Archivo de la categoría: Granos

La opinión de expertos en economía y agro sobre lo que viene en la Argentina en 2025: del tipo de cambio atrasado a la soja de US$880

Tipo de cambio atrasado y ruidos políticos en el rumbo de los negocios del agro, bajo la mirada de Andrés Borenstein e Iván Ordoñez; un “cambio cultural” que atraviesa al país y la estrategia para afrontarlo

«Sin inflación, rumbo a la productividad» fue el título del Dia del Inversor que organizó ADBlick Agro y que reunió a un experto en economía y a otro en agronegocios para debatir sobre lo que viene en la Argentina.

Andrés Borenstein, economista senior en BTG Pactual, profesor en UTDT y UBA y experto en macroeconomía, disertó junto a Iván Ordoñez, economista ​​especializado en agronegocios y director del Posgrado en AgTechs de UCEMA. La moderación estuvo a cargo de José Demicheli, CEO de ADBlick Agro, quien introdujo: «Hablamos de una economía sin inflación, en la búsqueda de la productividad. Entendemos que en los últimos años el negocio del agro y de siembras a escalas se distorsionó por un negocio financiero, de búsqueda de brechas y de dólar linked esperando una devaluación. Eso pasó y tenemos un nuevo desafío de hacer negocios en la búsqueda de la productividad».

Demicheli también agregó: «Si la inflación le gana al dólar, tenés inflación alta en dólares y no hay cuadro de resultados que resista. Hubo una inflación a la baja pero mayor al dólar. Los costos en dólares son más altos, el poder adquisitivo del salario real que el Gobierno dice que es muy bueno tiene que venir de la productividad. En ese marco estamos parados. Y más en un negocio de siembras a escala».

¿Qué pasa en la economía?: «No hay chances de que las retenciones vuelvan a subir»

Andrés Borenstein inició su exposición destacando que el programa de Milei tiene tres grandes pilares:

Ancla fiscal: «Es realmente importante». Según el economista, lograron bajar 5 puntos el gasto, algo inédito en un año de recesión. Al principio de la gestión Milei uno se preguntaba si era sostenible, y ahora vemos que si. Con el superávit fiscal las probabilidades de que haya una crisis es menor, no es lo mismo un Estado que se la pasa emitiendo o pidiendo prestado.
Set de reformas estructurales, algo que ya empezó a través de Desregulación, Comercio, etc.: «Se bajaron alícuotas y todos los días hay cosas nuevas. En el mundo de los negocios casi todas las reformas van para mejor, o le mejora la vida a los consumidores o le mejora la productividad y reduce costos a las empresas. Pero todavía falta: reforma laboral, impositiva y previsional, pero lleva tiempo porque necesitan mayorías legislativas. Hay un compromiso a bajar impuestos, al agro le bajaron las retenciones. No es suficiente, pero al final del día vamos a tener más productividad o menos impuestos», repasó.
El tercer factor es la baja de la inflación: «Es la principal promesa de campaña». El pronóstico de Borenstein es de un 23 o 24% para 2025. » Venimos de 211% y 117% y ahora podría ser debajo del 30%. Es atrasando el tipo de cambio, un ancla cambiaria para la inflación».

Con respecto al tipo de cambio, Borenstein resaltó que es clave para el sector agropecuario, ya que, a pesar de estar atrasado, es un fenómeno que ha ocurrido en otros momentos de la historia como en la convertibilidad, algunos momentos de Cristina, Massa, etc. La apuesta es que, con un tipo de cambio atrasado, pero con menos impuestos y mayor productividad, la economía podrá sostenerse.

Además, resaltó que si el modelo Milei funciona el tipo de cambio va a estar atrasado: «Cuando hay un cambio de régimen y una estabilización exitosa el tipo de cambio te queda bajo porque te entra plata, de la economía real y financiera. Si entra más plata de la que sale el dólar se va a quedar bajo. Quizás no tan bajo como ahora, cuando se levante el cepo, que yo creo que va a ser después de las elecciones, puede ser que haya una pequeña devaluación. Que haya un overshooting, que suba mucho y después se acomode».

Al mismo tiempo, señaló que para el agro es clave avanzar en una Ley de Semillas, porque sin una nueva regulación en materia de propiedad intelectual «la innovación en el campo no va». El otro punto es la falta de infraestructura, pero aclaró: «No se le puede pedir ya a Mieli. Se tendría que dar dentro de una reforma fiscal. Los caminos rurales en muchos lugares son muy malos, y es más de gestión municipal y provincial». Por eso apuntó a una reforma fiscal para darle mayor competencia a los distintos distritos, lo que va a mejorar el tema logístico.


Las debilidades de la economía argentina: tipo de cambio y reservas


¿Qué le preocupa a Andrés Borenstein? «En lo macro Argentina tiene dos debilidades, el tipo de cambio y la falta de reservas. Si viene el FMI, pero estamos en negativo, y si entran fondos las reservas van a pasar apenas en positivo. Eso hace que el costo del capital para la Argentina sea alto. Sobre el tipo de cambio atrasado, sobre los movimientos de expectativas que hubo en el mercado, el economista destacó que lo que «molesta» es que haya cepo. El tipo de cambio está atrasado porque el Gobierno decidió llevarlo a ese nivel». Al mismo tiempo, señaló que en algún momento del 2025 el cepo se va a ir. «Cuando se vaya el cepo va a ser un caos, hasta que se arregle. Yo soy de la idea de que quizás se vaya el (dólar) blend, y perdés 4 puntos de rentabilidad después de que bajaran 7 puntos las retenciones. Es algo que se puede hacer, es mi candidato de lo que se le puede entregar al fondo», adelantó.

También habló del factor «suerte», como lo que pasa en el principal complejo exportador de la Argentina: «La soja vale hoy US$ 368. La soja de la 125 valdría a precio de hoy US$ 880». En este sentido, vaticinó: «No hay ninguna chance de que las retenciones vuelvan a subir, la pregunta es si bajan más o no».

Cambio de mindset en las empresas: «Ahora hay que pensar exactamente al revés»

A su turno, Iván Ordoñez aseguró que la clave está en seguir de cerca al capital de trabajo. «Todos miramos la hoja de balance de nuestra compañía y medimos la ‘sangre’ de la compañía que es el capital de trabajo. Lo que más importa son los inventarios y las cuentas a cobrar. La macro de Milei es el negativo al capital de trabajo vs. el planteo durante la era de Massa, Alberto Fernández y Martín Guzmán. Era un modelo de stocks excesivos, cualquier empresa que stockeaba granos, agroquímicos y combustible, ganaba plata cuando no vendía. El juego era stockearse en dólares y aguantar», indicó.

De esta forma, resaltó que los que no pudieron prever esta modificación en el entorno relativo a los stocks fueron los que más se vieron afectados hasta ahora, pero Ordoñez aclaró que «veníamos de una hecatombe». «Quién podía imaginarse que íbamos a estar con un tipo de cambio informal inferior al que cuando apenas asumió. No es un detalle menor», apuntó.

También dijo que es prácticamente imposible que la economía argentina tenga la tasa de la economía norteamericana. Bajo este marco, «el juego es productividad y eficiencia, es entender cuál es el gasto que no me eleva el P y el Q, y a ese gasto tengo que ir (para analizarlo)».

«Cuando viene un vendedor de micronutrientes o inoculantes y me dice que voy a invertir un dólar y te va a devolver 1,10, tengo que sentarme a escucharlo. Acá no hay que achicarse, el que se achica aumenta los costos fijos que están dolarizados y quiebra. Cuando te agrandas, los costos fijos dolarizados los podes diluir por unidad. Si recortás hectáreas es peor, el costo fijo por unidad aumenta. El costo fijo de un productor de 500 has. es su vida. Esto no es salir a recortar gastos, es entender el gasto que no me da facturación y analizarlo. Si contrato un trabajador es para ampliar el área y diluir costo, y en ese desafío estamos», detalló.

Además, indicó que todo el proceso de desregulación de los 90 forma parte de una conversación que Milei está trayendo de vuelta: «El famoso costo argentino que no hacía al país competitivo». «La conversación sobre la competitividad es sobre qué clase de sociedad queremos. La propuesta de una Argentina verde y competitiva, es una propuesta audaz, de calidad de vida, pero hay que tener conversaciones muy complicadas», resaltó.

También coincidió en que la baja de las retenciones se va a mantener, pero aclaró: «La mente de los políticos es impenetrable». Ordoñez señaló que lo que puede frenar la baja de las retenciones es que haya un tema exógeno que frene la economía y se derrumbe la recaudación. «Las retenciones son para recaudar, y uno de los pilares de este modelo es la excesiva reducción del gasto. No deberían subir, pero el punto es la sostenibilidad política del plan económico. En lo que dio muestras Caputo es que para él los temas sectoriales son irrelevantes frente al ordenamiento macroeconómico general», consideró.

Párrafo aparte, el impacto de la política de Trump

«Trump para Argentina es una calamidad», sentenció Iván Ordoñez. Esto tiene que ver con que una economía con más tarifas en Estados Unidos es una economía global que va a crecer menos, y que probablemente tenga tasa de interés más alta: «Todo eso es malo para la Argentina».

Además, con la guerra comercial el precio de la soja en Chicago deja de tener que ver con todo lo que pasa en otros mercados, y nadie sabe cuál es el precio de la soja. Y en el medio también aparecen más tarifas. «Por eso se derrumban las bolsas, es una economía que va a crecer menos».

«No sabemos cómo sigue esta historia. Trump como fenómeno económico es mucho menos interesante que como fenómeno político. Representa la tensión globalismo-aislacionismo que tiene Estados Unidos casi desde su creación. Todos eran globalistas, pero Trump es aislacionista. A los países chicos como la Argentina los aislacionistas le hacen mal, el kirchnerismo es un fenómeno aislacionista. El comercio nos hace más ricos a todos. Los 20 años de kirchnerismo nos demostraron que el no comercio nos hace más pobres», destacó el experto en agronegocios.

Borenstein coincidió sobre el ruido de Trump: «Necesitamos economías abiertas».

La Argentina, frente a un cambio cultural

Finalmente, José Demicheli subrayó que el verdadero desafío para Argentina no es solo económico, sino cultural. Las decisiones de la sociedad, cuando son acertadas, se convierten en hábitos que generan virtudes colectivas.
Al mismo tiempo, el CEO de ADBlick Agro indicó: «Lo que rescato es que pareciera ser que hay apoyo, la sorpresa es que a pesar de la baja del 5% en el gasto hay apoyo y es porque hay un principio de cambio cultural, de acuerdo social. Mucha gente se cansó de muchas cosas que se fueron viviendo en las últimas dos décadas. Es lo que creo que está permitiendo plantearnos estos cambios, de poner en valor el laburo y a quienes apuestan e invierten».

Los cambios que vive el agro bajo la mirada de una empresa que apunta a ser líder: “Hay que arremangarse, laburar y buscar la eficiencia”

“Ningún mago nos va a traer la rentabilidad que no construimos en la gestión”, definió Santiago del Carril, nuevo gerente general de ADBlick Granos

En el Día del Inversor de ADBlick Agro, además del lanzamiento del módulo 11 de ADBlick Ganadería, hubo una charla “a corazón abierto” con el nuevo gerente general de ADBlick Granos: Santiago del Carril.

En la previa a lo que será el lanzamiento del plan de negocios de la campaña 2025/26, José Demicheli moderó una charla con el flamante gerente que busca consolidar el crecimiento de ADBlick Granos, una empresa que apunta ser una de las más importantes de agro de la Argentina: “Abrimos la información de gestión ampliamente  porque más de 1500 personas invierten en el ecosistema ADBlick, más allá de los tres fondos cerrados. La filosofía de ADBlick es que somos un grupo de managers que aplicamos valores y profesionalismo para tratar de ser los mejores en cada cluster de negocio: ganadería, olivos y granos”.

Demicheli resaltó: “El de granos es un negocio que sigue creciendo, en 2019 empezamos con fondos cerrados. En 2021 empezamos a invertir en la cadena de valor de insumos y en 2024 seguimos invirtiendo, ya con alguna operación que tiene silo para crecer en originación, acopio y comercialización de granos”. Y remarcó que el contexto actual requiere eficiencia: “El negocio va hacia la consolidación, de integración en lo que es insumos, a que haya agronomías más grandes que puedan originar granos, y un negocio de siembra con mucha información y tablero. Con cientos de decisiones semanales, con 140 campos y 500 lotes. Nos propusimos desde el directorio ser una de las compañías de producción de cereales y oleaginosas líder en los próximos 5 años. Tenemos un plan de crecimiento sostenido. Y los negocios lo hacen las personas”.

De esta forma, con la incorporación de Santiago del Carril buscan generar la “quinta ola de crecimiento”, con nuevos negocios. Del Carril, con experiencia en Cargill, Adecoagro y Agrotoken, señaló que el presente de la producción agrícola es complejo, pero destacó que hay grandes oportunidades: “Venimos de un modelo muy financiero en términos del negocio en general, que por la macro pasa a ser super productivo. Hoy tenemos un escenario que nos lleva a otra matriz, casi 100% productiva, donde la eficiencia de la operación pasa a ser la mayor fortaleza o la debilidad de la compañía. Necesitamos gestionar de punta a punta, desde el día que tomamos la decisión de alquilar un campo hasta el día que tomamos la decisión de cosechar”, definió el nuevo gerente general.

También habló de la ola de adquisiciones y fusiones que se vive en compañías relacionadas al agro, como el interés de Tether para adquirir Adecoagro, o la inversión de Santander en Nera: “El concepto es que se viene algo nuevo, una nueva fuente de financiamiento, de liquidez, un nuevo player al mercado y tenemos que ver cómo capitalizamos eso cada uno desde su rol”, resaltó.

Por otro lado, destacó como clave mejorar el acceso a las semillas de nueva tecnología: “Estamos atrasados un par de años. Unos cinco o seis años en genética de soja, teniendo a los creadores y dueños de la genética del 75% de la soja a nivel mundial. En cualquier lugar del mundo sería un chiste”.

A continuación, la charla completa entre del Carril y José Demicheli.

¿Qué te atrajo de ADBlick Granos?

Mucho tiene que ver con José Demicheli y su perseverancia en las conversaciones. Conocía a ADBlick por ser parte del sector, fue y es y seguirá siendo un jugador importante. Esa es la primera atracción, en el agro conocerse es algo importante y eso era una primera señal. Las compañías la hacen las personas y acá hay mucho equipo, mesa de socios, equipos gerenciales, la gente del campo, los que están todo el día empujando el lápiz. Me gustó mucho volver al sector agro tradicional, luego de casi 4 años de una compañía de tecnología (Agrotoken). Me gustaba la invitación al desafío de la quinta ola. Amo el sector agro, sin ser una persona de agro, no soy veterinario ni ingeniero agrónomo, soy licenciado en marketing, pero me gusta mucho el campo, conozco bastante y viví mucho en lugares en donde se respira agro. ADBlick tiene una muy linda realidad de compañía y un muy buen futuro para construir. Con un contexto que hoy está medio complicado pero que también dan ganas de soñar y pensar en hacer cosas, con oportunidades en todos los lugares. Aparecen cosas buenas, malas, no tan buenas, divertidas, rentables y no rentables, que vale la pena mirar. Eso en términos generales es lo que más me desafía. Hay una base sólida y una proyección de futuro super interesante, con la realidad compleja y todo.

¿Cuál es la complejidad que ves hoy en el sector?

Más allá de los temas macro, que son más generales y estructurales, y que igualmente de a poco se están resolviendo, o por lo menos encarando la solución, el agro vive una situación compleja. Pero el agro es más a largo plazo y eso es lo positivo. Los últimos años en términos productivos hubo años bastante erráticos, incluso en zonas en donde no sucede por lo general. Hay un escenario complejo de precios de commodities. Si bien hubo una pequeña recuperación, hoy hay en términos generales hay más oferta de commodities de lo que el mundo puede absorber, sobre todo en soja. Venimos de un modelo muy financiero en términos del negocio en general y que por la macro pasa a ser super productivo. Hoy tenemos un escenario que nos lleva a otra matriz, casi 100% productiva, donde la eficiencia de la operación pasa a ser la mayor fortaleza o la debilidad de la compañía. Necesitamos gestionar de punta a punta, desde el día que tomamos la decisión de alquilar un campo hasta el día que tomamos la decisión de cosechar. Esa matriz de decisión continua pasa a ser súper relevante. Ningún mago nos va a traer la rentabilidad que no construimos en la gestión. No es ni más ni menos compleja que la que históricamente el agro vivió, o que vive cualquier productor de commodities, pero en Argentina se había distorsionado el mercado. Argentina tiene todas las oportunidades, mucha materia gris, mucho equipo en las compañías para retomar esa senda, pero en el medio las empresas sufren y hay varios temas para entender cómo se van a resolver. Hay muchas oportunidades que Argentina no está capturando, como financiamiento, tecnología, inversiones en riego, cosas más del negocio agrícola que a medida que se aclare el panorama van a empezar a fluir.  Hay que ver lo que pasó en Argentina en los últimos años vs. Brasil, Paraguay y Uruguay, que fueron países más normales en términos macro. Hay un upside para capturar, y hay buena perspectiva para el agro argentino en general.

¿Qué significa esto de Tether, por qué pensas que van por Adecoagro?

Tether es la creadora del USDT, es una stablecoin. Están respaldadas por moneda real. Cualquier inversor pone un dólar de verdad y le dan un dólar digital. Es el concepto de criptomoneda que crearon ellos. Hay otra similar que es USDC. Hoy por el flujo del dinero digital que tienen, sin entrar en el detalle de especulación que va más por el bitcoin, simplemente por la agilidad operativa, hoy esa moneda tiene una capitalización de más de US$ 140 billones. Hay millones de personas que pusieron esos dólares de verdad, lo transfirieron de una cuenta de banco por confiar en el ecosistema o por la agilidad de poder hacer operaciones.  Ese mundo lo viví en parte con Agrotoken, que era una compañía de blockchain que tenía de cliente al agro y después se diversificó. Es un mundo que viene creciendo mucho y se vio desacelerado en los últimos tres o cuatro años. Porque no hay un caso de negocio concreto más allá de la agilidad de las operaciones, entonces para expandirse tienen que empezar a conectar con empresas de la economía real. Y un muy buen ejemplo es Adecoagro. ¿Qué es más real que la producción, la carne, la leche, alimentos, caña de azúcar, energía? Más allá del valor de libros, hay un hecho conceptual que es que una compañía de tecnología que crece de manera vertiginosa, y que hay una visión que el dinero como conocemos va a desaparecer y va a ser todo digital, busca conectar eso con la economía real. Adecoagro es un caso y pueden venir otros. Son nuevas formas de fondearse y encontrar liquidez. Hoy hay muchos puntos de conexión para que compañías como esta puedan sumar liquidez. Es una muy linda historia para contar, una más de Adecoagro. Detrás de esto está la conexión del mundo digital que se conoce muy poco y cómo se va a empezar a conectar con la economía real. No tengo dudas de que van a venir casos nuevos, o que están sucediendo y que no son tan visibles como Adecoagro. Obviamente que es un referente regional, tiene muchas ventajas y creo que es una excelente decisión de Tether. Pero el concepto es que se viene algo nuevo, una nueva fuente de financiamiento, de liquidez, un nuevo player al mercado y tenemos que ver cómo capitalizamos eso cada uno desde su rol.

Nera hoy está en los diarios porque el Banco Santander compró el 50%, ¿cómo es esa estrategia de dinamizar las finanzas a través del agro?

Hoy incluso en Argentina estamos todavía bastante atrás en el proceso de digitalización del agro, y en particular del financiamiento. El 25% de la cosecha la financia el productor con su capital y el 70% lo va a buscar al mercado, y solo un tercio de eso lo pone el sistema financiero. El resto es con compañías de insumos, compradores de granos, exportadores, semilleros. El sistema financiero, si bien aparecen nuevas herramientas como Nera, tiene muchísimo potencial para meterse en un sector que tiende a ser estable como el agro. En Brasil más del 90% del financiamiento al productor viene apalancado, casi 9% es capital propio del productor. Y en el mercado financiero, de capitales, hay muchos más instrumentos. Creo que acá van a empezar a aparecer más. Lo que pasa es que la adopción en el agro no es tan dinámica como las compañías de este tipo quisieran. En el caso de Nera está el respaldo de Galicia detrás, eso más un modelo de negocios interesante como sumar a otros players del sistema financiero y a las compañías de insumos en un solo lugar, termina generando una propuesta de valor ágil para el productor. Cuando Nera comenzó estaba muy identificada con Galicia, pero decían que querían meter otros players. Ver que ahora está también Santander es una muy buena noticia. Cuanto más “Neras” haya va a haber más oportunidades para el productor. Hay muchas herramientas digitales que hoy están dando vuelta que tienen el desafío de darle valor al ecosistema agro para que el productor rápidamente lo pueda adoptar. Y de alguna manera eso genera un círculo virtuoso y eficiencia operativa, que en un lugar vea todas las opciones de financiamiento. Hay una oportunidad para que eso empiece a pasar rápido en Argentina. Por otro lado, en el tema del financiamiento en particular, es una de las palancas del crecimiento. El agro crece con financiamiento, y no hay en Argentina tantos instrumentos como en otros lugares pero hay que generarlos. Y una macro estable ayuda mucho a eso. Nera es un buen ejemplo que está empujando eso. Desde una idea de banca tradicional, pero con una idea innovadora que viene a sumar.

Esta semana se conoció también que Allaria se suma a Banco del Sol…

Son todas cosas que están pasando en un momento complejo del agro, en un momento difícil. Y hoy aparecen estas buenas noticias de nuevos players y alianzas y consolidación de compañías. Me parece una gran novedad y oportunidad. Vienen a ofrecer una plataforma de negocios que puede ser súper interesante y disruptiva. Como productores nos tenemos que sentir contentos, y tomar la iniciativa de probar y testear. Si bien estas compañías tienen fuertes players detrás, necesitan que el ecosistema acompañe y traccione. En Argentina hay más de 70.000 productores de soja que van todos los años a financiar el 75% de su cosecha y necesitan soluciones nuevas.

¿También aparecen noticias de adquisiciones en Medio Oriente?

Salic, uno de los fondos árabes de inversión más importantes en agro, amplió su participación en Olam, y es otra clara señal. Olam Agri tiene una presencia global diversificada. Debe estar sexta o séptima entre los principales traders de commodities del mundo. Supo ser un player de maní muy importante. Hay una mirada estratégica para posicionarse en alimentos, que también es energía. Este tipo de cosas va hacia lo mismo.  Seguimos teniendo esa oportunidad desde la Argentina de ser ese player global, que hoy lo somos y muy relevante, pero venimos atrasados contra los competidores. Vamos a seguir viendo cosas. Hay que arremangarse, laburar y buscar la eficiencia operativa que nos va a distinguir cuando vayamos a mostrar números para conquistar nuevos players.

¿Cómo ves también el movimiento de Bunge y Viterra? 

Hay en general un modelo de fusiones y de centralización. Viterra y Bunge juntas se convierten en el mayor crusher de soja del mundo, estamos hablando de entre un 25 y 35% de participación del mercado. En términos generales también apunta a que las compañías están en movimiento y buscan eficiencia. Hay una mirada del tablero mundial de alimentos, demanda y oferta, y hay tres o cuatro países que definen esa jugada. Buscan consolidarse, no todas las compañías tienen el mismo peso en todos los países productores y lo que buscan es consolidarse en todos los orígenes. Ese modelo de consolidación, producción, insumos, industria, exportación, origen a destino, el que mejor lo pueda jugar es el que mayor premio se va a llevar. Cada uno ocupa un rol en la cadena pero tenemos que ser ambiciosos y pensar en grande. 

¿Qué pasa con la tecnología en semillas en Argentina?

Estamos atrasados un par de años. Unos cinco o seis años en genética de soja, teniendo a los creadores y dueños de la genética del 75% de la soja a nivel mundial. En cualquier lugar del mundo sería un chiste. Estamos atrás en soja definitivamente. La solución es fácil, probablemente tengamos 10 o 15% de rinde para capturar a nivel país en los 19 millones de hectáreas que produce Argentina. Ni hablar si pensamos en crecer, o desarrollar zonas. Ves lo que pasó con GDM en Brasil y se te pone la piel de gallina, la cantidad de variedades, hoy son líderes indiscutidos. Es una maravilla, tenemos que estar orgullosos de eso. La solución es un contexto para que las compañías liberen las patentes y la genética, y los productores paguemos por la tecnología a medida que veamos valor. No hay círculo virtuoso más eficiente que eso. Cuando entré en Cargill en 2005, Argentina le exportaba granos a Brasil. Le vendíamos maíz, y bueno ahora ya sabemos lo que pasó. Hay que copiar algunas de las cosas que los vecinos hicieron para crecer, y una de ellas es terminar de resolver de alguna manera qué hacemos con la ley de semillas, o ver cómo hacemos para traer la tecnología de una manera eficiente. 

¿Cómo ves la tecnología del girasol en Argentina? (Este cultivo es clave en el planteo de ADBlick Granos)

Estamos bien posicionados. Hoy la industria girasolera en Argentina, desde la producción, semillas, fábricas y exportación es súper eficiente. Hoy tenés un arbitraje contra otros cultivos como la soja que con un tema de impuestos que de repente impulsa el modelo de siembra de girasol. Hoy Argentina está consolidado y hay destinos que están bien ganados. En algodón hoy hay tecnologías que no tenemos y rendimientos que seguramente se podrían mejorar con un marco jurídico y legal bueno para la semilla.

¿Qué variables claves ves para la campaña 2025/26?

Estamos trabajando mucho en la eficiencia. Tenemos un marco de precios de los commodities que no es el óptimo, pero mejoró. Hoy en Argentina seguramente no va a tener la mejor cosecha, va a ver un reacomodamiento de jugadores y de costos. Hay una oportunidad para consolidarnos en las zonas en las que está ADBlick y salir a buscar zonas nuevas para diversificarnos geográficamente y también en cultivos. Cerrar una buena cosecha es importante y estamos a pocos días de arrancar con la de girasol. Tenemos que trabajar mucho en la gestión de los costos y la eficiencia operativa. Seguir laburando en incorporación de tecnología y seguir trabajando en sustentabilidad y trazabilidad. Es algo que hoy está consolidado y a futuro va a ser una herramienta para monetizar oportunidades para el sector.

¿Cómo te ves en cinco años y adónde querés llevar a ADBlick Ganos? 

Tenemos una buena oportunidad de generar una buena plataforma de negocios agro. Tenemos una base realmente sólida y un equipo super consolidado. Está todo dado para crecer en las verticales que hablaste al principio: siembra, insumos, originación, manejar los stocks de manera directa, tener un plan de tierras para apalancar la siembra, incorporación de riego y ese quinto vertical que es la integración donde vemos valor, como el maní y la papa. ADBlick tiene un esquema colaborativo súper piola también que hay que mantenerlo y hacerlo crecer. Tiene que ser una empresa que la gente quiera venir a trabajar, que es muy importante. Y convertirnos entre las tres o cinco compañías más grandes del agro argentino, con foco en la eficiencia operativa y mirando para adelante siempre proactivo en temas de trazabilidad y sustentabilidad, que como origen argentino nos tiene que distinguir hacia adelante.

La oportunidad Ganadera: las claves de un negocio que crece favorecido por variables de la macro

“Estamos por encarar el año más sólido en cuanto a campos de los 11 años de ADBlick Ganadería”, indicó un directivo de la firma que busca inversores interesados en la economía real; cómo es el proyecto y las bases que lo sustentan

En una charla frente a inversores, ADBlick Agro presentó un nuevo módulo de ADBlick Ganadería en un contexto que ofrece oportunidades y desafíos.

ADBlick Ganadería es un proyecto de producción y comercialización de carne vacuna que abarca a las etapas de recría y terminación, que capitaliza el aporte de inversores con el asesoramiento de expertos como Victor Tonelli y Fernando Canosa.

“Es un bono en kilos de carne, funciona así sobre simplificando el esquema: elegimos los campos para engordar la hacienda y contratamos con los mejores: el campo entonces pone las pasturas y la mano de obra para que el animal engorde con distintos objetivos de terminación. El principal activo del proyecto es la hacienda”, explicó Alejandro Fara, gerente general de ADBlick Agro.

El futuro llegó para la ganadería argentina

Durante el Día del Inversor, Victor Tonelli destacó que de cara al futuro está claro que el Gobierno no va a intervenir con restricciones a las exportaciones, por lo que habrá que estar preparados para el comercio internacional. De hecho, 2024 cerró con récord de exportaciones de carne. Un 30% de la producción de carne fue para las ventas al exterior y un 70% se destinó al consumo interno. Y una característica de los planteos de ADBlick Ganadería es que los animales se terminan en muchos casos para la exportación. 

Canosa resaltó que es un momento histórico para la carne: “Siempre nos decían a los que estamos en el negocio de la carne que hablamos mucho del futuro. Pero el futuro llegó, llegó el momento que anhelamos los que estamos en el negocio de la carne”. Esto tiene que ver con que en los últimos 10 años el comercio internacional creció 110% y la producción creció un 27%: “Estamos ante un producto con mayor demanda que oferta. Y es algo que vino para quedarse”.

Tonelli agregó que la exportación se presenta como una oportunidad a largo plazo cada vez más grande para la ganadería argentina: “Esto gracias a la liberación de las restricciones”, remarcó y puntualizó que la oferta de carne podría ser menor a la del año pasado. “En los últimos años el productor vendió por encima de lo deseado por una sequía muy severa. Este año esperamos un cambio positivo en el clima, lo que genera una mayor oferta forrajera y el inicio de una recuperación del stock”.

Para 2025, estima que la oferta de carne podría caer en 200.000 toneladas. Sobre una producción de unas 3,15 millones de toneladas, dejaría una baja del 6% en la oferta de carne. Al mismo tiempo, el mercado interno recupera poder adquisitivo, pasa a demandar más y sale a competir con la exportación.

En este contexto, se podría esperar una baja de retenciones en un contexto de un tipo de cambio estabilizado: “El peso de las retenciones todavía pega en una parte de las exportaciones”, aclaró Tonelli y definió: “Es un escenario tremendamente interesante para la ganadería”.

Nuevo contexto argentino y la necesidad de ser más eficientes

“Vamos a enfrentar un nuevo año con una previsibilidad diferente, un año muy atractivo. Ojalá que se animen”, señaló el experto ganadero a los posibles inversores del nuevo módulo de ADBlick Ganadería, que se abre desde marzo. El ticket mínimo para ingresar es de $10 millones con una permanencia mínima de dos años, y de $20 millones con una participación mínima de un año: “Hay un esquema de reportes de gestión trimestral”, señaló Fara.

En medio de la gran oportunidad que tiene la producción de carne en Argentina, Canosa destacó que la ganadería está basada en el pasto, que es el insumo n° 1. “El maíz, detrás de cualquier corte, representa apenas un 10%. El resto es pasto”.

En este sentido, destacó que esto es muy importante en el país, ya que se podían pasar de 3,15 millones de toneladas a 5 haciendo cambios relativamente simples: “En una economía que vivimos a los saltos es difícil mirar hacia adelante. Pero el cambio que vino ahora es que tenemos que trabajar en la competitividad y la eficiencia. Ya no habrá un cambio brusco de precio que nos salva a todos. La eficiencia es la ganancia diaria en la recría. No es lo mismo 200 gramos que 500 o 700. Siempre hay posibilidades de mejorar esto”.

Bajo este marco, ADBlick Ganadería cierra contratos, con una serie de campos repartidos entre Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba, en donde se establece una ganancia mínima diaria y esquemas variables para premiar a los más eficientes.

“Buscamos más control, con hacienda Angus, más británica y de mayor calidad, y cerca de los frigoríficos con los que solemos trabajar”, explicó Fara.

En el mismo sentido, Gastón Podestá, director estratégico de ADBlick Agro, señaló que cada campo tiene un control individual y se toman decisiones específicas con el objetivo común del proyecto. “Buscamos priorizar la exportación, pero sin atarnos y buscando el mejor producto que puede lograr cada campo”, resaltó Fara.

En la búsqueda de eficiencia, el objetivo es entrar pesados a la recría, entre 180 y 200 kg. Luego, son de nueve a doce meses para llegar a 320-330 kilos y pasar a la etapa de terminación en feedlot: “Cada campo tiene un esquema productivo en base a las pasturas que tienen y las condiciones de la zona. No vamos a un campo y tratamos de imponer un esquema. Siempre buscamos campos con ganancias promedio a los 500 gramos diarios”.

En la terminación también buscan pagar por kilo ganado: “Ese animal que encerramos nos permite tomar la decisión si lo llevamos a consumo interno (más liviano) o a exportación (más pesado). Buscamos ver lo que es mejor en el mercado”.

ADBlick Ganadería: agilidad para capturar oportunidades

Tonelli agregó: “Somos ágiles cuando vemos una buena brecha. Como canjear novillitos y comprar terneros porque tenían una relación buena. Lo hicimos y eso genera más renta futura. Vamos a hacer el mejor negocio ganadero posible”.

ADBlick Ganadería ya sumó 2500 animales en medio de una oportunidad de negocio que vieron en noviembre: “Vendimos novillitos sin terminar y nos posicionamos en carne para el módulo siguiente. Ya tenemos casi todos los campos cerrados. El módulo se viene armando muy bien, y estamos por encarar el año más sólido en cuanto a campos de los 11 años de ADBlick Ganadería”. Fara concluye que el perfil de riesgo de la ganadería es bajo y más por cómo está armado el fideicomiso, que apunta a tener entre 8000 y 10.000 cabezas.

Un mapa de oportunidades para invertir en el agro: suficiente humedad para sembrar la gruesa y la oportunidad ganadera

En una nueva edición del “Día del Inversor”, ADBlick reunió a los especialistas de la firma que brindaron detalles e información determinante sobre el momento crucial de la campaña.


En un año marcado por un reordenamiento macroeconómico por parte del Gobierno y una perspectiva climática distinta a la de 2023, los productores argentinos buscan captar señales que anticipen los meses venideros.


Por eso, el equipo completo de ADBlick participó de este nuevo encuentro, analizó las principales variables en agricultura, olivicultura y ganadería y brindó detalles para una extensa nómina de inversores que se sumaron a la charla virtual denominada “El desarrollo anual de los agronegocios: balances y perspectivas”.


Ana Callero, directora de Inversiones y Comunicación de ADBlick, fue la anfitriona del evento y dio paso a los responsables de cada proyecto para contar las novedades de cada uno.


Esteban Romero, gerente de producción de ADBlick Granos, que transita su 16va campaña sembrando más de 70.000 hectáreas, comentó que este año, en comparación con 2023, es sustancialmente mejor con respecto a los cultivos de la campaña fina.


“Hicimos unas 24.000 hectáreas entre cebada y trigo. En noviembre volvieron las lluvias a la zona de la cuenca de Mar y Sierras y eso hizo que los cultivos pasaran bien la etapa de floración, que es el período crítico”, informó.


“Con respecto a la fina, lo bueno que tiene, es que te da revancha. Y si se tiene la gimnasia de estar sembrando atrás de la cosechadora, los kilos de merma los podés recuperar con un buen potencial de soja de segunda”, afirmó. El objetivo, expresó, es el de llegar a los primeros días de 2025 con casi la totalidad del área sembrada de soja de segunda, lo cual abarca un área de 24.000 hectáreas.


Luego agregó: “al comienzo de la siembra de primera estábamos con lo justo en relación a la humedad de los perfiles. Pero ahora empezó a llover y ya prácticamente finalizamos toda la siembra temprana de 26.000 hectáreas. En la soja de primera tuvimos la incorporación de la soja no GMO y la misma presentó muy buenos nacimientos. Estamos muy bien de humedad. Los suelos están cargados y eso da una buena perspectiva para lo que viene”, analizó.


En esta línea, el equipo de ADBlick no dudó en destacar su “producto estrella”: el girasol. El complejo oleico que permite la oleaginosa pensada para esa línea de producción atraviesa un buen momento a raíz del mercado internacional, en el cual la incidencia de Rusia y Ucrania suele ser determinante. Ambos países tienen una posición conjunta del 85% del mercado global y vienen de sufrir una merma del 20% en su producción. Argentina quiere aprovechar la oportunidad, y en ADBlick analizaron el momento.


Pablo Sáenz Valiente, gerente comercial de ADBlick Granos, expresó: “Hoy en día el girasol nos representa entre el 20% y 23% de las hectáreas que sembramos y nos da un soporte bastante interesante para los precios bajistas de los otros commodities”.


“Hemos avanzado fuerte en ventas, tenemos un 70% vendido. En septiembre pasado hubo un rally sumamente importante de ventas y pudimos capturar esos precios”, informó el equipo que sumó: “El desafío es estabilizarnos en las 75 mil hectáreas, aumentar la productividad y seguir desarrollando nuevos cultivos como maní, papa, camelina y forrajeros. Queremos estar a la vanguardia con tecnología y también incorporar la certificación a través del área de calidad ya que eso redundará en el precio”.


La oportunidad de la ganadería


Alejandro Fara Ayup, gerente general de ADBlick Agro también destacó el momento que se vive en relación a la ganadería y comentó que el proyecto ya va por su décimo módulo y resaltó la oportunidad que se presenta en el horizonte inmediato.


“Nuestro esquema tradicional hubiera sido encerrar la hacienda y engordar en feedlot para posterior venta, pero vimos una oportunidad en el mercado. Ha bajado la relación entre el ternero y el novillito, lo cual invita a vender el novillito y volver a pararse en terneros de cara al ciclo del año que viene”, aseguró. A su vez, sostuvo: “Sería, en nuestro esquema de seguir parados en carnes, estirar un poco más ese proceso productivo”.


“En materia de precios, siempre decimos que la ganadería es como un bono en kilos de carne. La parte de la renta está funcionando y estamos esperando que ajuste un poco el precio, y en el medio, tratando de aprovechar estas oportunidades que vemos en el mercado, como algún desfasaje de precio, como para seguir aprovechándolo”, planteó Fara.


“Esto requirió un trabajo intenso que estamos haciendo, vender parte de esos novillitos para que los compre otro productor”, comentó. La firma por estos días mantiene compras de ‘hacienda a término’, las cuales se pagan a valores actuales pero que serán entregadas en marzo.


“Estamos volviendo a rearmar nuestro proceso productivo. El ternero, que es lo que tracciona todo, empezó a mostrar algunas señales de recuperación en los remates. Por suerte las recrías que estamos terminando en la provincia de Buenos Aires están cerrando números productivos buenos, que eran de esperarse para la zona en la que estamos trabajando”, sumó Fara Ayup.


“Queremos llegar a las 10.000 cabezas en el corto plazo y consolidarnos en zonas estratégicas como Buenos Aires o Entre Ríos. Allí conseguir campos es una figurita difícil, pero ya estamos trabajando en el módulo 11. Se compraron más de 600 cabezas y estamos a punto de comprar 1500 más. Queremos anticiparnos a la vorágine del mercado de marzo y abril, y estar más armados”, explicó Fara Ayup.

¿Cómo viene la olivicultura?


En el encuentro, también se habló de producción de aceitunas, y del potencial de las fincas que ADBlick tiene en la localidad de Rivadavia, Mendoza, donde produce más de 800 hectáreas para aceituna y aceite de alta calidad.


“Es un año muy importante para el proyecto de Olivos. Tranqueras adentro tenemos afianzada la producción y logramos rentabilidades positivas. El gran desafío es redoblar la apuesta y para eso venimos trabajando en un plan de cara a los próximos diez años. Aquí nos llega el agua directa desde el río y eso es muy importante, así que estamos trabajando para ser cada vez más estratégicos en cada una de las decisiones de cara al futuro”, dijo el gerente general de la finca olivícola de ADBlick, Manuel Diez.


A pesar de que días atrás se dio un evento de granizo en la zona, Diez aseguró que los daños no fueron significativos. Incluso afirmó que la floración es abundante para las variedades de arbequina hojiblanca y arbosana, y un tanto menor para picual y coratina. En los próximos días el equipo de ADBlick estimará una proyección de cosecha olivícola.

“Hemos superado la etapa de floración, que es cuando se da inicio al ciclo productivo una vez pasado el invierno. Este año tocó un período invernal muy frío, algo que a veces puede ser perjudicial, pero la floración fue buena. Ahora estamos viendo el cuaje, que es cuando comienzan a verse las aceitunas que, dependiendo de la variedad, hoy en día pueden ser un grano de arveja como de pimienta. Será una campaña prometedora”, cerró Diez.

Alejandro Larosa, CEO de fyo: “Si esto se sostiene, seguro habrá inversión extranjera directa”

El cofundador de la firma corredora de granos icónica de Rosario participó de una nueva edición del Día del Inversor de ADBlick Agro y se mostró optimista por el sendero económico del país: “Se acabó el negocio financiero en las empresas”.


Luego de 25 años de emprender y trazar nuevos objetivos en el mundo de las comercializaciones del agro, la razón social “Futuros y Opciones S.A”, más conocida como “fyo”, hizo un repaso del momento del país y de cómo fueron adaptándose a los cambios de la Argentina.


Lo hizo uno de sus co-fundadores y actual CEO de la empresa, Alejandro Larosa, quien mantuvo una charla con José Demicheli, CEO de ADBlick, en el marco de un nuevo “Día del Inversor”.


Fyo es una firma rosarina a la cual más de 8.000 productores le entregan sus granos y confían diariamente. De ese universo, los directivos estiman en más de 700 el grupo de productores y clientes en general con mayor compromiso y un vínculo estable a lo largo del tiempo.


“Soy de Rosario y mi primer trabajo fue en la Bolsa de Comercio. En ese momento, en 1998, internet era muy incipiente y había mucha asimetría de conocimiento, a veces el productor no sabía por qué subían o bajaban los precios o incluso se enteraban al día siguiente a qué precio vendían. Parece mentira, pero era así”, graficó Larosa.


Fue en ese momento en el que advirtió junto a otros profesionales la necesidad de que el ecosistema productivo incorpore herramientas de manejo de futuros y financiación.


“Enseñamos lo que era un carry y que acarrear la mercadería merecía un premio. Y en ese marco vimos que internet era un canal ideal para democratizar el acceso a la información y de dar herramientas para transaccionar online con un canal de distribución muy económico y escalable”, comentó Larosa.


EL MOMENTO PARA LOS NEGOCIOS DEL AGRO


Durante una hora de charla, Larosa compartió vivencias al frente de fyo junto a Demicheli. En ese marco, el contexto actual de la Argentina y las variables macroeconómicas no fueron dejados de lado.


“¿Te imaginabas estar a un año de haber asumido Milei con un dólar a $1.100 y una inflación del 2%? Pocos lo podrían haber pronosticado. ¿Cómo te impacta eso en tu mirada de empresario y qué estás viendo para los próximos tres años?”, le consultó Demicheli.
Larosa sostuvo: “Obviamente que me sorprendió para bien. Lo que es increíble es que eso demuestra la capacidad de recuperación que tiene la Argentina cuando hay una administración ordenada”.


“Imaginate si pudiéramos mantener este orden macroeconómico durante una década y media, lo que podría ser nuestro país. Ojalá lo sostengamos independientemente de quién gobierne”, afirmó.


Uno de los aspectos que describió con pesar fue la trama de tareas vinculadas al ámbito de lo financiero en las cuales las compañías de la producción agropecuaria, en muchos casos, se veían enroladas para solventarse.


“En el corto plazo se acabó el negocio financiero. Antes prácticamente no hablábamos de eficiencia y de costos, no tenía sentido. Era mucho más importante qué hacíamos con los pesos, decisiones que tenían que ver con las regulaciones actuales y con las que nos imaginábamos que podían poner. Era un delirio”, planteó Larosa.


Por eso comparó: “Yo creo que ahora vamos a estar pensando en productividad y en ver cómo podemos ser más competitivos e invertir más que antes”.


¿NUEVOS CAPITALES PARA LA ARGENTINA?


“Creo que va a entrar capital a la Argentina y a nuestro negocio, aunque todavía no lo estamos viendo. Pero si esto se sostiene, en 12 meses más seguro empezaremos a ver inversiones extranjeras directas”, calificó el CEO de fyo.


En ese marco, Demicheli apuntó la comparativa con campos agrícolas de otras partes del mundo. “Han empezado a sonar los teléfonos de gente muy rica porque ahora, Argentina, volvió a estar en su en su ‘mapa de TEG’ y nos empiezan a mirar”, analizó Demicheli, que sumó un ejemplo comparativo: “hoy una hectárea en Pergamino vale un tercio o el 40% de lo que cuesta una hectárea agrícola en Iowa, Estados Unidos”.


Por eso Larosa respaldó en el mismo sentido. “Vemos que hay tanto interés como consultas. Nos miran, pero también aún hay preguntas acerca de si esto se sostiene o si solo es un veranito”.


“A largo plazo esto es sano, porque nos dejan quieto el arco y vamos a poder desarrollar una estrategia consistente que no va a cambiar en el día a día. Y eso te cambia completamente la mentalidad y la manera de gestionar una empresa”, explicó el CEO de fyo.


Por otro lado, Larosa matizó ese efecto con lo que se plasma hoy en día en varios puntos del negocio agrícola. Y si bien advirtió por una “compresión de márgenes”, lo analizó como una manera de expresión del propio “ciclo empresarial”.


“En el cortísimo plazo obviamente se nos encarecen los precios en dólares y justo bajó el precio de los granos. Pero la verdad es que no nos preocupa, nos parece natural. Lo tomo como parte del ciclo de los negocios. Parece una paradoja, pero lo vivo con mucha alegría y esperanza, y ojalá se mantenga y está en nuestro desafío buscar que los negocios crezcan y que crezca la productividad, y ser más eficientes”, opinó.


UNA ALIANZA PARA CRECER


Hoy en día, luego de los 25 años que fyo tiene en el mercado argentino y de otros países de la región, su principal socio es la firma Cresud. Pero no siempre fue así: fyo supo tener otros socios y el camino decantó en un vínculo de solidez y confianza con una de las empresas más pujantes de la Argentina, liderada por Eduardo Elsztain y su hermano Alejandro.


“En 1999 ser emprendedor era algo verdaderamente muy informal. Yo de hecho ni conocía el término. Pero Cresud hizo una inversión muy importante en el 2000 y después nos ayudaron a ordenarnos. Ellos son muy emprendedores y gente que apuesta y confía en el país, miembros de una cultura empresarial muy particular porque los empresarios argentinos en general no se caracterizan por querer mostrar sus balances y cotizar en bolsa, o rendirle cuentas al mercado”, comparó.


Y sostuvo: “Tienen normas de compliance y de reporting que hacen a una cultura de transparencia que, si me preguntabas a mí en el año 2004 o 2005, nos era muy pesado porque nuestro negocio era chiquitito y para consolidar balances había que cumplir con normas de compliance para una compañía que operaba en Nueva York. Pensábamos que era burocracia y que no tenía sentido. Pero eso nos dio un orden operacional que nos permitió escalar”, calificó.


“Eso con el tiempo se convirtió en una ventaja y no lo hubiéramos hecho sin socios como ellos”, aseguró Larosa.


EL EMPRESARIO Y SU LUGAR EN EL MUNDO


En este marco, para Larosa la Argentina vivirá “tiempos vibrantes”. E incluso habló de su sueño personal no solo al frente de fyo, sino como empresario. Y como rosarino.


“Y yo tengo unas ganas muy fuertes de atravesarlos, eso me llena de entusiasmo. Creo que vamos a estar en un ambiente mucho más competitivo del que estuvimos hasta ahora, pero la competencia nos ayuda a mejorar”, planteó. “Ojalá vuelva a entrar esa plata que quiera comprar campos, y que quiera producir para consolidar sectores”, resumió.


Por eso le dedicó unas palabras especiales a su ciudad, una de las más importantes del país y fuente de puestos de trabajo directamente vinculados a la agroindustria. “A mí me encanta lo que hago y mi sueño es tener un grupo multinacional basado en Rosario, eso me da mucho sentido y para mí es muy importante que todo esto esté basado en Rosario y que gran parte del empleo que generamos esté aquí”, comentó.


“El impacto que busco en la sociedad es ese, a través de la actividad empresarial. Es lo que sé hacer, lo que disfruto y lo que me gusta”, se definió y cerró.