sin duda alguna, la tecnificación creciente del agro y los desarrollos tecnológicos alcanzados en muchas regiones de América Latina, lideradas por Brasil y Argentina, ofrecen una oportunidad única para poder capitalizar esta oportunidad.

Haciendo un poco de historia, Argentina fue un país económicamente dependiente de Inglaterra primero, de USA después. Hoy, China es un gran comprador de Commodities en general y como vimos, esta tendencia se seguirá acrecentando.

Si bien las perspectivas para los próximos años son alentadoras, es imprescindible mantener políticas de estado que alienten el largo plazo y generen oportunidades para el sector, que motiven, promuevan y coordinen los esfuerzos del Agro. Es necesario que actores de gobierno, actores de la industria del agro, productores, etc. se encaucen en pos de un objetivo común para lograr mayor producción, aumento de divisas para el país y mejor calidad de vida para la sociedad.

Las políticas de largo plazo son indispensables para optimizar el potencial que el Campo en su conjunto tiene de aquí a los próximos años, con todo lo que ello implica para el país.

Miguel Angel Boggiano: “el dólar” y “las tarifas”

Como todos los meses, el martes 26 de Mayo llevamos a cabo un nuevo encuentro por el Día del Inversor. En esta oportunidad, nos visitó el CEO de Carta Financiera, Miguel Angel Boggiano. Miguel Angel, además de ser economista, es Profesor de Behavioral Finance en la Universidad de San Andrés. Tuvimos la suerte de que nos acompañe y nos cuente un poco su versión sobre qué pasará con 2 temas muy importantes para todos, a partir del 2016, como ser nada más y nada menos que “el dólar” y “las tarifas”.

Indudablemente, estos dos ejes sobre los que centró su charla Miguel Angel, tienen un gran impacto en muchos ámbitos, y fundamentalmente en todo lo que hace a inversiones productivas y decisiones de inversión en general.

Boggiano comenzó su exposición planteando el desarrollo que tendrán en 2016 las variables “dólar” como también las “tarifas”. El CEO de Carta Financiera piensa que este desenvolvimiento variará en función a 2 posibles gobiernos, y planteó cómo será el ajuste en caso que gane Macri y en caso que lo haga Scioli (no incluyó a Massa pues hoy está tercero en las encuestas, muy lejos de Mauricio y Daniel). El recorrido del dólar y la velocidad del cambio dependerán de quien sea nuestro próximo Presidente.

“Gane quien gane, se va a devaluar la moneda. El tipo de cambio está muy atrasado y la situación así no da para más” afirmó Boggiano. “En caso de que gane Macri, la devaluación será abrupta y rápida, con un aumento marcado de tarifas y una fuerte restauración de los precios relativos”, sentenció Miguel Angel.

Además, agregó que en el último año, el dólar se apreció en todo el mundo menos en nuestro país. De esta manera, USD 100 rinden más en otros países que en Argentina. Para Brasil, nuestro principal socio comercial (destinatario del 22% de nuestras exportaciones), hoy Argentina es muy cara y por eso nuestras exportaciones (que es un método genuino de financiamiento) caen fuertemente, agravada además la situación por la incipiente recesión que sufre el país que aún lidera Dilma Rousseff.

“En caso de que gane Scioli, en cambio, la devaluación será gradual, lenta e insuficiente. Habrá un tibio y moderado ajuste de tarifas, con lo cual no se restaurarán por completo los precios relativos”, aclaró Boggiano.

Hoy resulta inconsistente que el precio que pagamos por un mes de gas, sea equivalente al precio de una comida en un restaurant… o que atravesar múltiples ciudades viajando varios km en medios de transporte nos cueste $3, mientras que el precio de un simple café sea casi 10 veces superior.

Miguel Angel Boggiano, con su claridad de siempre al explicar los conceptos, manifestó que las reservas internacionales están “artificialmente” por encima de los 30mil millones de dólares. “Artificialmente”, aclara, pues en esta cifra se contempla lo que se le debe a los importadores y además existe aún una deuda con los Hold Outs, debemos hacernos cargo también del Swap con China a tasas altísimas, entre otros.

El valor del dólar en Argentina subirá, independientemente del partido político ganador, “la situación así es insostenible” confiesa el economista, y agrega que “el déficit fiscal financiado con emisión + fuerte caída de reservas por vencimientos de deuda (cerca de 14 millones de dólares) + la falta de acceso a los mercados de crédito (o aceptando tasas exorbitantes) son totalmente nocivas para la economía del país y en definitiva afectan la calidad de vida de las personas”.

Destacó que posiblemente Macri genere una devaluación abrupta y sostenida, con apertura del cepo y un dólar oficial rondando entre los $15 y $18. Explicó también que mientras más súbito sea el cambio de expectativas, más contenida estará la inflación; mientras que Scioli llevaría a cabo una devaluación más gradual, lenta e insuficiente… además, Scioli se enfrentaría con dificultades para la apertura del cepo y llevaría el dólar oficial a un valor apenas de entre los $13 y $15.

Por otro lado, además del valor del dólar, existen varias razones económicas y políticas para aumentar las tarifas, aclara Boggiano. Agregó que “el déficit financiado con emisión, más alta inflación y con un dólar estable, no puede sostenerse más sin graves consecuencias para la economía Argentina en su conjunto. Las tarifas se sostienen artificialmente bajas como elemento de política populista”.

Como conclusión, el profesor del San Andrés adicionó que “Macri promete cambios profundos en la dirección correcta. Aun así, Mauricio se encontrará con serias dificultades en el Congreso para poder implementarlas.” Con respecto al actual Gobernador de la Pcia. de Bs.As., destacó que en caso de lograr la Presidencia a partir de diciembre, habrá continuidad de muchos defectos y falencias graves del Kirchnerismo. Habrá cambios, pero serán insuficientes, y se generará mucha tensión entre lo que es necesario hacer y lo que el FPV (y con La Cámpora enquistada en el poder) espera que haga.

En cualquier caso, según Boggiano, “cualquier eventual mejora será a partir del segundo semestre del 2016, este será un año de transición. La entrada de inversiones en el país no será inmediata, primero hay que volver a generar confianza y certidumbre a los inversores” puntualizó Miguel Angel. Pero no hay que perder el optimismo! Argentina cuenta con recursos naturales privilegiados, con un mundo en crecimiento que demanda alimentos y con tecnología de punta que aumenta la eficiencia productiva de nuestro país.

LA ARGENTINA QUE SE VIENE

Tal como muchos expertos sostienen, muchos de los problemas que tenemos son más autogenerados que ajenos. Si bien las dificultades económicas que hoy sufre Brasil y la devaluación de su moneda hacen que Argentina pierda competitividad en sus exportaciones, no podemos culpar a ello por nuestro estancamiento económico. Somos lo que hacemos día a día…

A nivel macro la negociación compleja de la deuda en default es un test permanente para la economía condicionada por este acuerdo y por la falta de crédito externo. Lejos de establecer diálogos constructivos en negociaciones del tipo ganar-ganar, estamos pelados con el mundo.

A nivel micro, buscando moderar la inflación y el incremento de precios internos, y usando el atraso cambiario como freno de mano, desde el 2008 el dólar pasó a ser el activo más barato del país. Por eso, todos queríamos comprar ese activo barato hasta que en octubre de 2011 se instaló el cepo. Un gobierno con suficiente capacidad de intervención, puede mantener artificialmente la paridad cambiaria por arriba o por debajo de su nivel natural por tiempo prolongado.

Originalmente quizás el cepo estuvo pensado para cuidar las reservas en dólares, pero indudablemente fue una medida equivocada que ahora es difícil de terminar. Lejos de cumplir su objetivo, el cepo intensificó insaciablemente la falta de dólares.

Esta restricción en el acceso a los dólares nos ha generado una brecha entre el dólar oficial y el dólar libre que hoy ronda el 50%.

La inflación de costos en dólares sumado a un tipo de cambio atrasado y asfixia tributaria aquejan al normal desarrollo de las actividades en el país y en el ambiente empresarial se respira una gran dificultad para hacer negocios.

Pero el cepo tiene los días contados, al menos algunos de los posibles candidatos a conducir el país así lo prometieron. Pero es recomendable que no sea una medida aislada, sino un plan integral que recupere la confianza de los inversores y de la población. Con cepo hay desconfianza, lo opuesto a lo que necesitamos.

Si nos preguntamos cuál es la Argentina que viene, es indudable que el gobierno que asuma va a tener que buscar, en algún punto medio de esta brecha, la convergencia entre un dólar que es el único dólar. Esto nos permitirá recuperar esa confianza y esa seguridad que tanto necesitamos.

Con otra perspectiva y otra visión, con medidas sostenibles en el mediano/largo plazo, con un acercamiento pragmático a las ideas pro mercado vigentes en la región, habrá mayor estímulo para generar los dólares requeridos por nuestra economía. La confianza genera inversión, la cual concibe trabajo. Hay que fomentar la inversión para obtener beneficios futuros y distribuidos en el tiempo. La incertidumbre en cambio promueve el consumo y el gasto desmedido.

El mundo le regala una oportunidad al país, pues la población mundial crece a pasos agigantados y con ella la demanda de alimentos. Argentina cuenta con recursos naturales y condiciones agro- ecológicas privilegiadas para la producción de cereales y granos, que ningún país del mundo tiene!

En los próximos 15 años veremos una Argentina líder en lo que es agricultura. Somos lo que hacemos en el día a día, con lo cual la excelencia no es un acto sino un hábito y por ende hay que construirlo. Como país debemos estar alineados detrás de una visión compartida, para que podamos disfrutar del camino. Todos queremos una Argentina mejore de aquí a los próximos años. Si bien las perspectivas para los próximos años son alentadoras, es imprescindible mantener políticas de estado que alienten el largo plazo y generen oportunidades para el sector, que motiven, promuevan y coordinen los esfuerzos del Agro. Es necesario que actores de gobierno, actores de la industria del agro, productores, etc. se encaucen en pos de un objetivo común para lograr mayor producción, aumento de divisas para el país y mejor calidad de vida para la sociedad.

Para prosperar, irremediablemente se necesitan reglas claras y espíritu de mirar hacia adelante. Al futuro no se lo debe adivinar, se lo debe forzar, desear y para ello es necesario tener la voluntad de cambiar las circunstancias y la historia para que las cosas se logren. Las políticas de largo plazo son indispensables para optimizar el potencial que el Campo en su conjunto tiene de aquí a los próximos años, con todo lo que ello implica para el país. Quizá sea más triste reconocer en varios años que hoy no discutimos por lo que es la década ganada/perdida, sino por lo que fue la década “desperdiciada”. Somos lo que hacemos día a día…

Lideres y equipos de trabajo: ¿qué podemos aprender del deporte?

Hace más de 10 años que participo activamente del Equipo Nacional de Rugby de los Pumas Sevens y puedo decir que trabajar en ADBlick tiene mucho en común con el rugby. En las condiciones más extremas, uno debe tomar buenas decisiones. Cada vez más, jugamos a una gran intensidad y nos motiva la vocación de autosuperaración permanentemente.

Pienso que como todo grupo, los equipos deportivos y las empresas están compuestos primeramente por seres humanos, con todo lo que ello implica para su gestión. Hoy más que nunca necesitamos entonces en nuestros equipos y organizaciones que aquellas personas con capacidad de influir en los demás, sean líderes especializados en emociones, expertos en personas.

Sin duda, el capital humano es el activo más importante con el que cuenta todo equipo, ya que ningún jugador es tan bueno como todos juntos.

Objetivos, dedicación, estrategia, motivación, resultados… Estos son solo algunos de los conceptos que los líderes tienen en su cabeza a la hora de dirigir un equipo de trabajo. Lo importante es potenciar las individualidades a favor del grupo. Cada persona tiene una virtud, y un Capitán de rugby, como un Jefe de Trabajo, tienen que poder detectar esa capacidad del otro y explotarla al máximo. Esto no se logra con intuición, sino que hay que ver y conocer a las personas.

Por tales motivos, el trabajo en equipo se ha vuelto imprescindible tanto en el ámbito deportivo como en el laboral, es una de las condiciones de trabajo que más influye de forma positiva, pues crea un vínculo muy fuerte entre sus miembros. Se promueve un sentido de pertenencia tal que entre todos generamos una visión compartida de equipo, nos une un objetivo común que es ser la mejor versión de nosotros mismos tanto individualmente como en equipo.

Los mejores recuerdos que tengo del rugby no es ni un partido en particular ni haber ganado algún torneo; sino mis compañeros de vestuario, lo bien que nos llevamos tanto dentro como fuera de la cancha.

Alguna vez alguien dijo que con la experiencia vamos descubriendo que el fruto no está en el logro, el fruto está en el recorrido del camino. Sergio “Cachito” Vigil (Ex Entrenador del Equipo Nacional de Hockey de Las Leonas) una vez explicó que en los equipos, todos siempre queremos lo mismo: GANAR. El querer ganar un partido o un evento es algo lógico y automático, pero lo importante es pensar en el para qué. Cuando uno se conecta con el para qué, explica Vigil, se ven muchas más victorias en el día a día, porque las derrotas las ves como una posibilidad de aprendizaje y las victorias se ven como un paso hacia el devenir. Incluso cuando caemos, estamos avanzando.

Siempre vamos tras el resultado, pero lo importante es que él sea una excusa para disfrutar el camino. Porque si lo importante es el resultado y el logro en sí, si lo importante es ganar la medalla, uno se va a quedar retenido en ese resultado. Va a querer aferrarse a ese momento que inevitablemente se va a ir. Siempre hay que pensar en el “para qué” hacemos las cosas y estar convencidos de lo que hacemos. Nunca debemos hacer algo por que sí, todo tiene un porqué y un para qué, algo por lo que se hace tal cosa y no tal otra… de esta forma, el equipo luego está convencido, cree en lo que hace y lo siente propio. Vigil nos explica que si logramos hacer lo que pensamos, entonces ganaremos porque estamos controlando el camino. Porque del otro ganar, el del resultado, no tenemos ningún control. En cambio, controlar el camino es hacerse cargo y esto trae muchas más victorias que derrotas, y a fin de cuentas, si uno recorrió el camino tal como quiso hacerlo, más allá del resultado, nunca se puede fracasar.

Es fundamental que tanto en cualquier equipo ya sea deportivo o laboral, los valores sean compartidos y “vividos” por cada uno de sus integrantes para que nos permitan evolucionar como personas y por ende como organización, construyendo así un Equipo Sólido, alineando intereses entre todos aquellos que de una u otra manera formamos parte de él, independientemente del lugar o el rol que ocupemos en la estructura. Para ello, hay que buscar la excelencia en lo que hacemos, en contraste con hacer apenas lo suficiente para salir adelante. Si se hacen las cosas a medias, los resultados que obtendremos serán también a medias.

Creo que en lo deportivo no hay que compararse con los demás, sino con la persona que éramos ayer, porque el éxito no está en superar al otro sino en superarse a uno mismo. Si la confianza en uno mismo es el talento más valioso de un deportista, la pasión por lo que se hace es el primer secreto para disfrutar del camino. El único lugar en dónde el éxito está antes del sacrificio, es en el diccionario. Por eso, con la humildad de reconocer que siempre hay cosas por mejorar, soy de los que piensan que la distancia entre el querer y el poder, se acorta con esfuerzo y dedicación.

Luego, el resultado obtenido, será una consecuencia de lo que hacemos mientras recorremos el camino.

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