Llega un año nuevo, con nuevos objetivos y metas, se realiza un análisis de los errores y logros de un año que ya está en el pasado, buscando seguir avanzando en pos de resultados más satisfactorios. Buscamos mejorar, superar lo alcanzado, un 2019 con el foco en superarnos y alcanzar nuevas metas.
En el campo sucede lo mismo y las proyecciones para la siembra de este año son muy favorables. El Gobierno apuesta a un importante aporte del agro en el año electoral y proyectó 140 millones de toneladas de producción de granos para la campaña 2018/19, la misma es la más grande de la historia argentina con un crecimiento del 25% respecto de la anterior. Como ciudadanos debemos mantenernos entusiastas, la historia nos dio la razón en no pensar de manera positiva, pese a ello mantengamos la cabeza mirando para adelante y buscando formas de seguir superando las producciones de nuestras cosechas.
Para acompañar dicha postura, las últimas tendencias tecnológicas de la agricultura pueden ser nuestro mejor amigo. En un mundo donde la tecnología revolucionó la forma de vivir, el campo debe tomar provecho de la misma. Ya desde la aparición del móvil, el agro cambio. Pero ¿quién dice que éste fue el mayor cambio que vivimos? Las empresas que tienen éxito se diferencian por su gestión, innovación y utilización de nuevas tecnologías. El desafío yace en no dormirse y conformarse con lo conocido, el éxito debe recaer en una continua búsqueda por encontrar maneras y herramientas más eficientes para el trabajo. El famoso término Agricultura 4.0 o agrotech suele encasillarse en agricultura de precisión, datos georreferenciados, drones y banderilleros satelitales; pero el agrotech va más allá de éstas herramientas, tiene un poder inmenso y nos informa con una órbita circular de 35.786 kilómetros.
Poniendo un pie en el mañana, los desafíos que nos esperan en el futuro para el sector agrícola y alimenticio son muchos y ambiciosos, conviviendo en un mundo con más habitantes y recursos más limitados, debemos prepararnos para ser capaces de atender dichas necesidades. Ante este escenario, los productores agrícolas deberán aumentar notablemente la productividad de sus cultivos y para conseguirlo es imprescindible la incorporación de nuevas tecnologías digitales en la producción agrícola. Otros dos factores a tener en cuenta, son la innovación y la sostenibilidad; cumplen un rol fundamental para cumplir con el desafío que nos propone el futuro. No estancarse en lo que está a nuestro alcance y seguir investigando para encontrar nuevas formas de realizar los procesos, ayudaran a mejorar la productividad y satisfacer las necesidades del mercado como su demanda. De esta manera, seremos capaces de cumplir con las metas propuestas al comienzo de un nuevo año y apoyándose en un continuo análisis para seguir mejorando, los resultados obtenidos serán imparables.