Claramente por estos días el tema de la falta de agua está instalado en los medios argentinos, principalmente porque el efecto “Niña” anticipado para la campaña 2011/12 fue mayor al esperado. Sin dudas esto ocasionó importantes pérdidas para más de un productor. En vista de esto, sería posible plantearse qué puede hacer uno para evitar caer en esta situación nuevamente. Es muy conocido el refrán: “Toda crisis genera una oportunidad”.
Viendo la aún gran disponibilidad de agua que tiene hoy Argentina, es lógico que la respuesta natural sea: “riego”. Ahora bien…, ¿Dónde? La inversión en equipos de riego suele ser considerable y demanda a la vez mucha atención en el día a día operativo. Si bien existen zonas, como Zona Núcleo, dónde la calidad de tierra genera muy buenos rindes, también existen zonas menos desarrolladas dónde al ser tierra marginal el costo de compra de la misma es considerablemente menor. Esto generaría menor inversión y a la vez, una vez que se instaló el sistema de riego, una mayor revalorización porcentual del capital invertido en tierra, ya que las mismas se convierten en productivas.
Hoy en día en Argentina este tipo de inversiones no son muy analizadas por la gran inversión asociada, y la aún gran disponibilidad de tierra fértil que existe en el país. No obstante, la creciente población mundial continúa demandando día tras días mayores cantidades de alimentos, por lo que procesos de este tipo han comenzado a experimentarse en las zonas del planeta más pobladas, como Japón, dónde cultivan arroz en la montaña, o Israel, dónde gracias al riego por goteo obtuvieron cultivos en tierra desértica.
Desde la dirección de negocios de ADBlick, ya se ha comenzado a trabajar en este tema, para así lograr generar proyectos de desarrollo de tierras en diferentes zonas de Argentina, que a la vez brindan a otros negocios ya en régimen (como ADBlick Granos), un marco operativo óptimo para así continuar acotando los riesgos asociados a la actividad.