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Agronomía: Un 2019 a favor del Maíz y el Trigo

Argentina es el tercer país con mayor exportación de Maíz, por detrás de Estados Unidos y Brasil. No obstante, el 2019 fue un año histórico, llegando a la suma de 36 millones de toneladas exportadas.

El incremento de embarques registrado ese año resulta de un 41,3% frente al año récord anterior,  donde entre el 1 de marzo y el 15 de octubre salieron de los puertos argentinos con destino al exterior un total de 27.346.952 toneladas, contra 19.358.458 toneladas embarcadas durante 2017.

Agronomía: Un 2019 a favor del Maíz y el Trigo
Agronomía: Un 2019 a favor del Maíz y el Trigo

Ahora bien, ¿Qué será del ciclo 2020?
Se estima un año en el cual se duplicarán las ventas en comparación al periodo pasado, donde las empresas exportadoras llevan registradas ventas de aproximadamente 11 millones de toneladas, en comparación con el periodo de 2019 donde se registraron 4 millones de toneladas. 

Agronomía: Un 2019 a favor del Maíz y el Trigo

En fin, a pesar de estar por debajo de Brasil y Estados Unidos, se estima que en este año se dupliquen las ventas y , probablemente, estar por encima de Brasil, llegando a ser el segundo país con mayor exportación de Maíz en el mundo.

En cuanto al trigo, en el ciclo 2018/19 se vendieron cerca de 11,3 millones toneladas al exterior, generando un ingreso de divisas de aproximadamente de 2490 millones de dólares, siendo así el valor más elevado generado por el Trigo en los últimos 7 años.

Agronomía: Un 2019 a favor del Maíz y el Trigo
Agronomía: Un 2019 a favor del Maíz y el Trigo

Como bien indica el cuadro, Brasil es el país al cual la Argentina exporta mayor cantidad de Trigo. No obstante, es importante hacer hincapié en la reducción de venta que hubo en comparación al periodo 2018, donde en ese mismo año se vendió un 49% y, el año pasado, un 46%( 575 mil toneladas menos)

Si bien hubo altibajos en ciertos países, donde algunos compraron más o menos en comparación al año anterior, es llamativa la cantidad de Trigo exportada a Indonesia, donde se exportó más de la mitad que en el año 2017/18. 

Uno se preguntará, habiendo reducciones y aumentos masivos en cuanto a la compra de Trigo en dichos países, ¿Que se estimará para el periodo 2019/2020?
Según la Bolsa de Comercio de Rosario, se preveé alcanzar un récord histórico de 13,7 millones de toneladas para la campaña 2019/20. De este modo, el complejo trigo facilitaría a los precios actuales, un ingreso de divisas de US$ 3.000 millones para el año comercial que va de diciembre 2019 a noviembre 2020.

Agronomía: Un 2019 a favor del Maíz y el Trigo
Agronomía: Un 2019 a favor del Maíz y el Trigo

Teniendo en cuenta las condiciones socioeconómicas que el país está atravesando, ¿Será nuevamente el Agro en su conjunto,  el sector que traccione la economía del país?

Más allá de la crisis económica por la que el país está pasando, el Agro no baja los brazos, sino más bien sigue apostando, invierte, se tecnifica y se supera. Mantiene su optimismo en cuanto a las ventas en cantidad y calidad de Trigo y Maíz al exterior, buscando así superarse año tras año logrando un progreso en el país. 

Fuentes:
https://www.lanacion.com.ar/economia/campo/en-2019-fue-record-exportacion-maiz-trigo-nid2322957

https://bcr.com.ar/es/mercados/investigacion-y-desarrollo/informativo-semanal/noticias-informativo-semanal/201920-con

Mirar hacia delante para que las cosas “pasen” y no que “nos pasen”

Ya con la mayoría de las cartas arriba de la mesa, buenas y malas noticias se alternan para la economía de los argentinos. Se siente un escenario como con una pequeña brisa de cola de a ratos, y por momentos como si cambiase el viento repentinamente para soplar de frente y aplacar el entusiasmo.

El gobierno está trabajando para que la tasa en pesos tenga una importante baja y se reactive el consumo. Ya en el mes de enero, miles de argentinos disfrutan sus vacaciones gastando en el país, aunque por otro lado, la inflación de 2019 fue casi del 54% anual. La “herencia” en el nivel general de precios que recibió el Presidente Fernández es muy pesada y genera desconfianza en muchos ciudadanos de a pie acerca de cómo podrá el Gobierno evitar que siga escalando.

Las devaluaciones sucesivas en la segunda mitad de la era Macri se profundizan ahora con el impuestazo y las retenciones generalizadas de Alberto. El ajuste fiscal otra vez se descarga contra las familias y las empresas, a los que una vez más se les aumenta la ya agobiante carga tributaria que sufrimos en “Impuestolandia”. 

Estas medidas apuntan en el corto plazo al regreso de los superávits gemelos y a despejar el riesgo de default. Pueden ser estrategias de urgencia pero más temprano que tarde habrá que corregirlas. Los congelamientos de tarifas y combustibles pueden aliviar el bolsillo en lo inmediato, pero implicarán más subsidios.

Por otro lado, los indicios de una propuesta amigable para reestructurar la deuda hacen subir los bonos en dólares. Sin embargo, los bonos provinciales aún corcovean y encienden luces de alerta en el tablero, aportando volatilidad al mercado. Las acciones deberían tener a su vez un recorrido muy alcista, aunque no debemos menospreciar el Cisne negro que sorprendió a los mercados por la pelea de Trump con Irán que generará todavía semanas de mucha volatilidad en los mercados. La guerra comercial USA vs China pareciera apaciguarse un poco. Nuevamente buenas y malas noticias se alternan para la economía de los argentinos.

Se estima un crecimiento de la economía brasileña en 2020 y 2021, de la mano de privatizaciones y reformas del Estado. Después de atravesar entre el segundo mandato de Dilma y el de Temer un período que los propios cariocas consideran la peor crisis económica por varias décadas, el PBI de Brasil parece recuperar fuerzas. Este escenario podría impulsar a que muchos inversores se ilusionen y vuelvan a traer fondos al mundo emergente. Las privatizaciones de Brasil son muy atractivas y traerían dinero a la región lo que beneficiará a la Argentina. 

En la recta final de la cosecha del trigo, y a la mitad del ciclo productivo de verano, llegaron justo las lluvias que mejoraron notablemente la expectativa de rendimientos tanto en soja como en maíz, y en muchos casos salvaron a los cultivos de fina, por lo que se estima una Campaña agrícola de moderada a buena. 

Vemos que si bien tenemos un contexto local y externo que sigue en movimiento, el contexto internacional será más favorable a priori para Fernández que lo que fue para Macri. Pero independientemente de lo que ocurra “puertas afuera”, “puertas adentro” tenemos que hacer muchas cosas bien, de manera sostenida en el tiempo, para poder así generar hábitos que nos hagan retomar la senda del crecimiento. 

Sin dudas que para reducir la pobreza hay que bajar la inflación y para que caiga la inflación tiene que haber más oferta de productos. A su vez, para que haya más oferta de productos se necesita inevitablemente de mayor inversión…y para seducir a los inversores, se necesitan reglas de juego claras e instituciones fuertes que generen previsibilidad, y un tamaño y peso del Estado menor al que sufrimos… no emitir en forma descontrolada y pagar los compromisos de deuda. De esta manera, una mayor inversión tendrá como correlato más crecimiento, mejora en los ingresos fiscales, equilibrio fiscal, menos endeudamiento o emisión de dinero, y esto retroalimenta la menor inflación y el mayor crecimiento.

Para prosperar, irremediablemente se necesitan reglas claras y espíritu de mirar hacia adelante. Al futuro no se lo debe adivinar, se lo debe forzar, desear y para ello es necesario tener la voluntad de cambiar las circunstancias y la historia para que las cosas se logren. Debemos lograr hacer que las cosas “pasen”, no que “nos pasen”. Las políticas de largo plazo son indispensables para optimizar el potencial que los sectores productivos pueden generar en nuestra economía, con todo lo que ello implica para el país. Esperemos que como argentinos podamos hacernos cargo de lograr el país que tanto queremos. De cada uno de nosotros depende.

Internet en el Campo: ¿Qué dicen los datos del censo y cómo está la Argentina versus otros países?

El Indec dio a conocer los datos del Censo Nacional Agropecuario (CNA) 2018. Las expectativas sobre la información fueron altas, ya que durante un largo período las políticas públicas para el sector agroindustrial se pensaron con la lógica de la información parcial. Hoy el Indec se encuentra transitando un período de recomposición de las estadísticas públicas oficiales argentinas y producto de ese esfuerzo en conjunto con el trabajo del Ministerio de Agricultura contamos con datos del sector que, aunque discutidos, representan un avance no solo por su existencia sino por el cambio en cuanto al paradigma de recolección mediante un sistema de captura, control y seguimiento electrónico con escritura y visualización digitales.

Luego de conocer y analizar los resultados podemos tener la certeza de que la agroindustria es dinámica y diversa. En términos de adopción tecnológica se mezclan las formas tradicionales con desarrollos tecnológicos sofisticados.

Uno de los datos interesantes es que solo el 34% de las exportaciones agropecuarias usa computadora y solo el 35% tiene acceso a internet. A pesar de que, según datos de la Cepal, la Argentina es uno de los países de la región que más políticas públicas implementa para lograr la agricultura digital, los datos del CNA resultan desalentadores en comparación con Brasil, cuya población rural está conectada en un 49% mientras que en Estados Unidos Internet de banda ancha alcanza al 58% de los hogares rurales.

En países como Chile donde el acceso a Internet es aún más dificultoso que en nuestro país, la creación de comunidades virtuales agrícolas fue una herramienta que colaboró con el desarrollo de la competitividad de la agricultura campesina, mejoró el acceso y uso de información relevante para la toma de decisiones, promovió la asociatividad y colaboración entre las empresas y los distintos actores involucrados en el desarrollo sectorial.

La innovación no está solo tranqueras adentro, como tampoco la calidad de la producción se limita al uso de la tierra. Los servicios de logística han demostrado que mediante una aplicación móvil se puede optimizar la demanda de fletes en época de cosecha y en términos de eficiencia las agtech sumaron blockchain para cambiar procesos de medición de calidad de los granos, que habían permanecido estancados durante años. Los eventos biotecnológicos se multiplican año a año, por enumerar algunos de los avances de los últimos años en el ecosistema agtech.

Dentro de sus objetivos el CNA buscaba «identificar un padrón de prestadores de servicios agropecuarios» que hoy son en su mayoría contratistas de maquinaria. En el futuro cercano la medición deberá incorporar una mirada sistémica del sector agroindustrial y considerar dentro de este rubro a las startups, como prestadoras a las agtech de servicios de monitoreo de riego, utilización de sensores y drones o las de polinización, que si bien son minoritarias contribuyen al desarrollo de una agroindustria sustentable, una de las demandas más fuertes que llega hoy al sector.

Desde hace 15 años acompaño a empresas agropecuarias en aspectos impositivos, contables y financieros. Nuestra tarea es asesorarlos con información en mano, es por eso que nos resulta sencillo reconocer el valor del censo, sobre todo los progresos para poder generar información para la toma decisiones de manera comparada y agregada. La exclusión del mundo rural en materia digital es una debilidad productiva, financiera y comercial que afecta directamente la competitividad de las empresas agrícolas. El lema del CNA 2018 fue «El futuro desde las raíces» con los resultados. Ya conocemos las raíces, el desafío es no darle la espalda al futuro, nuestra garantía para la sostenibilidad.

El autor es socio de Barrero & Larroudé
Por Juan Manuel Barrero
LA NACION

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Gran potencial para el futuro: Energía Solar

La escasez es un término relativo, debido a que se miden los recursos en comparación a las necesidades que se pretenden satisfacer, y, en este sentido, esos recursos son siempre insuficientes para cubrir todas las necesidades y deseos de la sociedad. Es por ello, que buscamos constantemente recursos que sean inagotables, la tecnología nos ha ayudado a encontrar estos métodos, pero esto no significa que hayamos encontrado los mejores, todavía hay mucho potencial. 

Desde el punto de vista ambiental, la energía solar es inagotable y no genera gases producto de la combustión, lo que la hace teóricamente muy atractiva. Sin embargo, una de sus limitaciones puede darse por la misma tecnología con la que contamos hoy en día. Su eficiencia es muy baja, lo que requiere ubicar los paneles en lugares de gran radiación solar y pocos días nublados. Los campos de energía solar suelen estar alejados de los centros poblados, ya que se encuentran en zonas desérticas. Sin contar con que requieren grandes superficies para su funcionamiento, impidiendo el desarrollo de otras actividades, lo que limita también los lugares donde pueden instalarse. 

En general, el uso de la energía solar se limita a instalaciones en viviendas individuales y en pequeñas poblaciones. Como ocurre con la energía eólica, esta fuente de energía es complementaria de otras, ya que no genera electricidad durante la noche o disminuye mucho su eficiencia los días nublados o en el invierno.

Hay muchas posibilidades de crecimiento frente a estas técnicas de energía renovable, pese a sus limitaciones. Depende de nosotros y los drivers que nos motivan para ver cuánta energía queremos dedicarle a este tipo de recursos. En el cuadro se observa la composición de la matriz renovable (%) y energía total generada durante el transcurso de los años 2016 hasta 2019. La energía solar tiene un protagonismo muy pequeño, casi nulo, lo cual puede significar muchas cosas. Si miramos el vaso medio lleno, me gustaría pensar que supone una posibilidad de crecimiento exponencial.

La escasez es un término relativo, debido a que se miden los recursos en comparación a las necesidades que se pretenden satisfacer, y, en este sentido, esos recursos son siempre insuficientes para cubrir todas las necesidades y deseos de la sociedad. Es por ello, que buscamos constantemente recursos que sean inagotables, la tecnología nos ha ayudado a encontrar estos métodos, pero esto no significa que hayamos encontrado los mejores, todavía hay mucho potencial. Desde el punto de vista ambiental, la energía solar es inagotable y no genera gases producto de la combustión, lo que la hace teóricamente muy atractiva. Sin embargo, una de sus limitaciones puede darse por la misma tecnología con la que contamos hoy en día. Su eficiencia es muy baja, lo que requiere ubicar los paneles en lugares de gran radiación solar y pocos días nublados. Los campos de energía solar suelen estar alejados de los centros poblados, ya que se encuentran en zonas desérticas. Sin contar con que requieren grandes superficies para su funcionamiento, impidiendo el desarrollo de otras actividades, lo que limita también los lugares donde pueden instalarse. En general, el uso de la energía solar se limita a instalaciones en viviendas individuales y en pequeñas poblaciones. Como ocurre con la energía eólica, esta fuente de energía es complementaria de otras, ya que no genera electricidad durante la noche o disminuye mucho su eficiencia los días nublados o en el invierno. Hay muchas posibilidades de crecimiento frente a estas técnicas de energía renovable, pese a sus limitaciones. Depende de nosotros y los drivers que nos motivan para ver cuánta energía queremos dedicarle a este tipo de recursos. En el cuadro se observa la composición de la matriz renovable (%) y energía total generada durante el transcurso de los años 2016 hasta 2019. La energía solar tiene un protagonismo muy pequeño, casi nulo, lo cual puede significar muchas cosas. Si miramos el vaso medio lleno, me gustaría pensar que supone una posibilidad de crecimiento exponencial.

Dentro de la Puna jujeña hace ya dos años, surgió una iniciativa llamada Omaguaco, donde buscaron trabajar con las comunidades rurales y ofrecer herramientas a los pequeños productores de economías regionales para revalorizar su cosecha y disminuir el descarte agrícola a partir de energías renovables. Utilizan principalmente la energía del sol, con la cual producen una variedad de alimentos.

Dicho sistema consiste en integrar un colector tipo horno solar concentrador, realizado en medio barril con interior de acero inoxidable que refleja los rayos solares concentrando el calor en su eje principal. El aire circula entre las bandejas y es extraído arrastrando la humedad por un molino de viento tipo eje vertical. Se pueden cocinar varios alimentos, entre ellos se hace una gran variedad de sopas. Un método innovador que ha ayudado a muchas personas y familias.

Las estimaciones de Omaguaco apuntan que en el país se descarta alrededor del 30% de la producción agrícola. Y de las 600.000 hectáreas de agricultura familiar unos 180 millones de kilos de hortalizas van a la basura que, con los deshidratadores solares, se pueden convertir en 720 millones de platos de sopa.

Este es solo un caso de lo que se puede generar con muy poco, ayudando a un gran número de personas e impactando positivamente tanto en las personas como en el ambiente. Esto es solo el comienzo.