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Aceite de Oliva: ¿Oro verde?

Según datos recogidos de Market Watch el precio del aceite de oliva en el mundo se irá hacia las nubes. Los factores causantes: la poca lluvia que ha caído y una mosca de la fruta desagradable. Ambos factores están haciendo daños a los cultivos de oliva del mundo. El impacto es especialmente grave en España, el mayor productor mundial de aceite de oliva, donde se espera que la producción de la cosecha que se está recogiendo en estos momentos resulte la mitad de la cantidad récord de hace un año. Sumado a esto que la cosecha anual de aceitunas resultó mala, la segunda en tres años, por lo que el efecto se multiplica ya que no se cuenta con excedentes de años anteriores. – Debido a esto y de acuerdo con el Consejo Oleícola Internacional la producción caerá un 27% respecto al año anterior.

Los precios ya han subido en el nivel mayorista. El costo de una tonelada métrica de E.V.O.O. llegará a $ 4,281.95, un 18,5% más alto que en el año anterior según datos compilados por el Fondo Monetario Internacional. Los consumidores de aceite de oliva notaremos el aumento con los aceites de la nueva cosecha que saldrán al mercado entre febrero y abril y para los que hemos cambiado al aceite de oliva para cocinar, las posibilidades se abrirán a productos menos costosos como pueden ser las mezclas, aunque podría ser más tentador variar hacia el aceite de colza – una fuente de aceite de canola – y el aceite de palma ya que para ambos están cayendo los precios, de acuerdo con los precios de futuros en la Bolsa Mercantil de Chicago.

No es ninguna sorpresa que el aceite de oliva virgen extra sea el más afectado, dado que es el de grado más alto y el más costoso de producir. En ADBlick lo sabemos y lo hemos vivido. Ahora bien, para nuestros olivares y producción esto representa sin duda una oportunidad a la cual estamos atentos y preparados con Olivos I y Olivos II. Y esperemos la cosecha de colza que nos dará la campaña de Granos.

¿Cómo generar valor agregado en los cultivos?

Argentina basa su economía principalmente en la venta de granos del sector agrícola. El proceso es complejo por los vaivenes económicos y climáticos, pero de alguna manera siempre llega a su fin, que es el de exportar gran parte de los cultivos a través de contenedores que salen de los puertos.

Una posibilidad de evitar la exportación directa de materia prima, es procesar dicha materia en el país y así generar un valor agregado. Es por esta razón que se está empezando a implementar e incrementar las industrias de Biocombustibles en todo el país. Genera a su vez que los campos vecinos a las plantas desarrollen su actividad para su beneficio, y de esta forma, el costo de flete sea menor pero más eficiente, sumado a la captación de nuevos puestos de empleo en las distintas zonas.

Es una forma de potenciar el rendimiento del sector y además, partes de los restos de los granos que no son utilizados para la generación de Biocombustibles, se derivan a la alimentación de los ganados.

Compartimos una nota de interés del Diario La Nación. Leer nota AQUI

 

Economía argentina en cuenta regresiva

Por Eduardo Fracchia,
Director Área Economía IAE Business School

El desacople entre las finanzas y el mundo real que se evidenció en la crisis del 2008, todavía no tiene un cauce definitivo. El FMI pronostica para el mundo un crecimiento moderado para 2015 en los países centrales y bastante mayor en los países emergentes. La expansión de China continúa a buen ritmo quizás con un cambio menos. Japón está complicado y la Abenomics no funciona. La relajación monetaria prolongada puede generar burbujas en Estados Unidos como ocurrió a principios de los 2000 antes de la crisis subprime. Europa bajó la tasa de interés y cuatro de las cinco principales potencias económicas de la Unión Monetaria están en virtual recesión. Alemania no crece y siendo la locomotora esto preocupa y mucho en Europa.

El comercio internacional se expande menos en un contexto mundial donde las manufacturas son cada vez más difíciles de ofrecer desde los países emergentes. Estamos en un mundo donde sobra producción y una dosis acotada de proteccionismo es la respuesta natural de las naciones. La caída del precio del petróleo domina la coyuntura internacional en estos días.

América latina, por su parte, crece al 3,5% este año. Para 2015 se estima un 4%. Estamos en nuestro país perdiendo el tren de la expansión moderada de la región.

Brasil es clave en la región para entender la dinámica del crecimiento industrial argentino, en particular por la conexión con la industria automotriz. Por su parte, nuestro vecino ha bajado impuestos para reducir inflación y ganar competitividad.

A pesar de las políticas pro consumo implementadas, Brasil ha crecido poco en el último trienio y se estima que finalizará el año que viene con una tasa de expansión de 2,5%. Su cuenta corriente es deficitaria y la política fiscal expansiva alimenta la deuda interna brasileña que no es menor. El nuevo Ministro de Economía quiere actuar en el frente fiscal con un ajuste más conservador. Por otro lado Brasil sigue siendo una plaza atractiva para la inversión extranjera directa con alrededor de 55.000 millones de dólares de promedio en los últimos años. Sería deseable que estos flujos vayan más hacia infraestructura.

En Argentina enfrentamos un mundo complejo y volátil que todavía suma para la macro y que ofrece niveles de liquidez destacables. Esta liquidez explica porque Bolivia tomó un crédito largo a muy baja tasa de interés, Uruguay por su parte cerró un crédito a 30 años al 4% y Brasil al 2,7%. Si bien existe cierta dificultad para el comercio de bienes a la vez hay flexibilidad para el financiamiento vía mercado de capitales.

En Argentina, por otro lado, las exportaciones están amesetadas. Con las MOA (manufacturas de origen agropecuario) particularmente flojas y las MOI (manufacturas de original industrial) castigadas por las menores ventas de autos. Las exportaciones son lideradas por oleaginosos, autos y cereales. El déficit energético afecta de lleno el balance comercial. El balance comercial energético cerca de los 7000 millones de dólares reduce el superávit comercial externo siendo cada vez más preocupante su impacto en un contexto general de escasez de divisas.

Una amenaza para Argentina de 2015 en adelante es que parece que los commodities van a caer de precio (en soja es claro este efecto) lo que es relevante para el modelo económico, si es que todavía se puede hablar de modelo en nuestro país.

Siguiendo con el panorama nacional, el superávit fiscal primario positivo se ha perdido hace tiempo. El déficit fiscal será de 4,5% PIB en 2015. Por su parte, el gasto público crecerá en 2015 con más obra pública y transferencias por el año electoral. Los ingresos tributarios crecerán y estarán al mismo nivel respecto al PIB que en 2014. En definitiva, la brecha externa y el déficit fiscal afectan el crecimiento del país. Hacia fin de mandato es poco lo que puede dar esta economía.

Las Reservas, por otro lado, cayeron sistemáticamente desde 2008 en términos de PIB. En parte esto es explicado por el pago de compromisos de deuda pública. El stock de Reservas respecto al PIB está a niveles 1996, lejos del óptimo teórico.

En cuanto a la política monetaria ésta ha sido errática. Existe una cierta orientación monetaria contractiva con menor expansión de la Base Monetaria que puede apreciarse en el movimiento de las LEBACS y NOBACS.

La inflación no ha cedido y está estable cerca de 40%. Los aumentos salariales de 2015 en el marco de las paritarias no ayudarán a la estabilización. La política de precios cuidados que incluye ciertos productos seleccionados ha sido ineficaz como suele ocurrir con estos programas.

En relación al nivel de actividad, el uso de capacidad instalada se encuentra en un 72% (textiles, metal- mecánica y alimentos son los de menor utilización). Uno de los sectores más golpeados en el 2014, el de la construcción, tendrá un crecimiento prácticamente nulo el próximo año. Por otra parte, se posterga la devaluación en nuestro país lo que afecta la competitividad, en particular de economías regionales, y frena las exportaciones.

Es una economía frágil la argentina que seguirá complicada por un buen tiempo hasta que venga un gobierno que recupere la confianza.