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Director at Orsonia interactive design studio and direct marketing university professor.

“Cambiaste la plata”: la bomba que hay que desactivar para que el negocio agrícola salga de una zona de riesgo

La situación del negocio del agro, además de las perspectivas para la economía del país, estuvo en Día del Inversor de ADBlick Agro.

En la jornada, Bernardo Piazzardi, especialista en agronegocios de la Universidad Austral, recordó la pregunta de mediano plazo que hacen en un relevamiento de esa casa de estudios a productores para ver si van a invertir o no. “8 de cada 10 dicen que van a realizar inversiones en Argentina”, indicó.

“Si hacemos doble clic en la campaña, por primera vez mejoraron las expectativas de corto plazo, las presentes. Pero las futuras, para 2024/25, son un poco más pesimistas. Y esto en los números tiene un correlato”, afirmó.

Según Piazzardi, como mínimo cualquier productor de la región está cobrando unos US$120 más por tonelada que el productor argentino. “Eso te arruina cualquier plan, flujo y planteo de campaña”, señaló.

“Hoy tomás los costos actuales de la campaña agrícola, el tipo de cambio, el paquete de retenciones y el precio de Chicago que es la referencia en campo que de arrendamiento tiene un costo de 10 qq/ha, le sumas el paquete de tecnología, cruzás los dedos para que llueva, más el costo de comercialización y flete. Supongamos también que ese campo puede dar un rinde de 30 de soja, 40 de trigo y 70 de maíz. Esa cuenta, con la foto de hoy, te da cero, cambiaste la plata. Son pelotas en el aire que no sabés adónde caen”, advirtió.

Piazzardi se refirió a las retenciones: “Si hacés una rebaja de 12 puntos a todo, ese mismo campo te da una tasa de retorno respetable”. Añadió: “Si hoy te tenés que tirar a la pileta en un contrato de arrendamiento, hoy los números están tirantes a casi negativos”. En otro tramo dijo: “Si bien entramos en una campaña que te da cero en el resultado, el 54% de los productores apoya todas las medidas del gobierno nacional”.

Entre otros temas, el especialista de la Austral consideró que hay más posibilidades de que la mejora para el planteo agrícola vengan del precio internacional a que de factores locales, como el tipo de cambio: “Los valores (de los granos) empiezan a ajustarse a unos US$30 o US$40 por encima de lo que vimos los últimos meses”. También resaltó que los bancos comerciales en la Argentina están ofreciendo préstamos a mediano plazo con tasa cero en dólares.

Andrés Borenstein, economista y profesor de la UTDT, la UBA y actual jefe de Econviews, se refirió a la economía en general. “Lo que más me preocupa es el tipo de cambio, Argentina se volvió cara en dólares, podremos ser competitivos dentro de tres años, cuando las reformas estructurales que aún se deben maduren. Pero ahora todo es difícil en la Argentina. Todavía hay reservas negativas, se necesitan exportaciones por encima de las importaciones, y para ello el dólar tiene que ser caro. A corto plazo Argentina necesita un tipo de cambio mejor que el que tenemos”, dijo.

“Si todo abril devaluamos al 2% y la inflación es del 10%, perdés 8 puntos de competitividad. Deberías ir a una devaluación parecida al 2%, pero del 8 o el 10%. Mi miedo es que si no hacés nada en algún momento vas a tener que hacer el salto, lo que puede devolver un salto inflacionario y hay que ver si la política sigue bancando. Bancaron hasta ahora, hay que ver si sigue ese apoyo. Me gustaría ver más acción del gobierno, pero no creo que lo haya. Es lo que me quita el sueño dentro de esta buena onda”, agregó.

También le preocupa el plan de estabilización: “Yo no creo que con política fiscal y monetaria alcanza para bajar la inflación, se necesita un cambio de régimen. Creo que no es una buena idea la dolarización. Me gustaría más un Israel del 85, Brasil de 94 o el Austral del 85. Algo un poquito menos ortodoxo. Esto puede ser que esté pero que el gobierno no lo comunique, tiene que estar en secreto hasta que se lanza. No lo sé, mi miedo es que no lo tenga. Son los desafíos que veo para la economía”, afirmó.

En tanto, José Demicheli, CEO de ADBlick Agro, se refirió a las oportunidades de inversión. “Este año las perspectivas climáticas cambiaron y aparecieron muchos campos. También cambió la perspectiva de negocio con la apertura del mercado de exportación”, destacó.

La firma tiene el módulo 10 ADBlick Ganadería como opción de inversión. Este negocio, enfocado en la recría y terminación, busca copiar y estar por encima de la inflación. “En 2024 las opciones no son muchas”, agregó Demicheli.

Compra animales de entre 180 y 200 kilos para llevarlos hasta los 320 en base pastoril. Luego se terminan con una dieta en base a maíz, hasta los 430-480 kilos, y se venden sobre todo con destino a exportación. En la jornada de la firma también disertó Lorenzo Preve, profesor de la I.A.E Business School y Managing Partner en Upside Risks SA.

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Dólar atrasado, alquileres altos y un planteo para sortear riesgos: la visión de expertos sobre los próximos meses y una opción de inversión

Dólar atrasado, alquileres altos y un planteo para sortear riesgos: la mirada de especialistas en agronegocios

En el Día del Inversor de ADBlick Agro se repasó el contexto económico actual y la visión desde los agronegocios; qué se ve en el horizonte

¿La vemos o no? Es la pregunta que buscó responder Andrés Borenstein, economista y profesor de la UTDT, la UBA y actual jefe de Econviews, durante el Día del Inversor que organizó ADBlick Agro. El acento sobre agronegocios lo realizó Bernardo Piazzardi, especialista en agronegocios de la Universidad Austral, y Lorenzo Preve, profesor de la I.A.E Business School y Managing Partner en Upside Risks S.A.

A mediano plazo hay optimismo sobre la economía y los expertos coinciden en que hay desafíos cercanos, como el tipo de cambio. El negocio agrícola, por la baja de precios y la suba de costos, se muestra con números muy finos. Esto hace pensar que, entre otros factores, bajará el precio del alquiler en la nueva campaña.

La economía de Milei, ¿se ve o no?

«No está fácil verla o no verla», destacó haciendo referencia a la tendencia mileista. «Me defino como cautelosamente optimista», agregó.

¿Por qué Borenstein no es «optimista a ultranza»? Esto es porque advierte riesgos en el escenario. En primer lugar, destacó que hay dos cosas en donde a Milei le fue bien: en la economía y en la opinión pública. «En la economía diría que le fue bien pero no está tan bien. El BCRA recuperó USD 10 mil millones de reservas, pero también la deuda por importaciones son unos USD 10 mil millones desde que asumió Milei. Salió bien pero ojo que no está todo bárbaro», aclaró.

Por otro lado, definió al superávit fiscal como «espectacular» gracias a la famosa licuadora o motosierra. Anticipó que habrá otro superávit en marzo y que el riesgo país bajó. «Argentina es riesgosa pero mucho menos que hace tres meses, lo dice el mercado. Y la inflación viene bajando, mejor de lo esperado».

En tanto, repasó que la recesión fue fuerte en diciembre y enero, en febrero ya está casi empatada y en marzo no hay caída mensual: «A la recesión le estamos poniendo fecha de finalización», consideró al desarrollar el lado optimista. «Ahora hay que ver cómo es la recuperación. Vamos a tener una política fiscal y monetaria restrictiva y con un tipo de cambio bajo. Puede pasar cualquier cosa, pero creo que la economía deja de caer», explicó y apuntó que la confianza en el Gobierno que mide Di Tella sigue firme.

Entonces, ¿cuáles son los riesgos que hacen «no verla»? «El punto más débil de Milei es la política: todavía no pasó una sola ley por el Congreso. Qué pasaría si Diputados rechaza el DNU? qué le pasaría al dólar, los bonos, el sentimiento de veranito. No sería nada bueno», aclaró.

«Es un crack de la comunicación pero no tiene política. No tiene experiencia y poco equipo, con poca experiencia en el sector público», resaltó. 

El segundo riesgo es el económico: «Lo que más me preocupa es el tipo de cambio, Argentina se volvió cara en dólares, podremos ser competitivos  dentro de tres años, cuando las reformas estructurales que aún se deben maduren. Pero ahora todo es difícil en Argentina. Todavía hay reservas negativas, se necesitan exportaciones por encima de las importaciones, y para ello el dólar tiene que ser caro. A corto plazo Argentina necesita un tipo de cambio mejor que el que tenemos», respondió Borenstein.

«Si todo abril devaluamos al 2% y la inflación es del 10%, perdés 8 puntos de competitividad. Deberías ir a una devaluación parecida al 2%, pero del 8 o el 10%. Mi miedo es que si no haces nada en algún momento vas a tener que hacer el salto, lo que puede devolver un salto inflacionario y hay que ver si la política sigue bancando. Bancaron hasta ahora, hay que ver si sigue ese apoyo. Me gustaría ver más acción del gobierno, pero no creo que lo haya. Es lo que me quita el sueño dentro de esta buena onda», agregó.

Lo otro que le preocupa al economista es el famoso plan de estabilización: «Yo no creo que con política fiscal y monetaria alcanza para bajar la inflación, se necesita un cambio de régimen. Creo que no es una buena idea la dolarización. Me gustaría más un Israel del 85, Brasil de 94 o el Austral del 85. Algo un poquito menos ortodoxo. Esto puede ser que esté pero que el gobierno no lo comunique, tiene que estar en secreto hasta que se lanza. No lo sé, mi miedo es que no lo tenga. Son los desafíos que veo para la economía».

El escenario que el jefe de Econviews vislumbra es un 3% de caída de actividad este año y crecimiento del 8% para el año que viene: «La pregunta es si se puede dar otro 8% en 2026».

«Soy optimista, pero creo que los riesgos políticos de hacer algo con el tipo de cambio tienen que ser manejados. En ese caso sería más optimista», concluye.

 

El agro, ¿la ve?

 

Bernardo Piazzardi repasó la pregunta de mediano plazo que hacen en un relevamiento de la Universidad Austral a productores, para ver si van a invertir o no: «8 de cada 10 dicen que van a realizar inversiones en Argentina». Aunque aclaró: «Si hacemos doble clic en la campaña, por primera vez mejoraron las expectativas de corto plazo, las presentes. Pero las futuras, para 2024/25, son un poco más pesimistas. Y esto en los números tiene un correlato».

Piazzardi destacó que, como mínimo, cualquier productor de la región está cobrando unos USD 120 más por tonelada que el productor argentino: «Eso te arruina cualquier plan, flujo y planteo de campaña».

«Hoy tomás los costos actuales de la campaña agrícola, el tipo de cambio, el paquete de retenciones y el precio de Chicago que es la referencia en campo que de arrendamiento tiene un costo de 10 qq/ha, le sumas el paquete de tecnología, cruzás los dedos para que llueva, más el costo de comercialización y flete. Supongamos también  que ese campo puede dar un rinde de 30 de soja, 40 de trigo y 70 de maíz. Esa cuenta, con la foto de hoy, te da cero, cambiaste la plata. Son pelotas en el aire que no sabés adónde caen», advirtió.

Inmediatamente destacó sobre la alícuota de retenciones: «Si hacés una rebaja de 12 puntos a todo, ese mismo campo te da una tasa de retorno respetable». «Si hoy te tenés que tirar a la pileta en un contrato de arrendamiento, hoy los números están tirantes a casi negativos», resaltó.

Bajo este marco, se preguntó cómo se podría comunicar esto a los encargados de las decisiones económicas: «La forma es mostrar que eso impacta directamente en el ingreso por exportaciones. USD 41 mil millones aportó el agro en la campaña 2021/22, después vino la sequía y nos llevó a USD 25 mil. Ahora van a terminar siendo USD 31 mil millones. Qué pasa si se modifican estas variables tan ingobernables para el productor. Pero hay expectativas muy buenas, si bien entramos en una campaña que te da cero en el resultado, el 54% de los productores apoya todas las medidas del gobierno nacional».

Piazzardi destacó también que no solamente hay deberes para hacer tranquera afuera, en competitividad y productividad: «También hay tranqueras adentro. Hemos perdido contra los vecinos y países competidores en producción. La tenemos que retomar, la seguimos aguantando en el producto de mayor exportación que es soja y derivados, pero en el resto hacemos agua. En el sector lácteo la productividad está congelada hace 15 años», graficó.

En tanto, repasó la evolución de Brasil, Uruguay, Paraguay y Estados Unidos: «Llegas a un promedio de valorización del 4% en el precio de la tierra en los últimos 15 años». A contramano de esto, «Argentina votó la Ley de Tierras y el precio se congeló. Está regalada la tierra agrícola en Argentina, pero las condiciones para que vuelva a ser un país normal no sabemos si están».

Al mismo tiempo, el especialista de la Austral consideró que hay más posibilidades de que la mejora para el planteo agrícola vengan del precio internacional a que de factores locales, como el tipo de cambio: «Los valores (de los granos) empiezan a ajustarse a unos USD 30 o USD 40 por encima de lo que vimos los últimos meses».

Por último, resaltó que los bancos comerciales en la Argentina están ofreciendo préstamos a mediano plazo con tasa cero en dólares: «Quizás, apurarse a vender porque me golpean la puerta los proveedores pueden tener una salida por otro lado. Se reseteó tanto el negocio, está cambiando a tanta velocidad, que están apareciendo factores que antes no existían en Argentina».

 

Manejo de riesgos: las claves de un experto

 

Lorenzo Preve, especialista en la evaluación de riesgos, señala que toda la vida gestionamos riesgos, pero que no se hacía de manera integral. 

En primer lugar, repasó que riesgos o incertidumbre es cualquier cambio respecto a lo esperado: «En una empresa lo esperado es el plan de negocios, el plan de siembra, el plan de devolución de fondos a los inversores. Lo que te corra más de lo esperado es riesgo o incertidumbre. Y el pasado no necesariamente me garantiza el futuro».

Pero también está el concepto de riesgo vs. incertidumbre: «Riesgo es cuando puedo medir la volatilidad y la incertidumbre es cuando no puedo, cuando no tengo forma de garantizar la volatilidad al futuro».

Por ejemplo, en los agronegocios los factores de riesgo pueden ser: precios y costos, tipo de cambio, Inflación, clima y rindes, riesgo político (decisiones de gobiernos, la reacción de la sociedad, cambios internos del agro, respuesta en las urnas), cambios de reglas de juego, roturas de maquinaria, accidentes y sabotajes, mano de obra y recursos humanos, ciberseguridad y toma de decisiones equivocada.

Entonces, el primer paso para sortear riesgos es definirlos y medirlos, para luego tomar decisiones a través de: seguros, rotación de cultivos, capacitación, mantenimiento, diversificación geográfica, estrategias de siembra.

«Sin riesgo no hay empresa, cualquier negocio va a tener riesgo. La clave es generar valor a partir de la capacidad de asumir riesgos. La gestión del riesgo tiene que ser integral, no de un solo sector. Los mitigantes se gestionan antes de que ocurra el riesgo», concluyó.

¿Hay opciones para invertir en el agro?

Bajo este contexto, aparecen oportunidades de inversión, como el módulo 10 de ADBlick Ganadería: “Este año las perspectivas climáticas cambiaron y aparecieron muchos campos. También cambió la perspectiva de negocio con la apertura del mercado de exportación”, destacó durante el Día de Inversor José Demicheli, CEO de ADBlick Agro

Este negocio, enfocado en la recría y terminación, busca copiar y estar por encima de la inflación. “En 2024 las opciones no son muchas”, agrega Demicheli.

ADBlick Ganadería compra animales de entre 180 y 200 kilos para llevarlos hasta los 320 en base pastoril. Luego se terminan con una dieta en base a maíz, hasta los 430-480 kilos, y se venden sobre todo con destino a exportación.

La clave es la diversificación de zonas productivas y de mercado. Si bien no dejan de lado el mercado interno, que en momentos puntuales puede convenir, el foco está puesto en la exportación, sobre todo en cupos de calidad como Cuota 481 y Cuota Hilton. Incluso hacen carne de marmoreo, que requiere más tiempo, para nichos de mercado.

Para sumarse al módulo 10 de ADBlick Ganadería, el ticket mínimo es de $5.000.000 y la renta esperada es del 8% por encima de la inflación con un perfil

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En la previa al evento Argentina Visión 2040, fundadores y directivos de Bisblick destacan el rol de la educación en el desarrollo de la Argentina

Bisblick es una ONG que trabaja para que jóvenes con alto potencial sean los primeros profesionales de su familia. «Los acompañamos para que logren este sueño cuando el contexto pone un límite en muchos sentidos», destacó Belén Ochoa, directora ejecutiva de BisBlick Talento Joven, durante el Día del Inversor que organizó ADBlick Agro.

Bisblick acompaña actualmente a 130 jóvenes a través de becas económicas, en sus estudios universitarios, aportando además programas de  mentorías y capacitaciones en habilidades blandas y digitales, para que tengan las competencias necesarias para el mundo del trabajo. En plena organización de uno de sus eventos de recaudación más importantes del año, prepara también su proceso de transformación hacia una empresa B con el objetivo de crecer y dar más oportunidades a los jóvenes de todo el país.

Bisblick:  las condiciones del entorno y las oportunidades que todos tenemos: el impacto de una ONG que crece.

Para explicar los inicios de la ONG, José Demicheli, uno de los fundadores de Bisblick Talento Joven, recordó que en 2012 tuvo un incidente personal que lo llevó a pensar en el «gap» de lo que su padre recibió y pudo dejarle a través  de su vida: «Mi papá no terminó la primaria, y me pregunté qué hubiese sido de él (y de nuestras posibilidades también) si alguien lo hubiera acompañado, ayudado a estudiar una carrera universitaria. Hizo muchas cosas muy interesantes con muy bajos recursos, ¿qué hubiera podido hacer con otro set de conocimientos y de herramientas? Eso me llevó a preguntarme por qué no hacemos un pequeño aporte entre 50 amigos para potenciar a jóvenes, sobre todo jóvenes con alto potencial, con talento, lo que siempre ha sido mi obsesión».

Esos 50 fundadores de Bisblick pusieron US$ 1000 cada uno hace 10 años y, desde entonces, la organización no paró de crecer: «Hoy Bisblick se está transformando en empresa B y genera un valor en el proceso de selección que  empieza a convertirse en un activo para las compañías que les cuesta encontrar talento, una herramienta para ello. Bisblick finalmente viene a ser una usina, una concentración de talento que brinda a las empresas “un servicio”, hablamos de entidades  líderes como Accenture, Banco Galicia, Acindar, Danone, Unilever con programas de jóvenes profesionales con inclusión, en donde los jóvenes talentosos de bajos recursos económicos tienen la oportunidad de insertarse al mercado laboral, se conectan con estas entidades y estas entidades los conocen y los integran a sus comunidades a través del trabajo». «Danone nos probó el año pasado con seis becados y este año plantearon ir por 60», graficó Demicheli. Esto los llevó a pensar nuevas formas para liderar el proceso de transformar a Bisblick en una empresa B, para que el servicio que ofrecen a las empresas, que ofrece una utilidad, se vuelque a las becas de los talentos que se seleccionan.

Soledad Acosta, abogada con orientación en derecho internacional público e becada de Bisblick e integrante de la primera camada de egresados de Bisblick dijo: «Mi pasión siempre fueron los derechos humanos y ahora estoy coordinando el área de legales de la secretaría ejecutiva de la CONARE (Comisión Nacional para los Refugiados) con un contrato de la Fundación ACNUR (agencia de la ONU). Estoy cumpliendo mi sueño». «Fui la primera profesional de mi familia, pero sé que no voy a ser la única. Todos estos logros fueron gracias a Bisblick, una red inmensa que da valor a personas como yo, que tenía muchos limitantes económicos», contó emocionada.

Bajo este marco, durante el Día del Inversor, Belén Ochoa explicó todo lo que representa el encuentro Argentina Visión 2040, que se realizará el 29 de junio bajo el lema «Liderazgo adaptativo: un paso del agro a la nueva República» para Bisblick: «Es uno de nuestros eventos a beneficio más importante del año, lo recaudado representa el 30% de nuestro presupuesto anual».

Gastón Podestá, integrante de la dirección estratégica de ADBlick, ex director Accenture y fundador de BisBlick, advirtió que durante los últimos años creció la «grieta educativa» entre las personas que pueden acceder a buenos sistemas educativos y los que no tienen las condiciones: «Los países que crecen es gracias al conocimiento, a la calidad educativa», resaltó y puso como ejemplo a la India: «El 80% de los profesionales (de la India) habla inglés y se inserta en el mundo de manera muy fácil».

De esta forma, ante la falta de un horizonte claro en cuanto a políticas públicas, Podestá considera que las empresas van a tener un rol protagónico, con un liderazgo adaptativo: «Debemos reconocer las debilidades que tenemos, en Argentina ni siquiera se mide el nivel educativo que tenemos». Al mismo tiempo, comentó que lo que sí se observa es en el día a día de las empresas, cuando salen a buscar talento y no logran cubrir la demanda de habilidades.

«El liderazgo adaptativo va a tener que estar también en las personas. El conocimiento más importante que vamos a necesitar de aquí en adelante es poder aprender cosas nuevas todos los días, en las cosas que vienen. La velocidad que tiene el mundo es muy grande. Se necesita capacidad para educarse fuera de las estructuras formales, que van a seguir existiendo y que son necesarias, pero hay muchísimas formas de autoestudio necesarias para reinventarse en cosas nuevas que no conocían», apuntó el ex director de Accenture.

Con todo este contexto, se preguntó: «¿Vamos a tener las capacidades necesarias para poder desarrollar ese potencial que tenemos a nivel país? El signo de interrogante es grande”.

El impacto de Bisblick en cifras. Cómo colaborar

Bajo este marco, cobra relevancia el impacto de Bisblick sobre los jóvenes y la comunidad. Desde sus inicios en 2013, gracias a la organización se graduaron 18 jóvenes y unos 38 se sumaron a la comunidad en 2023. Solo en 2022, fueron 100 las familias impactadas a través de sus jóvenes, que son agentes de cambio.

En total, son 1892 los talentos que se vieron impactados por las distintas actividades de la organización, que ahora apuesta a ser empresa B para seguir creciendo y potenciando el futuro de la Argentina.

Para saber más información sobre el evento Argentina Visión 2040 y comprar entradas, se puede visitar: https://argentinavision2020.com/2023/

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Contexto favorable para la Ganadería Argentina

El sector ganadero argentino se encuentra frente a un horizonte de crecimiento y oportunidades. Si bien el año pasado se vio caracterizado por una devaluación de más del 100% y una inflación de casi el 50%, el sector ganadero supo adaptarse a dicha situación apostando a recrías largas a la espera del acompañamiento de los precios. Aunque el 2018 finalizó sin haberse evidenciado un acomodamiento total de precios en relación al dólar, en las últimas semanas se vio una sensible suba de los precios que permite dicha brecha se vaya achicando.

Si bien el consumo interno de carne vacuna no muestra síntomas de crecimiento en los últimos períodos, manteniéndose estable la demanda total, desde el año 2016 a la fecha las exportaciones han sido el driver de crecimiento del sector (incrementándose en un 139% y pasando de representar un 8,7% a un 18% de la producción total). De esta manera la Argentina se encuentra recuperando posiciones en el ranking de exportadores de carne, estimándose un nivel de exportaciones de 600 mil toneladas de cara al año 2019, lo que la llevaría al 5° lugar, según Victor Tonelli, miembro del Board asesor de ADBlick Ganaderia. La creciente demanda de proteína a nivel mundial, acompañada por la reapertura de mercados sobre la que se está trabajando (con resultados alentadores) son las principales variables que sostienen la expectativa de crecimiento para los próximos años. Algunos ejemplos de ello son el mercado de Estados Unidos, reabierto luego de 17 años, sumado a la histórica apertura del mercado Japonés y a la ampliación del protocolo de exportación a China, que es nuestro principal cliente y posiblemente lo continúe siendo.

Desde ADBlick Ganaderia vemos que otra variable importante a considerar de cara a este 2019 es el clima que, a diferencia del 2018, tiene pronósticos son muy favorables para el sector. Más allá de las recientes inundaciones, que sin duda reducirán la oferta de hacienda, en gran parte de las zonas agrícolas se espera una elevada producción de maíz, que pujará los precios a la baja, y en conjunto con el acompañamiento del ajuste de precios de la carne, la relación novillo-maíz sea favorable, abriéndose una oportunidad sumamente interesante para el sector. Es así que nos encontramos en un momento donde las condiciones del negocio ganadero muestran un escenario óptimo para su crecimiento y desarrollo, que permitirán continuar en la senda de crecimiento en los próximos años.

Por Gonzalo Díaz Colodrero.

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