El Sorgo es una gramínea que se cultiva principalmente en algunas zonas de Europa, América y Asia como cereal para consumo tanto humano como animal con la producción de forrajes, para la elaboración de bebidas alcohólicas, harinas (pastas, cereales, pan, etc).
Una de sus principales ventajas es que el Sorgo es un cultivo bien simple y seguro: su resistencia a la sequía (con un mínimo de 250 mm, durante el lapso en que se lo cultiva, puede producir granos!) y a las altas temperaturas hacen que sea un cultivo muy importante en muchas partes del mundo de regiones áridas dónde no pueden nacer otros cereales.
Actualmente, este cultivo es cada vez más usado en la producción de bioetanol, siendo con el maíz, el trigo y la cebada de los cultivos más apropiados. Además, al tratarse de un alimento carente de gluten, representa una opción nutritiva para las personas celíacas, con lo cual su producción ha crecido considerablemente durante los últimos años.
A pesar de todas estas bondades, es importante destacar que en la década de los 80s, desplazado por los precios de la soja y el maíz, esta gramínea llegó al punto de casi desaparecer por falta de mercados. Como dijimos, teniendo en cuenta que el grano tolera temperaturas altas y sequías prolongadas donde difícilmente puedan crecer otros cultivos, son quizás estos factores los que le permitieron al Sorgo sobrevivir ante el avance arrollador de la soja en las últimas décadas.
Sin embargo, en los últimos años Argentina se ha convertido junto con Australia y Estados unidos en uno de los países exportadores más importantes de Sorgo Granífero. En nuestro país la importancia del sorgo como parte integrante de un sistema de producción radica en la utilización como grano y forraje para alimento animal y como parte esencial de un sistema de rotaciones para mantener la productividad y estabilidad estructural del suelo. La suerte del Sorgo podría seguir mejorando si el país lograse exportar el grano a China:
El gigante asiático, en muy poco tiempo se transformó, producto de cambios en sus dietas y hábitos, en el principal importador mundial del grano y se espera que para 2015 absorba casi 4 millones de toneladas, la mitad del comercio total.
Es importante mencionar que en países como India, África en su conjunto, China y Brasil (dónde se pueden ver migraciones rurales a las ciudades) la población aumenta considerablemente año a año. De esta manera, podemos proyectar que de la mano de una demografía mundial en aumento, la necesidad de producir alimentos para un mundo que así los implora se intensificará también. Así, con demanda asegurada y por ende también los precios (más allá de los “serruchos”), resulta fundamental optimizar la eficiencia productiva alcanzada para seguir manteniendo el nivel de competitividad. Con una demanda sólida como la China, el sorgo podría plantarse frente a las otras opciones agrícolas que tienen los chacareros y el país lograr una ventana al mundo para seguir generando oportunidades en el Agro.