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¿Y ahora?

Y ahora, seguimos adelante! El campo se reinventa y se adapta como lo hizo siempre. No es su primer rodeo, por cuantos acontecimientos y cambios de gobierno ha pasado ya el sector levantándose en cada oportunidad. Baja de precios internacionales, hiperinflación, recesión, corralitos, cepos al dólar, retenciones y no nos olvidemos de los vaivenes del clima. Cada obstáculo fue superado. Un cambio de administración, si lo hubiere, no será la excepción.

El sector agropecuario jugó un rol preponderante dentro de la economía argentina. Éramos el “granero del mundo” lo cual significaba un importante ingreso de divisas, hecho que aún se mantiene.
Yendo más lejos, con una mirada más integradora, no olvidemos que se trata de un sector fundamental dentro de la industria alimenticia, la cual demanda cada vez más toda vez que la población mundial sigue creciendo.

En momentos como estos, donde la incertidumbre y desconfianza se vuelven protagonistas, los ahorristas e inversores suelen reordenar sus carteras volcándose a activos más seguros. Ya ha ocurrido en crisis anteriores, que la gente ve al campo como una posible diversificación siendo que es asumir una posición en dólares, en un sector que siempre resurgirá dado que es uno de los principales motores del país y teniendo en cuenta que la suba del dólar lo vuelve aún más competitivo a nivel mundial.

Sin perder de vista el resultado de las PASO ni la posterior reacción de los mercados, una vez más el campo demostró que su mirada está puesta en el largo plazo. Tomemos como ejemplo a la Expoagro en la Rural de Corrientes donde, pese al momento macroeconómico de incertidumbre tras la devaluación, el remate ganadero tuvo buenos precios promedios.
En el campo, no importa el sector, se nota el esfuerzo, y el trabajo de la gente. Hay elecciones, devaluación, pasa cualquier evento climático como sequía o lluvia, y la gente sigue porque es su laburo. Le ponen mucha pasión cada cual en su rubro. 

Gustavo Valdés, gobernador de la provincia de Corrientes, aseguró que «es tiempo de hablar del campo, de trabajo y de desarrollo. Hace tiempo, fuimos en una misión a China porque teníamos que llevar nuestros productos, nuestra genética, nuestro campo, lo que a los correntinos nos vuelve orgullosos: nuestra hacienda». El gobernador instó a los productores a que «no bajen los brazos» y pidió: «Hagamos lo que tenemos que hacer, que es producir, trabajar y colaborar unos con otros para sacar adelante a la Argentina».

ACUERDO MERCOSUR – UE Implicancias para el Agro y el país

El pasado 28 de junio, se anunció en Bruselas el Acuerdo Mercosur-UE. Pienso que son muchas sus implicancias para el Agro en particular, que como sector siempre está en busca de nuevas oportunidades. Lo mismo a nivel país, pues este acuerdo implica un gran desafío en muchos sentidos. Y ni hablar como región, en vísperas de seguir integrándonos al mundo. 

Mucho se ha estado hablando de las elecciones PASO de agosto, de las de octubre y del desempate por penales entre Macri y CFK en un eventual ballotage, en el que todo puede pasar.

Pero no estoy seguro que se haya instalado en la agenda mediática con el mismo rigor la importancia para el país del acuerdo que se logró entre el Mercosur y la UE.

Sin dudas que las oportunidades y desafíos que se presentan en el futuro para el desarrollo ya sea a nivel sector, país o región, son inconmensurables. Este es un acuerdo histórico, un paso importantísimo para nuestro país y un mensaje para el mundo que estas dos regiones haya logrado este acuerdo.

A diferencia de lo que muchos creen, la negociación entre los dos bloques ya está terminada, el acuerdo ya fijó las condiciones y los plazos para la desgravación arancelaria de los bienes de ambas partes. Este es también para muchos, un acuerdo “equilibrado”, en el cual la UE le abre al Mercosur el libre comercio para una oferta de bienes al 100%, mientras que el Mercosur como bloque le da a la UE el 90% de las posiciones arancelarias. En función al nivel de desarrollo que tiene la UE, es que se permitió como bloque esta primer asimetría para poder excluir ciertos bienes. La segunda asimetría implica que lo que llegue desde la UE puede tardar entre ocho, diez o hasta quince años en llegar al 0% de arancel, mientras que el Mercosur logra entrar de manera inmediata y sin aranceles con algunos productos, por ejemplo de economías regionales.

Sin dudas la consecución del acuerdo envuelve una Argentina más integrada al mundo, implica deberes para el sector estatal y privado, casi que obliga al Gobierno y al empresariado a la reconfiguración de la agenda productiva. Es una gran oportunidad para que como país podamos aprovechar este acuerdo para fomentar las inversiones, aumentar la productividad y el empleo, en un ámbito de reglas de juego claras, incorporando institucionalidad y previsibilidad.

Si uno como país quiere ser el “supermercado” del mundo, tiene que pensar en qué propuesta de valor tiene que crear, cómo hacer para fidelizar, cómo mantener las buenas prácticas pero a la vez cómo cambiar el mind set para ser más competitivo y más eficiente en costos, en materia tributaria, cómo logra optimizar cada variable, cómo lograr socios estratégicos, cómo trabajar con metodología y disciplina en nuestro actuar y toma de decisiones, etc. Resulta fundamental que como país podamos capitalizar más todavía las ventajas comparativas que tenemos pues la Argentina tiene uno de los clústers productivos oleaginosos más competitivos del mundo. El desafío es lograr maximizar el potencial que tenemos como sector. Esperemos que como argentinos podamos hacernos cargo de lograr el país que tanto queremos y de poder capitalizar todas las oportunidades que se desprendan de la consecución de este acuerdo. De cada uno de nosotros depende.

Holanda es más supermercado que Argentina

“No seremos el supermercado del mundo si seguimos subiendo impuestos…” dijo el actual Secretario de Agroindustria Luis Miguel Etchevere, y agregó “yo creo que en general, todo lo que sea tener impuestos por encima de lo que tienen nuestros competidores, nos saca de la cancha. La mejor vara que podemos tener, si queremos ser una potencia agroindustrial proveedora de alimentos a todo el mundo, es tener por lo menos condiciones similares a la de los países que compiten con el nuestro. Y condiciones similares significa moneda estable y tasa de interés similar a las que tienen los productores o los productores de alimentos o los agroindustriales que producen en otros países” dijo en una entrevista con Clarín esta semana.

Ser el supermercado del mundo es una visión propuesta por muchos protagonistas del sector a lo largo de años y que la actual administración nacional tomó como bandera y promovió asertivamente durante los dos primeros años. Hoy el escenario macro/i nos pone restricciones de corto plazo que demoran la construcción de este ideal para cubrir demanda de la coyuntura – en otras palabras, nos quedamos sin guita y debemos sacar derivar recursos de donde producimos bien para pagar algunas deudas que aún no hemos saldado.

Justamente en estos días se publicó el ranking mundial de países exportadores de alimentos (medido como valor). En primer lugar, figura Estados Unidos y con 270 veces menos superficie figura cómodo segundo lugar Holanda, un país con 41000 km2 de superficie (algo menor a la provincia de Jujuy), área cultivable de 1.2 millones de hectáreas según FAO (vs Argentina con 35 millones); 17 millones de habitantes y un PBI de $800 MMUSD (mil millones de dólares).

Hace casi dos décadas, los holandeses hicieron un compromiso nacional con la agricultura sostenible bajo el lema «El doble de alimentos que utilizan la mitad de los recursos». Desde el año 2000 muchos de sus agricultores han reducido la dependencia del agua para cultivos clave hasta en un 90 por ciento, han eliminado casi por completo el uso de pesticidas químicos en plantas en invernaderos, y desde 2009 los productores holandeses de aves de corral y ganado han reducido su uso de antibióticos hasta en un 60 por ciento. En la región sudeste del país, donde se concentra la mayor actividad agrícola, se ven ciudades invernaderos, granjas de clima controlado, cultivos hidropónicos y de invernadero apilados, multiplicando la superficie disponible, irradiación ultravioleta 24 horas por día, tanto para la producción de frutas, vegetales y semillas de alto valor agregado para exportar al mundo. El uso de conocimiento, de tecnologías de avanzadas, y políticas de estado coherentes entre dicho y hecho, le han permitido a este país ser una de las potencias alimenticias mundiales, mayores exportadores de papa y cebolla y segundo exportados de hortalizas medido en valor.

Los argentinos nos enorgullecemos de haberles ganado la final del Mundial ’78 por 3 a 1, pero la verdad es que en el histórico de enfrentamientos por mundiales estamos empatados (2 triunfos para cada uno y un empate), y en el mundo del agro, definitivamente nos ganan por goleada, tenemos mucho que aprender.

 

Dardo Lizárraga – Director Ejecutivo en Agronegocios – Managing Director

Bibliografía:

La mejor inversión posible… siempre

“…Te propongo que hagamos una inversión fuerte, pongamos TODOS nuestros ahorros en Impuestos, que seguro van a subir…”.

La humorada es conocida y la ironía se potencia más cuando el gobierno discute el presupuesto para el 2019, para ajustar el déficit fiscal, negociando con las provincias, siguiendo la receta del FMI y encarando un año electoral muy complejo, con alto costo político y social básicamente medidos entre pobreza y desempleo.

Tomemos este disparador para hacernos una pregunta fundamental, ¿cuál es la mejor inversión que podemos hacer, cuál sería la inversión ideal? Agreguemos algunos aspectos. ¿Cuál es la mejor inversión que podemos hacer, cuál es la inversión ideal hoy y mañana, aquella que con certeza tendrá un retorno positivo y que superará las expectativas, que irá generando dividendos de manera ininterrumpida, sin generar deudas ni pagos de intereses y capital y en Argentina, independientemente del gobierno de turno que hayamos democráticamente elegido?

Llamemos a 4 expertos para que nos ayuden a responder esta pregunta, y luego usemos el método Delphi para determinar cuál de todas las respuestas es la que reúne las mejores condiciones a esta pregunta fundamental.

El abuelo Alfredo, quien hoy puede suplementar su jubilación con un alquiler adicional, y ha pasado por varias crisis de devaluaciones e hiperinflaciones en este país respondió sin dudar y con la firmeza que le permite su trémula voz que la tierra, los ladrillos y atesorar dólares son las maneras más seguras de proteger los ahorros.

Jorge León quien ha podido a lo largo de los años fundar y llevar adelante una empresa familiar dijo que el ahorro y la reinversión son la base y él recomienda el uso de la fórmula 30/80 – “tratar de ahorrar el 30% de los ingresos y de reinvertir en la empresa el 80% de las ganancias”.

Lisandro, un sofisticado asesor financiero, trazó un perfil de inversor que va desde conservador, moderado, hasta arriesgado y nos recomienda diversificar la cartera entre “activos locales e internacionales, bonos del estado en pesos y dólares, algo de renta fija, acciones de empresas en sectores vinculados a tecnología y energía, y/o economías de países emergente, sin dejar de incluir inversiones en fideicomisos vinculados a economías reales tales como el campo argentino”.

Alejandra, con una mirada de mayor amplitud y perspectiva, responde convencida que la mejor inversión es en la GENTE, en las personas, en educación, formación y capacitación de emprendedores, y mentes innovadoras capaces de co-crear a partir de las relaciones interpersonales. Una visión más que interesante a esta cuestión.

Si recurrimos a Delphi y ponderamos entonces las respuestas es muy difícil ser contundentes. No obstante, considero que la mejor inversión que podemos hacer es un bien intangible, es una inversión en nosotros mismos, en conocimiento. Ese conocimiento que nos permita estar siempre a la vanguardia de los acontecimientos y poder navegar los escenarios de volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad en el que el mundo actual se despliega – (VUCA en inglés por Volatility, Uncertainty, Complexity and Ambiguity).

El conocimiento no es simplemente una dimensión técnica, implica además autoconocimiento, habilidades emocionales para transitar el mundo VUCA. Aumentar el conocimiento sobre uno mismo y potenciar las pasiones como movilizador para llevar adelante proyectos que realmente entusiasmen, esa pasión en una inversión donde el riesgo resulta ser la adrenalina motriz – agregó Alejandra.

Al sumar a nuestras habilidades más herramientas para gestionar y liderar procesos multidimensionales, podremos anticipar los cambios y además ser agentes de promoción y generación de estos, lo que nos permitirá con el tiempo minimizar los riesgos y obtener los mejores réditos en todo aquello que seamos capaces de invertir y aventurarnos, planificando primero y adaptando según las circunstancias las estrategia y acciones que nos permitan ser particularmente asertivos más que exitosos.

Dardo Lizárraga – Director Ejecutivo en Agronegocios – Managing Director de ADBlick Business Consulting
Alejandra Stamponi – HR Business Partner

Ayer, hoy, mañana y como siempre, de la mano del Campo

Se pronostica una cosecha agrícola 2018/19 récord y un escenario favorable para el Agro Argentino. ¡Muchas consultoras prevén una cosecha superior a las 140 millones de toneladas!

Los americanos han comenzado a tener problemas con la recolección de la soja y el maíz. Daría la impresión que los precios van a escalar a la suba. Lo mejor pasa por el maíz que está para una escalada alcista y la proteína cárnica sigue con alta demanda. Sobra soja en Estados Unidos y en América Latina los chinos pagan un plus muy alto para no comprar en Estados Unidos, en el marco de la guerra comercial que llevan adelante con Trump.

Respecto al trigo, no se espera que crezca mucho dado que la seguía no afectó a este cultivo la campaña pasada. Ya se vendió el 85% de la producción ya sea para exportadores o para la industria molinera. Así, la comercialización de trigo en la Argentina avanza sin pausa y el precio ha llegado a superar los U$D 200/ tn.

En lo que hace a exportaciones de carne, este año podríamos estar exportando 12 kilos per cápita, y esa es una muy buena notica. Hay pocos novillos, y esto genera alta demanda y consecuentemente un mayor precio. Se está exportando mucho cerdo, la devaluación dejó con un precio muy competitivo a la carne porcina, todo sube, y dejamos de mirar la importación para mirar al mundo.

Los buenos pronósticos climáticos y el dólar alto, fomentan las inversiones en el sector Agroindustrial ante un escenario que como dijimos, luce muy favorable.

El campo posiblemente aporte más del 1,5% del PBI a la economía nacional en 2019 y será el único sector con crecimiento. Pienso que hay pocos sectores que puedan traccionar y dinamizar la economía de Argentina como lo hará el sector Agropecuario, potenciado por una demanda creciente de alimentos a nivel mundial. El campo con la cosecha de trigo a fines de este año y la cosecha de gruesa a inicios del siguiente, podría darnos una gran mano para gambetear la “crisis”.

Sin embargo, resulta fundamental que como país podamos capitalizar más todavía las ventajas comparativas que tenemos. La Argentina tiene el clúster productivo oleaginoso más competitivo del mundo, más competitivo que Brasil e incluso que EE.UU. El desafío es lograr maximizar el potencial que tenemos como sector. Si a estas ventajas le sumamos “inversión”(en infraestructura por ejemplo, para lograr reducción de costos, de tiempos, mayor eficiencia operativa, etc), “institucionalidad y reglas de juego claras”, “mayor predecibilidad”, indudablemente nos podremos volver a encausar en el camino del desarrollo y crecimiento que tanto necesitamos.

Estamos en un momento bisagra, un punto de inflexión para poder entre todos salir de esta situación que tanto nos aflige. Las políticas de largo plazo son indispensables para optimizar el potencial que el Campo en su conjunto tiene de aquí a los próximos años, con todo lo que ello implica para el país.

A las habilidades o recursos con los que uno cuenta, y que muchas veces vienen dados, debemos generarles un marco para que expresen su potencial. Esperemos que como argentinos podamos hacernos cargo de lograr el país que tanto queremos. De cada uno de nosotros depende.