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¿Hacia dónde va nuestra ganadería?

A menos de 15 días del cambio de Gobierno, pocas son las señales y definiciones que ha dado el presidente electo Alberto Fernández. En lo que se refiere a Economía, que es uno de los Ministros que más se ansía conocer por cómo va a ser el proceso de reestructuración o reperfilamiento de la deuda, suenan algunos nombres como Lavagna, Redrado, Alvarez Agis, Kulfas, Nielsen, entre otros. 

Pero poco se habla de quién será el Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, sector encargado de subsanar el principal problema de Argentina: el ingreso de divisas. 

Históricamente el agro fue el sector que más divisas trajo y difícilmente esto cambie por lo menos en los próximos años. Debido a esto es que Gabriel Delgado, uno de los candidatos a liderar el Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca dice que “será muy importante tener reglas claras y ver al sector como a un aliado”. Delgado es ex secretario de Agricultura y economista del INTA y participó en la confección del primer documento agropecuario que circuló hace unas semanas. Sostiene que es fundamental evitar todo escenario de confrontación con el campo. El camino que ve para salir de la crisis son las exportaciones y el precio de la soja no es el de hace unos años, por lo tanto, habrá que proteger a cada uno de los complejos exportadores. En la siguiente tabla se pueden ver las exportaciones del primer semestre del 2019.

A menos de 15 días del cambio de Gobierno, pocas son las señales y definiciones que ha dado el presidente electo Alberto Fernández. En lo que se refiere a Economía, que es uno de los Ministros que más se ansía conocer por cómo va a ser el proceso de reestructuración o reperfilamiento de la deuda, suenan algunos nombres como Lavagna, Redrado, Alvarez Agis, Kulfas, Nielsen, entre otros.    Pero poco se habla de quién será el Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, sector encargado de subsanar el principal problema de Argentina: el ingreso de divisas.    Históricamente el agro fue el sector que más divisas trajo y difícilmente esto cambie por lo menos en los próximos años. Debido a esto es que Gabriel Delgado, uno de los candidatos a liderar el Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca dice que “será muy importante tener reglas claras y ver al sector como a un aliado”. Delgado es ex secretario de Agricultura y economista del INTA y participó en la confección del primer documento agropecuario que circuló hace unas semanas. Sostiene que es fundamental evitar todo escenario de confrontación con el campo. El camino que ve para salir de la crisis son las exportaciones y el precio de la soja no es el de hace unos años, por lo tanto, habrá que proteger a cada uno de los complejos exportadores. En la siguiente tabla se pueden ver las exportaciones del primer semestre del 2019.

La Ganadería fue escalando posiciones hasta alcanzar el quinto puesto con un crecimiento del 16,1% respecto al mismo semestre del año anterior y todavía con un gran potencial por delante para seguir creciendo. Se estima que la demanda de China se mantendrá estable al menos por dos años más, siendo este el principal destino de las exportaciones bovinas.

La Ganadería fue escalando posiciones hasta alcanzar el quinto puesto con un crecimiento del 16,1% respecto al mismo semestre del año anterior y todavía con un gran potencial por delante para seguir creciendo. Se estima que la demanda de China se mantendrá estable al menos por dos años más, siendo este el principal destino de las exportaciones bovinas.

Muchas son las variables que impactan en el negocio ganadero argentino, pero si las exportaciones siguen en estos niveles, el 2020 seguramente sea un año en el que continúe el crecimiento del sector.

Lograr que las cosas “pasen”, no que “nos pasen”

Durante los últimos 70 años en la Argentina dominaron las devaluaciones, la escasez de divisas, la inflación y las recesiones que enfriaron a la economía en forma permanente. Hoy el país vuelve a tener importantes desequilibrios macroeconómicos y los temores a nuevas crisis acechan por todos lados. Argentina tiene el vicio de gastar más de lo que recauda, independientemente del color político del gobierno de turno (militares, peronistas, radicales, liberales, populistas, etc).  Y luego se recurre a la emisión, a la suba de impuestos o a tomar deuda para “tirar la tierra debajo de la alfombra”. En todos los casos, el origen de estos desequilibrios tiene como corazón el déficit fiscal: si se gasta por encima de los ingresos, esto deriva en un déficit fiscal crónico, alta inflación e ingresamos en un círculo vicioso constante. 

Sumado a ello, si además fomentamos instituciones “soft” que fomentan corrupción en muchos niveles, se genera desconfianza, y así cuántos más problemas políticos y económicos tengamos, mayor será la violencia que sufriremos los argentinos y más se profundizará la “grieta” que nos divide socialmente.

¿Cómo hacemos entonces, si pareciera imposible reducir el gasto, para incrementar los ingresos?¿Estamos otra vez como argentinos, al borde del precipicio? 

Faltan 30 días para que asuma el presidente electo y no hay definiciones en materia de deuda pública, si habrá o no acuerdo con el Fondo, si habrá reestructuración de la deuda y nadie sabe quién manejará la economía. ¿Podrá Alberto Fernandez evitar que se profundice aun más la crisis?

Estas son las preguntas que nos hacemos todos. La realidad es que sin inversión hay pocas posibilidades de aumentar los ingresos e impulsar la reactivación económica, de generar más empleo y por ende un mayor nivel de actividad. 

La inversión debe aumentar sustancialmente para crecer y para crear empleos productivos, clave para superar la pobreza y construir la equidad. Ello requiere respetar y hacer respetar los contratos públicos o privados, con reglas de juego claras, con una visión de mediano y largo plazo, sin asfixia impositiva, para evitar así caer en los mismos problemas siempre.

Bajo este diagnóstico, resulta fundamental que como país podamos capitalizar más todavía las ventajas comparativas que tenemos. Como es sabido, la Argentina tiene el clúster productivo oleaginoso más competitivo del mundo, más competitivo que Brasil e incluso que EE.UU. El desafío es lograr maximizar el potencial que tenemos como sector. Si a estas ventajas le sumamos “inversión”(en infraestructura por ejemplo, para lograr reducción de costos, de tiempos, mayor eficiencia operativa, etc), “institucionalidad y reglas de juego claras”, “mayor predecibilidad”, indudablemente nos podremos volver a encausar en el camino del desarrollo y crecimiento que tanto necesitamos.

El año 2020 nos está convocando a ser más eficientes y productivos, cada uno deberá reinventarse en lo que hace y a partir de allí trabajar el doble para ganar la mitad. Tenemos un problema sumamente complicado, pero no es imposible de resolver. Y es así como crecen los países y se genera empleo genuino, con sociedades menos violentas y más apegadas. Con el esfuerzo como bandera, dando el ejemplo, apuntando a ser la mejor versión de nosotros mismos, evitando el atajo que nos aleja de las buenas prácticas, siendo proactivos, animándonos a invertir.

Para prosperar, irremediablemente se necesitan reglas claras y espíritu de mirar hacia adelante. Al futuro no se lo debe adivinar, se lo debe forzar, desear y para ello es necesario tener la voluntad de cambiar las circunstancias y la historia para que las cosas se logren. Debemos lograr que las cosas “pasen”, no que “nos pasen”. De cada uno de nosotros depende.

La Economía Circular y su creciente presencia en los Negocios actuales y futuros

Cada vez resulta más habitual hablar de iniciativas empresariales que buscan algo más allá del beneficio económico. Comenzamos hablando de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), para ir inventando poco a poco conceptos como Inversión Socialmente Responsable, Inversión de Alto Impacto, Benefit Corporation (Bcorp), Economía Circular y Economía del Bien Común, que parece que es una de las últimas tendencias en este campo.

En todos los casos subyace la idea de que la rentabilidad económica no puede ser el único aspecto que influya en la toma de decisiones a la hora de definir las estrategia que debe tener una empresa, sino que debe haber otros aspectos relacionados con el entorno de la empresa que también se tengan en cuenta, como puede ser el impacto de su actividad en el medio ambiente, en la sociedad o en las personas que forman parte de la misma.

La Economía Circular es un concepto económico relacionado con la sostenibilidad y tiene como objetivo lograr que el valor de los productos y los recursos naturales como el agua, la energía y los materiales se mantengan en la economía durante el mayor tiempo posible y que, además, se produzca la mínima generación de residuos.

La economía circular se presenta como un sistema de aprovechamiento de recursos donde prima la reducción, la reutilización y el reciclaje de los elementos

¿Producir, usar y tirar? No, reducir, reusar y reciclar. El paradigma del actual modelo económico lineal podría estar llegando a su fin y su lugar será ocupado por la economía circular.

Es necesario cambiar la forma en la que actualmente producimos y consumimos.

Gracias a este planteamiento la Economía Circular se convierte en una fuente de riqueza, ya que los residuos que unos habían descartado se convierten en recursos de los cuales pueden sacar provecho otros. De esta manera, a medida que esta idea toma mayor relevancia en la actualidad y en los tiempos que vienen, se desarrolla un nuevo ecosistema que vincula a todos los actores, y permite la articulación entre cada uno de ellos, logrando así las eficiencias necesarias para que la rentabilidad de este nuevo modelo sea creciente, y ello acelere su penetración y adopción en el sector empresario, a la vez que genera nuevos empleos y desarrollo. Este proceso es necesario y fundamental si se busca la sostenibilidad del modelo de negocio vinculado a la Economía Circular, siendo fundamental la participación de todos los actores de la cadena de producción y consumo, desde quien produce materias primas, quien las industrializa, quien las recicla, y los consumidores, cuyas exigencias en dicho sentido sean cada vez mayores, valorando como un producto diferencial aquel que cumple con este concepto.

El éxito y velocidad en la incorporación del concepto de Economía Circular en los Negocios actuales y futuros, depende de todos y cada uno de nosotros.

Invertir en Startups

Por: Ana Callero, Directora de Inversiones ADBlick Agro.

Captar talento, apostar por emprendedores que van más allá de sus límites, ser colaborativos y detectar aquellos proyectos tecnológicos que aporten mayor valor a la sociedad. Las startups están en la mira de muchos inversores. 

Sin embargo, elegir la startup más adecuada no siempre es fácil. Además, el inversor debe ser consciente de que es una inversión que conlleva importantes riesgos. ¿Es posible entonces gestionar una rentabilidad atractiva e invertir en este tipo de empresas de manera exitosa? 

Las dos características de un startup desde la perspectiva de la conformación del portafolio es el alto y cierto riesgo y el alto potencial de retorno, mucho más elevado que el exigido a otro tipo de empresas o activos. 

Con independencia de la motivación del inversor -ya sea conocer un sector pionero en términos tecnológicos, entender una industria incipiente o simplemente aportar experiencia y conocimiento a un proyecto o apostar al mundo de la innovación -, lo cierto es que este tipo de inversiones siempre tiene una expectativa financiera que justifica la inversión, lo que debe evaluarse de una forma deliberada y sistemática.

¿Entonces, cuáles son las claves para invertir en un startup?

  • Los emprendedores: según los expertos, ésta es la llave de la felicidad. El equipo debe tener condiciones técnicas balanceadas y complementarias: profesionales apasionados que deben conocer de la tecnología y del mercado, pero sobre todo deben ser resilientes como un junto que se dobla pero no se quiebra. Además, el equipo emprendedor debe estar bien motivado: no debe empujarlos la idea de un batacazo económico, – porque la chance de hacerlo es muy baja y el trabajo muy duro- sino un propósito muy arraigado en la misión de la empresa y la solución disruptiva que vienen a aportar en un mercado determinado.
  • Mercado suficientemente capaz de ser ¡enorme!. La empresa tiene que tener la capacidad de multiplicar al menos por diez su tamaño y de convertirse en global o regional, por lo menos.
  • Necesidades reales: no todas las ideas son brillantes, ¿la necesidad que resuelve la nueva compañía es realmente adecuada, consistente, tiene valor agregado y es sostenible en el tiempo? Debe tener potencial para convertirse en una solución económica, de bajo costo.
  • ¿Hay algo de gestión por ahí? Es poco probable que los emprendedores sean todo lo prolijos que deseamos o tengan la información legal y financiera que podemos esperar de una corporación. Sin embargo, es importante detectar si los fundadores son capaces de medir su trabajo y sus resultados, para entender cómo analizan las oportunidades de cambio y la potencialidad de los golpes de timón, que eventualmente serán necesarios, así como la capacidad de profesionalizarse con el devenir del tiempo.
  • Una ficha pequeña: no intente tomar control de una startup: cuando los problemas comiencen – y los habrá- y el equipo deba trabajar 18 horas diarias, sabrán que la compañía no es suya.

Para tomar una decisión de inversión en el caso de las startups no hay que minimizar las pérdidas, sino maximizar las ganancias. Si nos interesa asumir el riesgo, es mejor considerar que hay que buscar la compañía a la que mejor le puede ir, y no aquella a la que menos mal le pueden salir las cosas. 

Los números difícilmente nos mientan y hay una alta probabilidad de que la inversión no salga bien. De hecho, las estadísticas indican que nueve de cada diez inversiones no resultan como esperamos.

Pero… ¿todo emprendimiento es una Start-up? 

Definitivamente no! Nos referimos a empresas en etapa temprana basadas principalmente en innovación. Tienen en su ADN un fuerte contenido disruptivo o tecnológico, capaz de transformar la forma de proveer un servicio o modificar un vector clave en un mercado o industria. Además, deber ser susceptibles de escalar rápidamente y a nivel global, capturando una oportunidad en la que aún no hay líderes o actores consolidados.

El negocio del inversor es multiplicar o perder. La motivación debe estar dada por aprender y participar de un motor de disrupción y creación de valor económico. Anímese! Los océanos azules no están tan lejos!

“Beyond Meat: Una alternativa distinta”

GO BEYOND ISN’T A POLITE INVITATION – En otras palabras, ir más allá no es una invitación cortés. Hablamos de la empresa Beyond Meat, quienes buscan ofrecer una alternativa a la hamburguesa de vacuno tradicional, imitando su sabor y textura; para lo cual se basan principalmente en proteína de guisantes.

Desde que los primeros inversores degustaron su sabor en la bolsa, la empresa americana ha crecido de forma impresionante. Empezó a cotizar en Wall Street el jueves 2 de mayo a 25 dólares y sus acciones se han revalorizado un 265%, cotizando hoy en día alrededor de los 130 dólares por acción. Tanto fue la repercusión de su inclusión en el mercado bursátil, que llegaron a triplicar su valor en cuatro días para situarse por encima de los 80 dólares.

El empresario Ethan Brown fundó la empresa hace una década y ya cuenta con inversores de referencia como el multimillonario Bill Gates y el actor Leonardo DiCaprio. Pero las caras conocidas que apoyan a Beyond Meat no quedan ahí. Varias estrellas de la NBA, entre las que destacan Chris Paul, Kyrie Irving, Victor Oladipo y De Andre Jordan son embajadores de la marca y realizan vídeos para explicar las ventajas de comer esta “carne de mentira”.

A parte de las famosas hamburguesas, han extendido su portfolio de alimentos a salchichas veganas y otros preparados como carne picada o albóndigas, también veganas. Su fundador ha trabajado en el sector de las energías limpias y es un activista convencido de que no es necesario sacrificar animales para producir carne. Él mismo llama a la reflexión para introducir productos alternativos en la dieta y defiende que sus productos evitan enfermedades que se pueden contraer por el consumo de carne, como el cáncer, la diabetes o los problemas cardiovasculares. Vivimos en un mundo donde comemos más carne de la que se puede producir de manera sostenible, por lo que es natural que surjan sustitutos que nos ayuden a reducir nuestro consumo de carne animal y, al hacerlo, mitigar algunos de los daños que la industria cárnica está haciendo actualmente en nuestro planeta.

Particularmente, la empresa en cuestión, ha tenido gran repercusión tanto en redes como en el mercado, en parte por sus embajadores reconocidos mundialmente y obviamente por el producto innovador que introdujeron. Comercializan sus alimentos en supermercados orgánicos, hipermercados normales y en distintas cadenas de restaurantes de Estados Unidos, aunque su idea es expandirse al extranjero en el futuro próximo.

Esperamos oír muchas noticias más sobre Beyond Meat, tienen un gran potencial de crecimiento gracias al grupo diverso de personas que tienen interés en este producto, ya sea por razones de salud o por el factor ambiental. Sin embargo, deberán resolver cómo destacarse de la competencia y mantenerse a pie cuando muchas de las economías de escala en el mercado de la carne, quieran adentrarse en este nicho.