Nuestro Director General, Juan Pablo Carrera viajó a El Maitén en la provincia de Chubut, y nos contó sobre su visita al vivero Don Antonio.
Hay dos regiones principalmente en Argentina donde se producen plantines, allí se encuentra la mayor parte de los viveros. Uno de ellos es El Maitén, en la provincia de Chubut, donde la producción se ve beneficiada por la tierra y el clima seco, lo que genera que disminuya la cantidad de plagas. La altura, el frío y la amplitud térmica, son otros de los factores que caracterizan al lugar, y a su vez también favorecen a la producción de plantines, ya que deben acumular horas de frío para un rendimiento eficaz. La otra zona de producción es Plottier, ubicada en el departamento de Confluencia en la provincia de Neuquén. Allí se producen los plantines para toda Argentina y los destinados a exportación.
En ambas regiones se ubica el vivero Don Antonio, es el más grande de Latinoamérica, teniendo en cuenta que produce alrededor de 60 millones de plantines por año, para abastecer al mercado interno y exportar principalmente a Brasil, Ecuador y Colombia. En esta oportunidad Juan Pablo, pudo conocer en profundidad cómo es la producción de plantines de Don Antonio en El Maitén, desde la llegada de la planta madre, hasta la plantación de los mismos.
El proceso comienza cuando la planta madre que es importada, llega congelada al vivero donde es plantada, se desarrolla y genera los llamados estolones, estos son brotes que nacen en la base de la planta, que al crecer vuelven a entrar en contacto con la tierra generando así los nuevos plantines. En este proceso se vuelve a enterrar a esos brotes provenientes de la planta madre para que enraicen, y luego se corta ese cordón. Una planta produce entre alrededor de 10 y 12 plantines, que posteriormente se comercializan para ser plantados.
A cada productor se le designa una hectárea y media durante todo el período, desde octubre/ noviembre, hasta marzo/ abril del siguiente año. Como responsable debe, plantar las distintas variedades, tanto de “día neutro” como de “día corto” y otorgarle a la planta la protección necesaria que implica la colocación de cortinas cada 12 metros que funcionan como protección para el viento y por otro lado realizan el desmalezamiento manual.
Es importante tener en cuenta el periodo de acumulación de horas de frío para lograr un buen desarrollo de la planta. Para ello es necesario sumar 300 horas, que comienzan cuando la temperatura es menor a 7 grados. Hay años en los que pueden superarse y otros en los que no se alcanza el objetivo por problemas climáticos. Además, para una óptima producción, se podan las flores y frutos a medida que van emergiendo, ya que el objetivo es generar plantines, y de no ser así la planta gastaría energía inútilmente.
Como fin del proceso productivo se procede a la cosecha. En Don Antonio cuentan con una cosechadora para realizar la actividad, al mismo tiempo que limpia y deja a raíz desnuda a los plantines, quitándole la tierra adherida. Una vez cosechados, se colocan en pallets de 400 lts de capacidad para ser transportados vía camión refrigerados hasta Buenos Aires. Una vez allí, se enfrían y conservan en cámaras hasta el momento que son comercializados a todo el país, principalmente al norte de Argentina.
Autor: Juan Pablo Carrera