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El fulbito del Liderazgo Emocional

Años atrás, mientras conducía de regreso a mi casa, escuchaba por la radio la entrevista a una mujer, era cardióloga experta en cirugías infantiles. El periodista curioseaba sobre cómo ella llevaba los casos delicados, respondió “…te doy un ejemplo… A Pedro y su familia los conozco desde antes que él naciera, le diagnosticaron intrauterinamente una mal función de la válvula tricúspide. A horas de nacer lo llevamos al quirófano para la primera intervención. Acompañé a Pedro hasta sus 8 años cuando le dimos el alta después de más de 12 cirugías. Lo que vivimos con sus padres, Malena y Ricardo, fue un camino de amargura y padecimiento, pero al final una enorme victoria de la vida, de la ciencia y de este pibe que tiene una fortaleza gigantesca…”. “¿Ah, pero entonces usted se involucra emocionalmente con sus pacientes?” – preguntó el periodista. “¿Claramente – dijo ella – si no me involucrara emocionalmente con la gente, qué sentido tendría mi vida?”.

Desde entonces este relato ronda mis pensamientos, y lo traigo a colación cada vez que surgen temas de emocionalidad, de inspiración, motivación, manejo de frustraciones o desarrollo de equipos al hablar de liderazgo.
Conocemos el concepto de Inteligencia Emocional como la habilidad para descubrir y reconocer emociones propias y ajenas, manejarlas, crear una motivación propia y con esto gestionar las relaciones interpersonales (“…manage and/or adjust emotions to adapt environments or achieve one’s goal(s). Daniel Goleman – Harvard University). La idea misma de ponerle inteligencia a las emociones es algo contradictoria. Me cuestiono si a las emociones debemos gestionarlas, clasificarlas, organizarlas, etiquetarlas y hacerlas “más eficientes”, o a las emociones solamente debemos sentirlas, disfrutarlas, apreciarlas y compartirlas.

Tenemos diariamente muchas oportunidades para liderar, independientemente del empleo o cargo que uno tenga, me refiero a liderar en el trabajo o en casa, con la familia, como alumno, con amigos, en la calle. Liderar como el proceso de influencia positiva sobre las personas, incluidos nosotros mismos. ¿Somos capaces de influenciar/nos genuinamente “gestionando” nuestras emociones, o lo conseguiremos en realidad si llegamos al corazón, tocamos esas fibras de vida que generan un cambio permanente?

Sentirse y mostrarse feliz, entusiasta, alegre, optimista, enganchado con un proyecto y una visión atrae, convoca, anima al movimiento, alienta al esfuerzo, estimula la creatividad, construye, suma y suma, y al sumar multiplica. Es cierto que los antónimos generan exactamente lo opuesto, desalientan, destruyen…restan, pero son parte de la vida misma, y la verdadera fortaleza radica en poder sobreponerse ante estas dificultades.

Estoy convencido de que es posible emocionarse y disfrutar el día a día cargado de responsabilidades (estrés, horarios, reuniones, mails, tránsito, y cosas que nos pueden perturbar), es posible encarando el día con el mismo espíritu de aquella vivencia de la niñez cuando jugábamos a la pelota bajo la lluvia con nuestros amigos. El partido no era bueno, había golpes, moretones y muchas risas, y sabíamos además que al volver a casa nos iban a regañar por la roña que traíamos y la gripe agarraríamos… pero era tan divertido ese partidito que no lo dejábamos por nada. Imagínate si hubiéramos gestionado nuestras emociones…

Esta idea del liderazgo emocional, es sólo un llamado a la reflexión y a poner las emociones sobre la mesa, a mostrarnos vulnerables llegado el caso, pero fundamentalmente a sentir y vivir las emociones en lugar de “gestionarlas”, a compartirlas generosamente con quienes nos acompañan y tocamos diariamente, a dejar que las emociones también tengan su partido de fútbol bajo la lluvia.

Nueva medida que favorece la transparencia de la cadena ganadera

La mesa de las carnes, comprendida entre otros miembros por dos integrantes de nuestro comité asesor (Board). Establecieron que  a partir del 1 de marzo comenzará a regir un nuevo sistema, con el objetivo de combatir la informalidad en el comercio de las carnes e incentivar a todos los que se esfuerzan en acompañar el proceso de transparencia y equidad.

 

Esta medida se basa en la aplicación de controladores electrónicos de faena (CEF), también llamado “Cajas Negras”, las cuales, son un sistema de balanzas y cámaras de video sincronizadas que permiten capturar datos e imágenes en el palco de faena de todos los frigoríficos y mataderos del país, para transmitirlos encriptados en tiempo real al centro de monitoreo de la Dirección de Control Comercial Agropecuaria.


Por lo que todo establecimiento que al 28 de Febrero no haya adquirido el equipo, sin excepciones, para todos los establecimientos de faena, sin distinción, ni exclusión por tamaño, categoría o localización. No podrá faenar ganado bovino.

 

Por Franco Cartagenova 

Ganadería y cambio climático: Los secretos del manejo que viene

Es claro que hoy estamos viviendo en un contexto en el que el clima está cambiando, o bien presenta mayor variabilidad a la habitual. Es cada vez más común el hecho de notar en las charlas de café que la gente hace referencia a la transición que estamos viviendo hacia un clima más sub-tropical, dejando poco a poco las características de nuestro benévolo clima templado. Esta cuestión implica un aumento en la humedad relativa, tormentas más fuertes e intensas pero, a su vez, más cortas y, por supuesto, un incremento en las temperaturas medias. Sin ir más lejos, hemos pasado un mes de febrero que ha sido realmente agobiante y todo pareciera indicar que estamos en presencia de un verano que va a demorar en irse.

Desde el punto de vista productivo, la ganadería es una actividad que no está exenta de todas estas cuestiones. Como toda actividad de economía real, hablamos de un negocio a cielo abierto sujeto a la variabilidad climática y su impacto. Por tal motivo, al parecer desde la Región Pampeana estamos entrando en una nueva senda de producción en la cual es indispensable plantear un cambio de manejo a causa de cómo vienen presentándose últimamente las variables climáticas más importantes (temperatura, precipitaciones, y humedad relativa).

Hoy, puntualmente, haremos referencia al estrés térmico generado por la última ola de calor que nos viene azotando, la cual ha afectado a la actividad de pastoreo y también a los animales a corral.

En la producción a campo, en primera instancia, es clave que los animales tengan acceso al agua (siempre controlando su oferta y calidad) y a sectores de sombreado. De ante mano, siempre es importante monitorear los pronósticos meteorológicos de corto plazo para poder anticiparse desarrollando planes y herramientas de acción. Otra cuestión a tener en cuenta es la de ir cambiando paulatinamente los horarios de alimentación apuntando a entregar el 45% de la ración lo más temprano posible por la mañana mientras que el restante 55%, lo más tarde que se pueda para evitar la exposición a las mayores temperaturas diarias. Finalmente, es importante tener en cuenta que la suplementación con grano podría contribuir a disminuir las probabilidades de meteorismo espumoso (empaste), sobre todo en animales donde el sistema de engorde base está planteado en pasturas de tréboles.

Haciendo referencia al engorde a corral (feed-lot), nuevamente hay que comenzar priorizando agua y sombra. De esta manera, se debe incrementar el número de bebederos y los espacios en los corrales para brindar agua. A mediano plazo, es importante también efectuar una planificación en cuanto al sombreo. Aquí es sumamente clave tener en cuenta, además, la circulación del aire. Si no hay una buena distribución, el animal puede sufrir en exceso el incremento de las temperaturas. Así, es recomendable moverlos, evitando movimientos excesivos y que los mismos sean después de las 10 de la mañana dado que caso constrario el animal gastaría demasiada energía, sobre todo en presencia de barreras naturales que eviten la circulación de corrientes de aire (forestales, etc.). Finalmente, en épocas de verano con altas temperaturas, una cuestión clave que hace al manejo sanitario es el control de poblaciones de moscas y otros parásitos. Es importante, así, proceder a la limpieza en los comederos, evitando dejar restos de comida en los mismos. Además, la ausencia de agua estancada contribuye a bajar la población.

El horizonte de la ganadería Argentina

Hoy está claro que poco a poco vamos viendo cómo están alineándose las variables para el desarrollo del negocio de ganadería en la Argentina: quita de retenciones a la exportación, aumento de reintegros, sinceramiento del tipo de cambio, etc. Hoy estamos en un mundo en el que la demanda mundial de proteína animal crece día a día, no solo por el aumento de la población sino por la mejora en los ingresos promedio de los habitantes al mudarse hacia centros urbanos; cuestión que implica una mejora en su nivel de vida y cambios en los paradigmas de alimentación.

Todos estos años Argentina ha perdido mucho terreno frente a otros productores de carne como Uruguay, Paraguay, Brasil, Australia y Nueva Zelanda quienes, a diferencia de nosotros, han sabido aprovechar este contexto favorable. La buena noticia es que Argentina hoy es el único país capaz de satisfacer dicho crecimiento de la demanda mundial por sus condiciones agroecológicas privilegiadas, siendo así el cluster productor de carne bovina más competitivo en el mundo. Los restantes países mencionados ya han tocado su techo de producción, o bien, se ven imposibilitados de lograr un animal del standard de calidad que presenta Argentina.

Desde el punto de vista de la producción animal, la alimentación y nutrición son pilares clave; las cuales muchas veces terminan determinando el margen del negocio (costos de formulación de raciones, tiempo de inmovilización del capital por diferentes ganancias diarias de peso, estado de salud de los animales, etc.). Ahora bien, siempre surge el debate sobre si Argentina para retomar la senda del crecimiento debe incentivar el engorde a corral o bien el crecimiento de los animales a campo. La realidad nos indica que esta percepción es errónea ya que no existe un método que sea mejor que otro, sino que en realidad presentan una relación conjunta y se adecuan de acuerdo a cada zona, productor y tipo de animal que se busca obtener.

De esta manera, tanto la producción de carne a través de alimento balanceado como la producción mediante forrajes son complementarias y, por este motivo, no sería ideal para Argentina avocarse al mejor de uno de estos sistemas a expensas del otro. En nuestro país contamos con distintas zonas, en las que la producción va variando de acuerdo a las características climáticas y el tipo de animal que se puede obtener (mercado interno o exportación). Esto implica distintos sistemas de engorde y distintos tipos de alimento (recría a campo en la la Región Pampeana, recría intensiva a corral en Zona de Cuyo, terminación a campo en el Norte, etc.).

Más allá de la importancia de las especies forrajeras en la rotación (cuestión clave a recuperar en Argentina para no perder la capacidad productiva de nuestros suelos), para acompañar el crecimiento de la producción de carne es indispensable el avance en investigación tanto de la formulación de raciones (mejoramiento en valor nutritivo: digestibilidad, consumo y eficiencia en el uso de nutrientes/energía) como de la producción forrajera (mejoramiento genético vegetal, lograr modelos de fertilización) dada la sinergía que implican en conjunto para el desarrollo de un tipo de producción capaz de satisfacer la demanda externa creciente, sin descuidar el mercado interno que resulta tener un impacto determinante puntualmente en nuestro país y en la economía del productor.

Sin complicaciones para la reapertura de EEUU a la carne Argentina

Según los especialistas del Consorcio Exportadores de Carnes Argentinas (ABC), no creen que pueda haber problemas en las negociaciones para la reapertura del mercado de Estados Unidos a la carne argentina, tras la suspensión de la importación de limones del noroeste por 60 días.

Hubo un error en la comunicación de lo que ocurrió con los limones por parte de los medios. Lo que hizo Donald Trump no fue distinto a lo que hizo cuando empezó la gestión de Obama o Bush, los cuales detuvieron todas las decisiones de apertura de mercado para realizar un análisis sobre el tema. Una vez superado ese proceso de estudio va a volver a la normalidad, no se trata de algo en contra de Argentina. El gran problema de la carne Argentina es la informalidad. La industria solo tendrá futuro cuando empiece a regularizarse. Hoy tenemos un alto grado de informalidad, que llega al 50%, que va desde la evasión absoluta de impuestos hasta cuestiones sanitarias. Esto viene desde hace mucho con la falta de los controles estatales.

El 2016 fue un año importante para la actividad donde se pudo revertir la curva descendente en lo que respecta a las exportaciones de carne, por más que no hayamos vendido grandes volúmenes. De todas maneras, éste fue un 20% mayor que el 2015 y si incrementamos el stock ganadero vamos a aumentar el saldo exportable. Año que dio lugar a nuevos proyectos ganaderos de diversos fideicomisos y particulares, donde se notaba un gran potencial.

Los datos difundidos por ABC signaron que el año pasado se exportaron 237.000 toneladas peso res, un 19% más que en 2015, aunque en términos absolutos el aumento fue de 38.000 toneladas peso res. De este total, China adquirió 56.000 toneladas. Esto significó un valor total acumulado de u$s 1.070 millones, que trepó a u$s 1.260 millones gracias al aporte de las menudencias de origen vacuno, un 20% superior al año precedente, a un precio promedio de u$s 4.515 por tonelada peso res, lo que supuso un alza en el mismo de 3,5%. internanual.

Se logró revertir el proceso de estancamiento de exportaciones y con la recuperación del stock ganadero donde se van a tener más saldos exportables manteniendo el mercado interno abastecido.

Por: Javier Lecot | Fuente: infocampo