La agricultura sustentable es una actividad agropecuaria que se apoya en un sistema de producción que tiene la aptitud de mantener su productividad y ser útil a largo plazo, cumpliendo los requisitos de abastecer adecuadamente de alimentos a precios razonables y de ser suficientemente rentable como para competir con la agricultura convencional; y además el punto ecológico preservando el potencial de los recursos naturales productivos.
Dentro de las muchas definiciones que existen sobre la agricultura sustentable, ADBlick Granos se basa en la siguiente: «una agricultura sustentable es aquélla que, en el largo plazo, promueve la calidad del medio ambiente y los recursos base de los cuales depende la agricultura; provee las fibras y alimentos necesarios para el ser humano; es económicamente viable y mejora la calidad de vida de los agricultores y la sociedad en su conjunto”.
Las características o componentes de una agricultura sustentable no son sólo económicos, sino también ecológicos y sociales. Por eso, en casi todas las definiciones se presentan los siguientes elementos:
- El mejoramiento y la conservación de la fertilidad y de la productividad del suelo con estrategias de manejo (insumos de bajo costo).
- La satisfacción de las necesidades humanas.
- La viabilidad económica.
- La equidad y mejora de la calidad de vida de los agricultores y de la sociedad.
- La minimización de los impactos, protección y mejoramiento del ambiente.
- La durabilidad del sistema en el largo plazo en lugar de la rentabilidad de corto plazo. Es decir, la agricultura sustentable debe abarcar las dimensiones económicas, sociales y ambientales.
Las prácticas promovidas para el desarrollo de la agricultura sustentable son:
- Cultivos tradicionales.
- Uso de herbicidas “Banda Verde”.
- Rotación de cultivos.
- Integración de sistemas agrícola-pecuarios.
- Sistemas agro-forestales.
Estos últimos, se convierten en agro-ecosistemas que permiten crear sistemas para la obtención de plantas o animales de consumo inmediato o transformable sobre los ecosistemas naturales. Estas técnicas agroecológicas tienen como objetivo mejorar el equilibrio del flujo de nutrientes y conservar la calidad de los suelos, fomentar la agrobiodiversidad, minimizar el uso de insumos externos y conservar y rescatar los recursos naturales.
La sustentabilidad en la agricultura con frecuencia se puede mejorar al combinar prácticas tradicionales con tecnologías modernas, como la siembra directa, debido al menor uso de combustibles, la rotación, para descansar y mejorar la estructura del suelo y el uso de herbicidas banda verde, que son mas nocivos para la salud humana y de la fauna. El beneficio de estas prácticas consiste en que los cultivos explotan diferentes recursos ó interactúan entre sí, evitando la erosión y perdida de nutrientes.
Hoy, el campo es toda una ciencia. Las prácticas de manejo científico, que se basan en una inspección frecuente y detallada de las condiciones de la parcela, fomentan también la sustentabilidad agrícola. Mediante el uso de computadoras se hace el seguimiento de los niveles de nutrientes del suelo y su captación por las plantas cultivadas. Así, los agricultores pueden administrar dosis precisas de fertilizantes y pesticidas que no sean ambientalmente dañinos y, de esta manera, reducir la cantidad de nutrientes excedentes que se liberan al medio. Sí se utilizan controles biológicos, como son los parásitos y predadores, que para mantenerlo hay que usar pesticidas que sean selectivos sobre la plaga.
Nosotros desde ADBlick Granos hace tiempo que usamos la siembra directa, tenemos una buena rotación de cultivo, donde ideamos un plan que varía entre gramínea y leguminosa año a año. También incorporamos el uso de herbicidas banda verde, insecticidas específicos y, a su vez, nos preocupamos en que los bidones de agroquímicos terminen siendo reciclados, además de no sembrar en zonas cercanas a la urbanidad. Consideramos todas estas prácticas necesarias y fundamentales para el desarrollo productivo y mejoramiento de los suelos al largo plazo.