Todas las entradas de: Hilario Bonizzoni

Agricultura Sustentable: Es Posible

En estos tiempos se suele hablar mucho del término “sustentabilidad”. Es un tema muy frecuente hoy en los medios, en nuestras charlas de café, sobre-mesas e incluso en algunas reuniones con amigos. Sin embargo, suele haber algo de confusión a lo largo de este concepto. Muchas veces asociamos la palabra sustentable con producción de alimentos orgánicos, cuidado del medio ambiente y preservación del entorno. Nuestra idea hoy es abordar algunos aspectos referidos a la Agricultura Sustentable y su proyección de cara al futuro. Ahora bien, para esta cuestión sería importante definir en primera instancia el término sustentable, para evitar confusiones. Cuando hacemos referencia a la sustentabilidad, básicamente hablamos de sistemas en torno a tres cuestiones centrales: Economía, Cuestión Social y Medio Ambiente, preservando los recursos para su posterior utilización por parte de generaciones futuras.

La actividad agropecuaria ha estado en jaque por muchas décadas. A la misma se la ha acusado en varias ocasiones de ser una de las principales responsables de los cambios ambientales que se vienen dando. Entre estos, podemos mencionar la situación de cambio climático a partir de la emisión de gases de efecto invernadero, la degradación de ecosistemas causada por los cambios en el uso de la tierra y la contaminación a partir de efluentes, derivados de agroquímicos y fertilizantes, entre otros. Hace ya algunos años, desde la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) se viene impulsando una nueva forma de llevar a cabo la actividad agropecuaria. A partir de estos cambios introducidos, comenzó a desarrollarse un sistema de producción sostenible a largo plazo el cual se conoce como Agricultura Sustentable. La misma, básicamente promueve un equilibrio entre productividad, para poder abastecer de alimentos (a precios razonables) a la sociedad, rentabilidad para el reconocimiento económico del  productor agropecuario y el cuidado del medio ambiente.

Muchas veces no nos damos cuenta que detrás de los alimentos que integran nuestra mesa de todos los días está el campo y la producción agropecuaria. Dado que la protección de cultivos es sumamente fundamental para abastecer la creciente demanda de alimentos, para atenuar el impacto ambiental en línea con la Agricultura Sustentable, fueron desarrolladas las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA). Estas últimas aparecen como un cimiento sólido y fundamental para construir la Agricultura Sustentable.

Según la Cámara de Sanidad y Fertilizantes (CASAFE), las Buenas Prácticas Agrícolas son un conjunto de principios, normas y recomendaciones técnicas aplicables a la producción, procesamiento y transporte de alimentos, orientadas a asegurar la protección de la higiene, la salud humana y el medio ambiente, mediante métodos ecológicamente seguros, higiénicamente aceptables y económicamente factibles. La gestión responsable de agroquímicos tiene como objetivo lograr el manejo y uso responsable de los fitosanitarios durante todo su ciclo de vida:

  • Desarrollo
  • Ciclo Comercial
  • Uso a Campo
  • Eliminación
  • Deposición Final de Envases

En todas estas etapas, se apunta a reducir el efecto invernadero, generar una menor cantidad de residuos, minimizar la frecuencia de ocurrencia de accidentes de trabajo y a optimizar el uso de la energía y el agua. Con la puesta en práctica de estas recomendaciones, se disminuirán los efectos indeseados no solo para el operario y el medio ambiente, sino también para nosotros, los consumidores de alimentos.

Históricamente, el agro argentino es un sector de nuestra economía de excelencia a nivel mundial. El mismo, ha demostrado en retiradas ocasiones la capacidad de superación y vocación de vanguardia. Somos conscientes de que la Argentina es el cluster oleaginoso más productivo del mundo, contando con recursos naturales y condiciones agro-ecológicas realmente privilegiadas para la producción de alimentos. Para poder satisfacer la demanda creciente a partir del aumento de la población mundial, es sumamente importante que nosotros seamos responsables a la hora de preservar tales condiciones mencionadas, cuidar la capacidad de nuestros suelos y la calidad de nuestros alimentos.

Ganadería y el negocio que viene

Hoy nos encontramos próximos a cerrar un año movido. Tasas sumamente atractivas, elecciones, lanzamiento de créditos hipotecarios y políticas para el desarrollo del agro. Sin dudas, el comienzo del 2018 marcará el inicio de un nuevo ciclo para el campo y, por supuesto, para nuestro país. Una etapa quizás con un panorama más claro desde el punto de vista político y económico, en la que pareciera ser que finalmente, se avecinan buenos tiempos.

Desde el punto de vista de la Ganadería, está claro que la misma ha venido golpeada por la macro a lo largo de estos últimos años. En nuestro país, hemos sufrido una fuerte caída del stock ganadero y de las exportaciones, mientras que en paralelo, otros países productores crecieron notablemente en el sector capitalizando las oportunidades que el mundo nos presenta: Un mundo en el que la población mundial crece día a día y en el que es evidente un aumento de la demanda de alimentos; donde los cambios en los paradigmas de alimentación pisan cada vez más fuerte, sobre todo en los países del Lejano Oriente los cuales tienden hacia un mayor consumo de proteína animal.

El Gobierno ha venido tomando medidas este último tiempo, justamente para fortalecer al sector ganadero. El objetivo es muy loable; recuperar el terreno perdido e impulsar la economía de nuestro país en estos tiempos tumultuosos. Entre éstas, podemos encontrar la eliminación de los cupos de exportación, el sinceramiento del tipo de cambio y la quita de retenciones parecen marcar el comienzo de esta nueva etapa. No nos olvidemos que la actividad ganadera vacuna constituye uno de los sectores más tradicionales de la actividad económica en Argentina. Sin dudas es de suma importancia para la Argentina, principalmente por su rol generador de divisas y sobre todo dentro de este contexto, en el que la necesidad del ingreso de inversiones al país es un tema que ocupa nuestras cabezas en el día a día y es protagonista incluso en cualquiera de nuestras charlas de café.

Es evidente que se está re-impulsando un sector estratégico y vital de nuestra economía. La Ganadería es de esos jugadores históricos que hasta los chicos conocen, los cuales vuelven para jugar a lo grande, demostrar temple y sacar al equipo adelante.

La Ganadería ahora también estará favorecida por precios interesantes (la apertura de exportaciones proporciona notables aumentos en la demanda y por la caída del stock, hay poca capacidad para abastecerla). Es el momento para refinarse y dar el salto de calidad aprovechando las oportunidades que provee el contexto; avanzando en el plano institucional, limando asperezas entre los distintos integrantes de la cadena, controlando los márgenes de comercialización, mejorando los sistemas pastoriles en cuanto a tecnología de forrajes y estudiando a fondo las distintas líneas genéticas para obtener lo mejor de ellas.

Parece ser que el año próximo la Ganadería se viene con todo, terminará de consolidar su liderazgo y nos impulsará en el cambio hacia el desarrollo. Todo pareciera indicar que la misma representa el negocio que viene. ¿Quién no quiere entrar a la cancha con el jugador líder y referente histórico como capitán del equipo?