Comenzó octubre y con él se acercan fechas clave en relación al blanqueo y sinceramiento fiscal. En un año signado por cambios macroeconómicos que favorecieron significativamente al sector agropecuario, los inversores miran a la actividad con buenos ojos a la hora de pensar en activos. Justamente de eso se habló la semana pasada en el encuentro por el día del socio-inversor, organizado por ADBlick Agro en conjunto con AdCap, donde especialistas analizaron las oportunidades y desafíos que se generan a partir de esta nueva ley.
Durante el encuentro, quedó en claro que pagar el impuesto especial con una penalidad del 10% del monto a ser blanqueado no es la única opción, y resaltaron que hay otras posibilidades que podrían redundar en mayores retornos. En ese sentido, bancos de inversión sugieren aplicar el capital a fondos comunes cerrados por un mínimo de cinco años, donde los cuotapartistas gozan del derecho de la distribución de utilidades, la cual está exenta del Impuesto a las Ganancias.
Asimismo, recomiendan prestar especial atención a quién será el agente de custodia, el gestor administrativo y el gestor profesional, como así también tener en cuenta la estrategia propia del inversor. Ese es el caso de AdCap, que desarrolla en la actualidad un fondo común de proyectos productivos ligados al campo. En diálogo con El Economista, Juan Martín Molinari, managing director de Ad- Cap Securities y con una extensa experiencia en Latinoamérica, aseguró que hay mucho interés por parte de inversores gracias a la normalización y a las perspectivas de estabilidad.
¿De qué se trata el fondo común de proyectos productivos para el agro y por qué creen que va a funcionar?
El fondo común de proyectos productivos para el sector agrícolo ganadero es un producto que está principalmente dirigido a aquellas personas físicas o jurídicas que necesitan o quieren participar del blanqueo, aunque quienes no tengan esta necesidad pueden sumarse a la inversión participando con otra clase de cuotaparte. El motivo por el cual decidimos armarlo tiene que ver con que creemos que, dentro de lo que son las inversiones en activos alternativos, Argentina tiene una ventaja comparativa, sobre todo en temas agropecuarios. Si se continúa con el patrón de normalización en todos los aspectos del quehacer cotidiano, consideramos que debería haber un comportamiento bastante bueno a nivel país. Sostenemos que lo que significa el concepto de portafolio y de tener activos en la economía real – siempre con una visión de mediano plazo– también agrega valor. Básicamente, en el sentido del poder instrumentar un medio de inversión que cuente con altos estándares regulatorios y altos estándares en el manejo de las inversiones, con transparencia. Estos factores son también otros alicientes o incentivos para los inversores, en particular para aquellos que no están acostumbrados a invertir en el sector pero que lo puedan llevar a cabo próximamente.
¿Cuál es el grado de aceptación hasta el momento y si se notan interés o acercamiento al proyecto por parte de los posibles inversores?
Dado que por aspectos regulatorios no se puede hacer marketing antes de realizar la primera registración del fondo ante la Comisión Nacional de Valores (CNV), no tuvimos la posibilidad de difundir el proyecto de manera muy concreta. Pero en lo que es un cierto relevamiento preliminar, entendemos que hay bastante interés por participar en inversiones que diversifiquen un poco lo que es un portafolio tradicional de activos financieros solamente.
¿La eliminación de retenciones y de cupos para la exportación que aplicó el Gobierno en diciembre son también incentivos en ese sentido?
Claramente, sí. Al mejorar la ecuación económica de muchos de los negocios en el sector agropecuario el atractivo por este tipo de activos se ha incrementado. Si a eso le sumamos una cierta normalización tanto del comercio exterior, sobre todo en el caso de los granos, y la finalización de los aspectos impositivos en el área, claramente esperamos que la rentabilidad del sector tienda a mejorar, y con una perspectiva de mayor estabilidad. Es lógico que con reglas de juego más claras será más fácil hacer inversiones con un horizonte un poco más largo.
La actividad agropecuaria tiene una gran cantidad de segmentos que son muy rentables en la actualidad, y otros no tanto. ¿Cómo se dividirán las áreas a invertir para optimizar las ganancias?
El fondo que presentamos, en lo que es su objetivo y su estrategia de inversión, va a buscar armar un portafolio de inversiones dentro del sector agropecuario para buscar una ecuación que represente el mejor riesgo retorno para los inversores. Entonces, no va a ser un fondo formado 100% por un pool de siembra, ni tampoco será un negocio volcado 100% a la reconversión de tierra. En concreto, lo que va a ir buscando serán tipos de activos que encuentren el mejor equilibrio. Serán inversiones que van a participar en pooles de granos, en el sector ganadero, en los diferentes estadios de lo que es el sector de la cría y engorde de ganados, y posiblemente también en reconversión de tierras y en otros cultivos que se están analizando, que son muy atractivos desde el punto de vista de la rentabilidad.
Para elaborar el fondo común se asociaron con ADBlick Agro, una empresa que se dedica al desarrollo de productos de alta calidad para el mundo provenientes del campo. ¿Cómo se dio ese enlace?
Como compañía gestora de fondos en principios de activos, nos abocamos esta vez al sector agroganadero, donde no tenemos un know-how acabado. Por eso, decidimos asociarnos con profesionales que tengan un expertise probado en el área. De alguna manera, así, en conjunto con ellos y su asesoramiento, es que definiremos el portafolio de inversiones. Paralelamente, tanto en el caso de los fondos cerrados como también en el de los abiertos, el responsable del manejo será el administrador, que es la sociedad gerente de fondos comunes de inversión. Sin embargo, la sociedad gerente puede subcontratar a asesores expertos en áreas específicas en determinado tipo de activos. En este sentido, la asociación de ADBlick con AdCap se da específicamente para gestionar conjuntamente este fondo.
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Fuente: El economista