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Exportaciones a EE.UU ya son un hecho

Las exportaciones hacia dicho país se habían interrumpido tras un brote de aftosa en el 2001, el cual quiso ocultarse, pero al enterarse el país del norte decidió cerrar el ingreso de nuestras carnes.

Luego de 17 años y mucha burocracia para reabrir el comercio de carne vacuna entre Argentina y los Estados Unidos, se anunció durante la semana del G-20 el regreso de las exportaciones.

Se realizó el primer despacho desde la planta frigorífica Swift Argentina S.A. empresa líder en las exportaciones del sector cárnico, de capitales brasileros, ubicada en la localidad santafecina de Rosario. El cargamento compuesto exclusivamente por cortes Premium salió vía aérea hacia Miami.

Si bien es cierto que los envíos de carne Premium a EE.UU. van a representar una minoría (alrededor del 20%)  y que el fuerte de este mercado (el 80%) va a ser carne de menor valor con destino elaboración de hamburguesas. Le permite a la industria frigorífica, al disponer de esta posibilidad, una mayor eficiencia en la integración de los cortes y remanentes de la faena.

Sumado a las oportunidades de vender cortes Premium otorgándole un valor agregado. A su vez este incremento en las exportaciones (con un cupo sin arancel de 20 mil toneladas) puede producir un aumento en el valor de la cuota Hilton, que lleva solo cortes Premium. Finalmente, este valor puede ser trasladado al precio de compra de la hacienda, lo que resulta una mejora en el valor para el productor ganadero.

Cuanto más podemos exportar

Las exportaciones de carne bovina continúan con su tendencia alcista. Según datos oficiales del Ministerio de Agroindustria, se manifestaron crecimientos interanuales a lo largo de todos los meses del corriente año. Este crecimiento se debe principalmente a que china (nuestro principal comprador) duplicó su demanda. A la vez que la Unión Europea (segundo mayor comprador) incrementó sus pedidos en un 20%. Y que la gran sorpresa del primer semestre, Rusia, quintuplicó sus compras quedando como tercer destino al superar a Israel y Chile. La suma de todos estos incrementos en la demanda produjo un incremento total de las exportaciones de un 63,7% respecto a los mismos 7 meses del 2017.

En un momento clave, en donde el ingreso de divisas al país se hace crucial, se dio a conocer el listado de las 26 plantas frigoríficas habilitadas, la cual puede ir incrementándose a medida que otras plantas cumplan con los requisitos sanitarios establecidos por el comprador, para exportar al gigante asiático cortes enfriados con y sin hueso, y congelada con hueso, que se suman a la carne congelada deshuesada de bajo valor que ya compraban. Quienes hasta ahora se llevaban cerca del 50% de lo que exportamos,  pero solo carnes congeladas de bajo valor. La clave de este acuerdo firmado luego de la misión comercial de la Secretaria de Agroindustria en China realizada el mayo pasado. Radica en haber incluido a las exportaciones cortes de mayor valor “Premium”, al igual que hacemos con la Unión Europea, para suministrar al sector de la sociedad China más pudiente (la cual por su escala es de considerable magnitud) sin dejar de abastecer a los demás sectores de la sociedad como venimos haciendo.

La diferencia: mientras que el valor de la tonelada de la carne congelada ronda los 4 mil dólares, la carne enfriada con y sin hueso va de 11 a 19 mil dólares.

La demanda de carne bovina por parte del consumo chino creará una competencia con los otros países que la demandan. Pudiendo provocar un aumento en el valor de esta que repercutirá en una mejora del valor  para el productor ganadero.

¿Podemos continuar con esta racha alcista de exportaciones?

Hay que tener en cuenta cuales son los principales factores para una mayor producción de carne. Estas son: Mejorar el índice de destete, aumentar el peso de faena y crecimiento del Stock.

Respecto a la faena, se vio en los últimos meses un aumento de 5 kilos del peso medio de la res por animal faenado. Esto quiere decir que se incrementó el sacrificio de novillos mientras que disminuyo el de terneros y terneras. No solo se produce más carne por animal nacido sino que también son más eficientes los procesos dentro de los frigoríficos, dándole un mayor margen a la industria la cual puede volcarlo a la negociación con el productor a la hora de comprar.

De sostenerse estos 5 kilos en el promedio de la res, significará un aumento de la producción de 90 mil toneladas, solo por este factor. Si se continúa produciendo novillos pesados, como hace el resto del mundo, en lugar de faenarlos cuando aún son livianos. Se incrementara el peso de la media res, por ende se dispondrá de aun mas carne para exportar.

Otra buena noticia nos la dio SENASA, quien informo que el aumento del stock es mayor de lo esperado. Se creía que el aumento del stock iba a rondar las 500 mil cabezas. Pero estas pasaron a ser 1, 4 millones de cabezas (entre vacas y terneros).

Continuar con este rumbo, incrementar el peso de faena y el stock, sin lugar a duda nos permitirá aumentar las exportaciones. Pero no debemos olvidarnos que la gran falencia de la producción está en el Índice de Destete, el cual ronda el 60%. Estando en algunas zonas del país en el 50%. Si mejoramos este índice a valores relativamente aceptables, entre un 80% y 90%, habrá una cantidad significativa más de animales que se podrán faenar y por ende exportar.

Como me comentaron alguna vez. Imagínese usted si posee un restaurant donde debe comprar insumos, pagar sueldos, etc. y que solo el 60% de sus comensales paguen lo que consumieron. Lo mismo sucede en el campo, 10 de 6 vacas que hay en la Argentina se alimenta a lo largo de todo el año y no paga (da un ternero). Por lo que mejorar este Índice es tan importante como los otros dos factores en conjunto.

Si se continúa fortaleciendo estas tres fuentes, podemos continuar con la racha alcista de exportaciones hasta volver a ubicarnos en el podio de los tres principales exportadores de carne del mundo. Abasteciendo tanto a Europeos como a Chinos, de carne con el valor agregado que le da ser carne Argentina.

Una Argentina que se perfila a la exportación

En la primera mitad de año la Argentina ya exportó casi un 60% más que lo hecho en el mismo periodo del año pasado, logrando alcanzar las 201 mil toneladas de carne. Previendo finalizar el año con 400 mil toneladas, y aun mejor, se estima para el año que viene arribar al medio millón de toneladas. Comparado con las 310 mil que se exportó el año pasado, se ve una clara tendencia alcista en cuanto a las exportaciones.

Este incremento en las exportaciones fue muy marcado en el cumplimiento de la Cuota Hilton, cuota que demanda los cortes de mayor valor de la res y que posee uno de los valores más altos a nivel mundial. Según adelantaron desde el Ministerio de Agroindustria, se estima cerrar el cupo de este año con alrededor de un 95% de las 29 mil toneladas otorgadas por la Unión Europea para dicha cuota. No siendo menor el hecho de que el cupo no se completa desde hace diez años, por diversos motivos.

Un factor no menor pero sí poco percibido del aumento de las exportaciones es la generación de nuevos puestos de trabajo. Se estima que cada 100 mil toneladas extras de carne que se exportan se producen 10 mil nuevos puestos de trabajo, los cuales, al estar ligados a la actividad primaria, se encuentran distribuidos a lo largo y ancho del país favoreciendo a las economías regionales.

Y por otro lado, para producir una tonelada de carne para exportación, se requiere de por lo menos 25 toneladas de soja, maíz y otros productos que componen la dieta del animal. Lo cual al trasformar el cereal en carne, se produce un valor por tonelada exportada del doble que si estos cereales se exportaran a granel.

El dilema de siempre: ¿Consumo o exportación?

En muchos establecimientos ganaderos, si bien a partir del segundo trimestre de este año el régimen de lluvias se normalizó contribuyendo a recuperar la oferta forrajera, las pérdidas importantes registradas en los cultivos de maíz (especialmente en los de siembra tardía) como también en la implantación de los verdeos invernales, comprometieron las reservas forrajeras planeadas para este invierno.

Esto generó la necesidad de encerrar un volumen mayor de hacienda, respecto a lo que se venía haciendo en los corrales, debido a la dificultad de poderlos terminar en los mismos establecimientos de forma pastoril o pastoril con suplementación.

Según datos oficiales de la Cámara Argentina de Feedlot, en el último mes de mayo, las empresas registraron un nivel de ocupación mayor interanual respecto al mismo periodo de los últimos dos años. El mismo censo realizado en abril ya había arrojado un número alto al alcanzar un 73% de ocupación. Como los niveles más elevados de encierres, en términos estacionales, se registran entre los meses de junio y agosto, no puede descartarse que los valores relevados puedan seguir incrementándose.

En consecuencia, esta gran cantidad de animales cuando salgan al mercado podrían producir un enfriamiento de los precios debido a su oferta y una demanda que difícilmente pueda aumentar debido a la pérdida de poder adquisitivo de la población.

Uno podrá apreciar que en las últimas dos semanas se vio una recuperación del valor de la hacienda gorda, aunque ese movimiento está lejos de tratarse de un factor intrínseco del mercado dado que está relacionado con el ajuste por inflación de un producto que venía excesivamente retrasado respecto de otros bienes.

En números, el índice del Novilllo en el Mercado de Liniers (INML), si bien en lo que va del año ajustó casi un 40%, aún está diez puntos por debajo de la variación experimentada por el tipo de cambio (que pasó de 18,5 a 27,8 $/u$s en lo que va de 2018).

A su vez, el Novillo para exportación no marca una diferencia significativa con el gordo de consumo, siendo unos de los valores (en dólares) más bajos registrados en muchos años. Y habiendo sucediendo lo mismo que con el consumo, donde se percibió un aumento de su valor que no llego a igualar la devaluación.

Por tal motivo, los productores se vuelcan al consumo pensando una devolución del capital más rápido y con menor inversión, lo que trae una escasez en el ingreso de animales con destino exportación, pudiendo provocar una faltante del mismo dentro de no mucho tiempo.

No es raro pensar que teniendo hoy en día el valor de novillo más competitivo de la región, estando a un dólar por debajo del precio del novillo de Uruguay, sesenta centavos de dólar por debajo del equivalente de Paraguay (países que recurren a la genética bovina Argentina para mejorar su ganado) y a la mitad del valor del Novillo en la Unión Europea, se puede esperar un ajuste significativo en el precio del novillo de exportación, lo cual difícilmente pueda ser copiado por el animal de consumo interno, debido a un consumo deprimido y con gran oferta de hacienda. Por lo tanto, apostar hoy en un novillo de exportación parece la mejor opción.

Carnes con marca registrada

Alianzas estratégicas como un camino eficiente para superar aquellas ineficiencias que se detectan en la cadena donde se unen productores y procesadores, generando un nuevo paradigma en la comercialización del producto carne que pasa de ser un commodity a un speciality, es decir, un producto diferenciado con marca y calidad desde el origen. Se presentan como el futuro de la carne.

Entre las marcas más difundidas se encuentran:

Carne AnGus

Tiene su “Programa Carne AnGus Certificada” que fija estrictos requerimientos de calificación de ganado en pie y carnes para asegurar su calidad y consistencia, etiquetando el producto con su logotipo para el cual busca garantizar al consumidor el origen, la calidad y la trazabilidad del producto desde el corral hasta la caja, asegurándole que viene de animales AnGus que han cumplido exigentes especificaciones en materia de conformación carnicera, tipificación de res, cobertura de grasa y marmoleado. Al invernador lo beneficia porque la creciente preferencia por la Carne AnGus Certificada, que se manifiesta en el mercado interno y la exportación, permite a los frigoríficos recibir un sobreprecio por esos cortes y trasladar parte del mismo a los invernadores del ganado AnGus apto para la certificación.

Un objetivo prioritario de la Asociación es tratar de estimular la demanda de haciendas y carnes AnGus, para fortalecer su precio. El sobreprecio que ya existe por la Carne AnGus Certificada, igual que en otros países, se irá afianzando para premiar, sobre todo, al productor del AnGus de mejor calidad. Por eso sólo se certifica animales, reses y carnes que cumplen ciertas cualidades de calidad que garantizan la satisfacción del consumidor.

Para la certificación, antes de recibir la hacienda, el frigorífico pide la inspección del técnico de la Asociación. Éste selecciona el ganado en los corrales de la planta, y luego evalúa las medias reses en el palco de tipificación, sellando con la marca a las que alcanzan las exigencias cualitativas del Programa. El productor no tiene costoalguno. El servicio de certificación, que incluye la inspección técnica y la emisión de las documentaciones, tiene un arancel que afrontan en su totalidad las plantas frigoríficas aprobadas por la Asociación.

Carne Hereford

Asociación Argentina Criadores de Hereford junto a los principales criadores de la raza cubren todo el proceso de la carne, desde la genética hasta los consumidores, con el objetivo de lograr que la excelente calidad de origen del ganado llegue sin alteraciones y con total seguridad a los consumidores, muy similar al descripto en el ítem anterior a diferencia de la raza seleccionada.

Cabaña Las Lilas

Nació en la década del ochenta, cuando en la Argentina aún no existían carnes con marca (cortes envasados al vacío con garantías extra de calidad y terneza). Entre los ideólogos y fundadores del proyecto se encontró Victor Tonelli como asesor (hoy miembro del directorio de ADBlick Ganadería), en sintonía con la tendencia mundial de ofrecer al público un producto con mayor valor agregado. En los años noventa, y a pesar del precio más elevado, las carnes de Cabaña Las Lilas se transformaron en un sinónimo de calidad entre los consumidores. De hecho, esta experiencia mostró un camino que más tarde siguieron varios frigoríficos y empresarios del sector.

KOBE Beef Argentina

Kobe Beef Argentina es una empresa nacional, dedicada a la producción de carne de la raza Wagyu, involucrada de principio a fin en cada uno de los procesos de la producción de carne, y bajo un esquema de integración basado en un alto compromiso con la calidad, ofrece un producto de excelencia. Trabaja bajo un estricto programa de calidad, aplicando tecnología de primer nivel en todos los aspectos y eslabones de la cadena productiva. Los productos de Kobe Beef Argentina son el resultado de la fusión entre el marmoleado único que otorga la raza de origen japonés Wagyu y su producción en el país de carne.

Conclusiones

Las estrategias utilizadas por las empresas para integrarse al mercado interno y comercializar sus productos con marca propia, en supermercados y restaurantes, cuentan con mayor precio por kilogramo ya que ofrecen también el agregado de calidad superior y seguridad brindado al consumidor un producto diferenciado.

La modalidad de los supermercados, a diferencia de las carnicerías, es la preparación de los cortes en bandejas, asegurando al consumidor mayores condiciones organolépticas; por otra parte algunas cadenas de supermercados comenzaron a trabajar sus propias marcas o comercializan marcas muy conocidas por su calidad, lo que pesa en el consumidor a la hora de comprar. Estas dos razones se unen juntamente con el cambio de modalidad de compra por parte del consumidor que prefiere la comodidad del supermercado a la de la carnicería, tanto por el packaging y la seguridad en la cadena de frío, como también de la variedad, preparación, uniformidad, calidad e higiene del producto, además de que en ese lugar concentra todas las compras. El producto es presentado en bandejas o al vacío en las góndolas, con clasificación de los cortes por categoría y tipo.

Hay firmas supermercadistas que tienen sus propias plantas faenadoras, lo que les brinda un mayor control del negocio hacia delante y hacia atrás en la cadena y también elementos claves como la seguridad en la cadena de frío, calidad continua (contratos con los productores en forma directa), mejor distribución de los cortes por zona de consumo, venta de cortes con marca propia y diferente presentación, etc.