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Cómo sumarse a la renta del campo: opciones para el «inversor de a pie» que quiere dolarizar su capital

El sector agropecuario suele despertar el interés de inversores que quieren diversificar sus ahorros. Y no siempre es necesario partir de sumas muy abultadas, incluso se puede comenzar a operar totalemente en pesos, pero en activos que cotizan en mercados internacionales.

Así, en los últimos tiempos viene proliferando la alternativa de participar en negocios agropecuarios desde afuera del sector. En especial porque hay quienes se dedican a buscar estas alternativas. «Vemos un interés creciente del inversor minorista, el inversor de a pie, que quiere sumar en su cartera a los negocios agropecuarios», explica Ana Laura Callero, Directora de Inversiones y Comunicación de ADBlick Agro y refuerza la idea de que no son muchos los operadores que se enfocan en este segmento de  «acercar las oportunidades de inversión del campo al público en general».

La firma lleva más de 15 años en el mercado. «Nuestra forma de trabajar se basa en hacer análisis de oportunidades, y en la medida en que vemos oportundades de negocios, las operamos».  Y esta característica los posiciona en un lugar destacado, en tanto la firma no opera como meros colocadores de la inversión, sino que son quienes llevan el negocio adelante.

– ¿Cómo es el modelo para acceder al negocio?

Ofrecemos información online y en la medida en que te pongas en contacto, un ejecutivo de venta se pone en comunicación. Para ofrecer participación necesitamos conocer ese cliente y sus expectativas. Es clave el asesoramiento y por eso se asigna un ejecutivo avezado en inversiones quien va a llevar al cliente de la mano todo el proceso.

– ¿Cómo llegan los clientes? ¿Ven más derivados desde los canales online?

– Quien decide invertir llega por redes, plataforma, o llamando a la oficina. No vemos que lleguen demasiados interesados por los canales online. Conservamos más el modelo persona a persona La realidad es que somos muy buenos capturando clientes por el boca en boca, porque nos conocen en el agro o en el mundo de las inversiones.

– ¿Con cuántos clientes trabajan?

– Operamos 60 millones de dólares con expectativas a crecer en 80 millones de dólares y esto está dividido en 2000 inversores únicos.  Nuestro target es la persona de a pie que en definitiva ya está «invertida» en otras cosas , es decir que eventualmente tiene algo más resuelto su día a día y, tal vez, ya está participando en una inversión de real state, por ejemplo.

Ese es el inversor que está en condiciones de diversificar su cartera. Recomendamos tener entre el 5 y el 20% de patrimonio invertido en productos agropecuarios. Y entre nuestros seguidores hay ejecutivos de compañías, personas del mundo del agro, patrimonios significativos que deciden poner dinero en esto productos y, a través de los Fondos Comunes de Inversión, personas mucho más de a pie, que con ticktes más bajos pueden acceder masivamente, al igual que las inversiones institucionales.

– ¿Cuáles son los productos agrícolas que tienen disponibles y cuándo se habilitan?

– Nuestros productos se abren en general anualmente y tienen un período más largo que los fondos. ADBLICK agro es nuestro producto de siembra de soja y oleaginosa. En general se abre en general en marzo y se cierra el capital entre septiembre y octubre. En ese período cualquiera puede participar en la campaña en curso. Sin embargo, el FCI, por su naturaleza pública, tiene una suscripción de 15 días y en general, la ponemos entre agosto y septiembre, mirando más la macro que el mercado mira. Así podríamos decir que, entre marzo y octubre tenemos todo el abanico de productos.

– ¿Cuál es el valor del ticket?

– Respecto del valor del ticket, al igual que el plazo y la renta dependen de los productos. En granos, ese producto en general es con un piso de 10.000 dólares (integración en pesos al tipo de cambio oficial).  La permanencia mínima en un ticket de 10 mil dólares es de 3 años y si el ticket es de 30 mil dólares, la permanencia mínima baja a 1 año. Pero la renta es anual y es variable, donde el inversor es partícipe del negocio. Esto significa que, si al negocio le va bien ganás, pero si le va mal perdés.

– ¿Qué pasa con los proyectos ganaderos? 

– Para ganadería tenemos un producto de recría y terminación que empieza con la zafra de terneros en febrero y se extiende hasta octubre. Es un producto en pesos, también tiene una renta anual y ese producto hoy está bastante asociado a quienes quieren tener un producto en pesos o son ganaderos.

– ¿Con qué capital se puede ingresar en el negocio ganadero?

-El mínimo de la inversión es 500 mil pesos.

– ¿Qué otros productos hay disponibles?

– Olivos es la finca más grande de Mendoza de producción de aceite y aceitunas. El que quiere participar compra simbólicamente -porque en realidad compra cuotas parte-, desde 1 hectárea de $10.500 dólares (oficiales) y ese ciclo es bastante más largo. Ofrece una renta variable todos los años, pero una apreciación del activo, porque dado que uno tiene un derecho sobre la tierra, con el correr del tiempo ese activo también se va a revalorizar.

Hay esa doble mirada sobre esta inversión, con lo cual el que apuesta a este proyecto tiene una visión a largo plazo, con la renta en expectativa menor, pero con inversores que buscan perdurar en el tiempo.

– Y tienen también un proyecto novedoso de hidroponia …

– Hidroponia ese proyecto es nuestro proyecto hot. Ahora no está abierto el capital. Lo lanzamos en la pandemia e instalamos en ese momento también el invernadero, por eso tuvo sus desafíos particulares al tratarse de una tecnologia importada. Tiene 1 hectárea de superficie y tecnologia de punta para apuntalar la producción.

– ¿Cómo es incorporar la sustentabilidad en este proyecto?

– Hidroponia tiene muchas ventajas competitivas dado que propone un uso racional del agua y los agroquímicios. También hay una mejora en la huella de carbono porque se produce muy cerca de donde se consume y de los aeropuertos desde dónde se podría exportar. Hoy los inversores miran innovación y lo que tiene que ver con la sustentabilidad o con producir innovadoramente. Ahora no está abierto, pero pensamos que hacia fin de año vamos a volver a lanzar el montaje de un segundo invernadero.

Ahí la idea de inversión también es distinta, dado que quien participa se está sumando a una startap y, en términos generales asume un poco más de riesgo, esperando captar una oportunidad mayor en términos de rentabilidad, aunque también es un producto que requiere esperarlo.

– ¿Cómo leen la macro este año? ¿qué se puede esperar del negocio agropecuario?

– Tenemos una filosofía de estar sobre las variables que podemos manejar y muy atentos a las variables que no podemos manejar. A nosotros nos fue muy bien el año pasado, incrementamos el capital que administramos. y también productivamente. Granos tuvo una renta cercana al 20% dólar linked, que no es una renta stándard, porque en general en granos podemos esperar una renta que vaya de 11 a 13% dollar linked anual.
Creemos que 2022 va a ser muy parecido al 2021. Va a haber pesos circulantes, con una presión sobre el dólar oficial con lo cual la gente va a querer dolarizarse con vehículos no tradicionales. Esperamos buenas rentas y estimamos que los clientes no van a querer salir de los productos en los que están invertidos por temas de la macro. En general, auguramos un año de crecimiento, tal vez ralentizado porque los números de la macro,

La cabeza del inversor que quiere sumar desde la producción

Luego de la charla, queda claro que ya no es necesario vivir en el campo, haber heredado hectáreas o ser productor para tener inversiones en el agro, sino que hay diversidad de oportunidades, así como riesgos que asumir para cualquiera que tenga un capital. Pero, como bien dice Callero, «invertir en el campo requiere un conocimiento que es importante», y aquí es donde resulta determinante contar con «socios» estratégicos, que conozcan el sector y sus particularidades.

La industria agropecuaria siempre estuvo en la agenda política. El campo es una industria pujante y es un secgtor que interviene en todos los números de la Argentina. «Claramente el inversor que mira este negocio apoya al campo, a la producción y a la Argentina», concluyó la directora de inversiones de Adblick Agro.

Fuente: https://www.perfil.com/noticias/economia/como-decidir-una-inversion-en-el-campo-si-uno-vive-en-la-ciudad-y-no-conoce-el-sector.phtml

Día del Inversor: La Industria Porcina

Fenoglio: “El sector porcino en Argentina tiene mucho para crecer: es muy productivo con una alta conversión de alimentos y tiene menos impacto en el medioambiente”

La semana pasada se realizó un encuentro organizado por ADBlick Agro en el que destacados referentes del sector porcino analizaron el panorama actual de la actividad y plantearon desafiantes objetivos a futuro de este rubro con amplio potencial.

De la charla participaron Adolfo Franke, presidente de la Asociación Argentina de Productores Porcinos (AAPP) y Productor Porcino, Lisandro Culasso, director y socio fundador de ISOWEAN SA, vicepresidente de Cámara Productores Porcinos de Córdoba, Daniel Fenoglio, presidente de Cabaña Argentina y Presidente de CEPBA (Cámara de Empresarios Porcinos) y Sofia Garcia, a cargo de la Internacionalización del Sector Porcino desde GEPA, Grupo Exportador Porcino Argentino.

José Demicheli, CEO de ADBlick fue el moderador y Roberto Vassolo, director del Programa EME en Liderazgo Estratégico, y el Programa Doctoral en Dirección de Empresas del IAE Business School estuvo a cargo de las conclusiones finales.

Fenoglio centró su exposición en el escenario actual del sector. “Hasta 2019, año en el que apareció la peste porcina, el cerdo era la proteína animal más consumida del mundo después del pescado. Ese año, se diezmó la producción de China, que es el mayor productor de cerdo en el mundo y el pollo ocupó ese segundo lugar”. En este contexto, el especialista afirma que, en lo que se refiere al consumo, hay mucho camino por recorrer. “En Argentina consumimos unos 15 kg de carne porcina por año. A su vez, tenemos mucho que trabajar en producción y exportación. Se trata de un sector muy productivo con una alta conversión de alimentos. Otro punto a favor es que no tiene el impacto en el medioambiente que tiene la producción de rumiantes”.
Finalmente, enumeró las condiciones que se necesitan para producir entre las cuales destacó: el agua en cantidad y calidad, extensiones de tierra, producción de granos a bajo costo, conservación del medio ambiente y cuidado del bienestar animal. “Hoy en día tenemos muy baja densidad de cerdo por km2, pero tenemos todas las condiciones para poder crecer”.

A continuación Adolfo Franke habló sobre los desafíos del sector. “El consumo tuvo que superar algunos mitos que tenían que ver con enfermedades de la carne y su cocción. Hubo campañas muy exitosas y en el periodo 2018-2021 la producción aumentó un 12%”. Más adelante aportó su visión acerca de las principales debilidades de este mercado. Mencionó la existencia de una cadena poco madura y una producción poco integrada, la falta de interés asociativo y de integración, una industria focalizada en el consumo interno y la escasez de mercados internacionales abiertos. A su vez señaló amenazas como la inestabilidad macroeconómica, la falta de financiamiento e impuestos con impacto negativo para la inversión, una mirada social negativa sobre la cría de cerdos y la posibilidad del ingreso de enfermedades desde el mercado externo. “Argentina siempre es proclive a llegar tarde a todo, no lleguemos tarde en esta oportunidad” concluyó.

A su turno, Culasso explicó cómo funcionan los sistemas de producción porcina modernos y como en los últimos años se pasó de un sistema de unisitio a multisitio por un riesgo sanitario y por la capacidad de crecimiento. “Argentina es uno de los mejores países del mundo para producir cerdos debido a la disponibilidad de alimentos y espacio. Hoy hay granjas que superan los 4000 kg por madre por año e inclusive más. En nuestro país tenemos altos estándares de producción. Lo que falta es planificación”. A su vez explicó un novedoso sistema que lleva adelante la empresa que dirige. “Es un modelo por medio del cual nos asociamos con productores agrícolas que querían entrar en el negocio. Nosotros proveemos los lechones, el asesoramiento técnico, los productos veterinarios, los núcleos y preventa y el productor construye las granjas de engorde, incorpora el maíz y la harina de soja, pone la mano de obra, las instalaciones, la energía y servicios. Se hace una liquidación mensual y de acuerdo al aporte de costos de cada una de las partes, se dividen las ganancias”.

Luego, Sofia Garcia profundizó sobre la internacionalización del sector porcino argentino. “Se trata de un proceso complejo y completo que se inicia desde la sanidad, pasando por cada eslabón para que el país pueda hacer acuerdos con otros países que permitan la apertura de mercados, la habilitación de establecimientos, el cierre de acuerdos y que el dia de mañana posibiliten la negociación de condiciones para posicionarnos mejor en los mercados de destino”
Garcia explicó que para que Argentina pueda crecer como productor y exportador de carne porcina, es necesario superar distintos obstáculos vinculados a los estándares de calidad, la evolución del mercado de importación y exportación y el énfasis en la bioseguridad. “Se trata de un sector en el que estamos expuestos a crisis vivas. Si solamente me proyecto para exportar, ante una crisis biológica, cuando me tengo que replegar, no tengo mercado interno. Entonces tengo que desaparecer o reducirlo drásticamente. El punto de equilibrio de un sector vivo tiene que estar en el mercado local”

Para dar cierre al encuentro, Roberto Vassolo, remarcó que el éxito viene de la mano del trabajo planificado y sostenido en el largo plazo y que la cadena de valor porcina es un ejemplo de eso. “El sector relacionado con alimentos en Argentina es un modelo. Me llena de orgullo lo que han hecho”.

“En Argentina es hora de empezar a ser exitosos a pesar de Argentina. El contexto siempre nos pone trabas. Es necesario tratar al menos tres ejes: los costos logísticos, costos impositivos y financiamiento de capital. Nuestra prioridad es abrir mercados pero a largo plazo, necesitamos abordar estos temas con el sector público. No puede ser que sea más caro transportar la producción a los puertos que del puerto a otros países”. Finalmente habló sobre la opinión pública que muchas veces maltrata al sector empresarial. “Para mí este sector es un héroe que vive en una maraña regulatoria increible. Es necesario empezar a decirle a la sociedad lo que es hacer negocios en Argentina”.

José Demicheli agradeció a los presentes por estas miradas fundamentales y anticipó que desde ADBlick están mirando con detenimiento y aprendiendo cada día un poco más del sector.

Mira el evento completo aquí: https://www.youtube.com/watch?v=Yc7sKUL7rO8&list=PLhLUOno0hjTLRx1_HY_7ofLOVHsyq_1TH&index=1 

Insumos: el reemplazo progresivo de químicos por biológicos, un cambio importante que pide la industria

La variable insumos dentro de un negocio de granos tiene un impacto de un 30%. En el caso de ADBlick Granos, este porcentaje equivale a unos 11 millones de dólares anuales. Si no somos eficientes y sustentables, y aplicamos las dosis en el momento justo, cada error afecta de manera directa en la merma de rinde ya sea por sobrecostos por resiembra, sobre o sub fertilización o ineficiencias en el uso de los fitosanitarios. El número es muy fino y las ecuaciones son múltiples. 

 A la hora de comenzar cada campaña, febrero de cada año, debemos tener planificado el plan de acción a realizar en cuanto a insumos y no actuar sobre la marcha. La elaboración de la estrategia de compras y abastecimiento de insumos tiene que ver con conocer cuál es la necesidad al inicio de la campaña de acuerdo al plan de siembra. 

A su vez, de la misma manera en la que podemos encontrar en la comercialización de granos mejores condiciones comerciales y financieras a las que se accede por su volumen y estructura; y generar lo que llamamos trading, se puede pensar a los insumos de manera similar.

Con estos objetivos en mente, cada inicio de campaña, nos ponemos en contacto con cada uno de nuestros proveedores estratégicos -empresas líderes y distribuidores-, para planificar el volumen de insumos que necesitamos para que nos coticen qué insumos son más competitivos y así evaluamos precios, calidad, abastecimiento, logística y demás.

A estos proveedores los llamamos “estratégicos” ya que con el correr del tiempo, han pasado a ser una especie de socios con los que venimos trabajando desde hace muchas campañas en conjunto, permitiendo que haya retroalimentación. Muchos de ellos incluso invierten en nuestros proyectos. De esta manera, ellos pueden trabajar nuestras necesidades desde el comienzo de campaña para poder mejorar así, las condiciones que nos ofrecen.

Vale aclarar que, a la hora de elegir a nuestros proveedores, aplicamos nuestro slogan, muchas veces mencionado, de alinear intereses. Por supuesto que queremos obtener las mejores condiciones, pero queremos que toda la cadena de valor se vea beneficiada. Para que estas relaciones funcionen en el largo plazo, debe existir la idea conceptual de cooperación y sinergias para que ambas empresas ganen. A partir de ahí, se evalúan cuestiones vinculadas con asegurar el abastecimiento de insumos clave, niveles de precios para tomar o no posición, análisis de contexto -escasez, alza de precios- y condiciones financieras -oportunidades, liquidez, tipo de cambio.

Una vez obtenidos los insumos, trabajamos para estar al tanto de la tecnología que esté disponible en el mercado para eficientizar su uso. Con tecnología me refiero, por un lado, a digitalizar y ambientar los lotes para la creación de los planteos técnicos, realizar ensayos a escala y generar información útil para aplicar tecnologías de agricultura de precisión. Y por el otro, a romper con el esquema tradicional de utilizar 100% insumos químicos en los planteos productivos.

Esto surge en un contexto donde vemos una mayor demanda de alimentos que provengan de una producción agrícola sustentable, como también de la necesidad de lograr una mayor trazabilidad. Desde ADBlick Granos consideramos posible reemplazar en el corto/mediano plazo, parte de los insumos químicos por insumos biológicos. 

Si bien se trata de una materia en desarrollo y que tiene que ver con innovación, ya estamos trabajando en vincularnos con empresas que disponen de la tecnología, estructura y conocimiento para la elaboración y formulación de este tipo de insumos, permitiéndoles a través de nuestro plan, ensayarlo y mejorarlo a escala con nuestro capital -técnico, comercial. De esta manera, se genera un esquema de retroalimentación en donde ambas empresas buscan el beneficio mutuo.

Cabe destacar que en la actual campaña estamos trabajando en 20.000 hectáreas con productos biológicos, buscando mejorar la sustentabilidad, inocuidad de alimentos y producción. Esto generará mediciones y nos permitirá tomar conclusiones.

En cuanto a lo comercial, desde nuestra empresa contamos con un gran poder de compra en cuanto al acceso a condiciones diferenciales con la estructura actual, de las que otros productores no podrían acceder por su cuenta. Esto nos permite pensar en potenciar, por ejemplo, las asociaciones que hacemos con otros productores que llamamos aparcerías.

Asimismo, podemos estimar que a mayor superficie de siembra -ya sea en producción tradicional, aparcerías o en otras alianzas-, mejora el poder de compra de insumos, lo que implica menores costos comerciales, de estructura y mejores alianzas con proveedores estratégicos -por ejemplo, biológicos-

Por Juan Martin De Vincenti,
Responsable del área de Insumos y logística de ADBlick Granos

¿Cómo sigue lo del cierre de exportaciones a la carne?

El gobierno ha estado negociando con la industria frigorífica un acuerdo para una apertura parcial de las exportaciones. Los representantes de la producción no fueron invitados a esa negociación. El ministro Kulfas anuncia su deseo de “subir la producción de carne de 3 a 5 millones de toneladas” así alcanza para todos. Y además hacerlo con retenciones, con limitación a las exportaciones en volumen y en tipo de cortes, y con la amenaza de revisión periódica (o sea que si lo consideran necesario se vuelve a intervenir el mercado). ¿Realmente piensan que de esa forma van a estimular las inversiones y el crecimiento del rodeo? No, todos sabemos (ellos también) que eso no va a ocurrir. La carne es débil.

Tensiones crecientes
Si por algún motivo se mantiene una baja sostenida y generalizada de las cotizaciones de granos, aumentarán las tensiones entre los productores y el gobierno. Por un lado, los productores percibirán en su menor rentabilidad los efectos de distintas medidas y resoluciones enmascaradas por el alza del precio de los granos (desacople entre precio interno e internacional, falta del precio de paridad, cierre de exportaciones, retraso del tipo de cambio) y que hoy parecieran no pesar tanto. Y por el otro lado, al gobierno comenzará a faltarle ese “plus” en la recaudación generado por la combinación de producción y aumento de precios. Plus recaudatorio para el cual el gobierno no hizo nada, salvo aumentar las retenciones y un sinnúmero de medidas tendientes a desincentivar la producción. Parte de esa tensión puede reflejarse en el corto plazo en un menor ritmo de venta de lo ya cosechado, y en el mediano plazo en una caída global de la producción. Si eso sucede la pérdida de recaudación será por dos efectos, precio y producción. Se comenzará entonces a escuchar que los productores retienen la mercadería, que son especuladores, que no liquidan divisas, etc., argumentos ya utilizados y que casualmente hoy no se escuchan. Y todo esto en un año electoral, donde las medidas, resoluciones y leyes apuntan a captar votos sin importar el efecto negativo que puedan generar a mediano plazo en la producción y en las inversiones. Los precios altos son un “retardador” de tensiones que actúa como efecto anestésico temporal sobre ambas partes. Pero la realidad se termina imponiendo.


Alejandro Meneses + Teo Zorraquín
Fuente: Apuntes para empresas Z+M

El negocio de la aceituna: cosechas récord, exportación y ventajas comparativas

Desde que empezó la pandemia, fueron muchos los productos agrícolas, que a nivel mundial, sufrieron el impacto del covid.

Algunas condiciones climáticas de nuestro país, permitieron obtener cosechas y rindes sin precedentes en algunas zonas mientras que en otras se vio fuertemente afectada la oferta, redundando en un oferta global entre 30 y 40% menor. En las zonas donde la cosecha fue récord, el partido se jugó entre aquellas que pudieron mecanizar la cosecha y las que dependen sólo de la cosecha manual. Éstas últimas perdieron grandes oportunidades por no poderlas cosechar en tiempo y forma, por la falta de mano de obra.

El negocio olivícola, al igual que muchos otros negocios productivos, se vio afectado ya que cada día son más las plantaciones que no pueden cosechar en tiempo y forma por problemas a la hora de la cosecha manual, ya sea por los costos o por la disponibilidad de recursos humanos.

En el caso de España, cuya cosecha se realiza en gran parte a mano, el negocio fue seriamente afectado por la falta de mano de obra, donde la falta de un protocolo específico para el sector, sobre todo para los albergues de trabajadores temporales afectó seriamente la capacidad de cosecha, y por tanto la producción. 

Argentina es el quinto exportador mundial de aceite de oliva y además, se trata de uno de los pocos commodities que cotizan en dólares. En un contexto en el que los principales jugadores del mercado mundial están siendo afectados, nuestro país se está posicionando muy bien y cuenta con una gran oportunidad que reside en la contra estacionalidad.

Por su parte, el precio del aceite de oliva y la aceituna de mesa que venía de precios bajos alcanzó niveles muy superiores a los estimados. Al mismo tiempo, aunque se esperaba una excelente cosecha en España (productor del 65% del aceite del mundo), el rendimiento industrial promedio (cantidad de aceite que se obtiene por un Kg de aceituna) fue de 25% menor a la media histórica 

La zona de Almazara, que suele tener un 22% de rendimiento industrial, obtuvo 17%, es decir 24% menos de aceite. A esto se le agregó que el ingreso del invierno en España fue abrupto, dando fin de manera temprana a la cosecha (al menos de aceite de calidad). 

En la localidad de Rivadavia, Mendoza, ADBlick, empresa que gestiona proyectos de inversión en el agro argentino, cuenta con un proyecto de producción de olivos en la finca más grande de la provincia, ubicada en una  zona del país óptima para producir aceite de calidad Premium. 

Actualmente están cosechando y proyectan tener una producción récord de 2.100 toneladas de aceituna de mesa y 3.000 toneladas destinada a la elaboración de aceite de primera calidad. “Luego de la campaña pasada, caracterizada por las interrupciones del COVID, se anticipó y planificó al detalle la campaña actual. Se trabajó para que no falte capacidad de cosecha, de camiones ni clientes y los resultados están siendo excelentes” explicó Andres Oliver, Director de operaciones, de ADBlick Agro y Líder del proyecto olivos

 “El principal costo que tiene es el costo del tiempo, pero hoy el proyecto ya tiene esa antigüedad. A partir de ahora la diferencia es entrar a un negocio de pozo y tener que esperar a que produzca o a uno llave en mano y con el adicional de que, si tenemos en cuenta el dólar billete y la brecha cambiaria entre el oficial y el paralelo, se está pagando más barato de lo que costaba en pozo en su momento” destacó Oliver.  El negocio está estructurado como un fideicomiso, al que se puede ingresar con un ticket de 10.400 USD a valor oficial -que equivale al costo de una hectárea.

Andrés Oliver,
Líder de proyecto ADBlick Olivos