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¿Se puede aprender a ser emprendedor?

En el último Día del Inversor nos planteamos si “¿Se puede aprender a ser emprendedor?”. En el evento, donde compartieron sus experiencias emprendedoras Milagros Graziani, Country Managing Director de Beeflow y Agustín Veiheller, Founder de Ecobella, también contamos con la presencia de nuestro CEO, José Demicheli. Compartimos con ustedes sus experiencias emprendedora y los principales aprendizajes: 

Milagros Graziani compartió su experiencia emprendedora dentro de una empresa. “Estoy en BeeFlow desde sus comienzos, y siento que en todo momento se valoró el ADN emprendedor de los miembros del equipo. Uno de los consejos que le puedo dar a los que están empezando es que a veces, lo que uno proyecta, fracasa en la práctica. En esos casos, siempre hay que ver la posibilidad de mejorar la propuesta y evaluar la posibilidad de un Plan B, un Plan C o inclusive un Plan D. Otro de los puntos clave es trabajar con otras personas, y valorar el aporte de cada uno de sus miembros”. 

Agustín Vierheller comenzó hace 13 años con el proyecto de Eco Sticks, un producto que se propuso reemplazar los palitos de sushi de madera por palitos comestibles y que se encuentra desarrollando otros productos con el mismo espíritu. “Empecé en el garage de mi abuela y para nosotros ver hoy nuestro producto en las cadenas más importantes del país es un sueño hecho realidad. Emprender es un ejercicio , una gimnasia, es como aprender a andar en bicicleta. Uno se golpea, y luego va aprendiendo. Hay que intentar no volver a repetir los mismos errores» afirmó.

Por su parte, José Demicheli,  quien además de empresario es especialista en entrepreneurship y profesor del IAE en Prácticas de Management nos contó su larga y rica experiencia emprendedora: Todo empezó un día cuando tenía 16 años. Le comenté a mi padre que nos íbamos a ir de vacaciones solos con mis amigos del colegio, y su respuesta fue: “Yo no te voy a dar plata”. Dicho y hecho, esa fue la última vez que me dio plata. Esa respuesta de mi padre me dió el puntapié para empezar mi primer emprendimiento, venta de encendedores. Los compraba con mis amigos en los mayoristas que importaban de Brasil, después recorríamos la ciudad en bicicleta y los vendíamos en los kioscos,  en la feria de Plaza Italia y en los semáforos. Así logramos juntar la plata e irnos de vacaciones.

A los 17 comencé mi segundo emprendimiento, y a los 18 el tercero, “New Printing”, era más formal, en el que vendía insumos para computadoras a librerías y  tiendas de computación. A esta compañía la fundé solo,  y aprendí a darme cuenta de que la micro hace la diferencia, más allá del caos de la macro. Esta frase que pensé hace 30 años, la sigo aplicando al día de hoy, y con esto me refiero a que soy yo quien decide mi futuro y creación del mismo, no hay excusas. “Cada mañana yo decido mi futuro”.

Otra de las cosas que aprendí en aquel entonces, fue la importancia de la imagen y la percepción, tenía 18 años y sólo contaba con mi valijita para salir a vender. Acá aplica el concepto “¿A quién subo al barco?”. El padre de un amigo cercano, tenía una agencia de publicidad, y se me ocurrió consultarle si había alguien dentro de la agencia que podía darme una mano con el logo de la empresa, su respuesta fue sí. Ahora a mi empresa sólo le faltaba un lugar físico, ante ello consulté con el papá de otro de mis amigos, sabía que había sido contratado en YPF como Gerente de Legales, y que dejaría su oficina en la que solía ejercer como abogado, le consulté si podía poner la dirección en mi tarjeta, y me dijo que no había problema. Así fue como creé una empresa, que vendía productos de computación de primera línea, con logo, tarjeta y una oficina ubicada en el microcentro de Buenos Aires, donde con un maletín recorría las tiendas persiguiendo un fin.

Emprender es cuestión de percepción. Recuerdo que en ese entonces proveía a una empresa, y cada tanto me ofrecían invitar a mi equipo de trabajo a un partido de fútbol, a lo que yo contestaba que no veía interés alguno en mis compañeros, pero que yo podía sumarme. La realidad era que no tenía compañeros, porque la única persona en New Printing era yo, pero se podía percibir que había una gran empresa, y es por eso que una gran compañía me compraba.

La siguiente empresa que fundé fue New Nortel, éramos 3 socios con fortaleza comercial, juntos aprendimos sobre la importancia de los contratos, que nos asignan valor, incluso que se puede armar y desarmar una empresa ordenadamente ganando dinero.

Luego, con otros tres socios con quienes compartía valores y miradas complementarias, armamos Pro Foods, una empresa que fue la primera dedicada al Food Service Distributor en Argentina (todo aquello que se come fuera del hogar, ya sea en hospitales, colegios, deliverys entre otros). ¿Qué aprendimos en este negocio a los 27 años? La importancia del concepto y modelo de negocio, el uso tercerizado de grandes recursos, la complementación de socios, la importancia del capital de trabajo y el espacio de tiempo para su desarrollo, la estructura de cadenas de valor, y sobre este punto hago un llamado de atención, hay que tener cuidado con ofrecer un valor que no se valora. Por otro lado, también es importante saber “salir” a tiempo, y por último la importancia de un líder o Director General, con quien en  ese entonces no contábamos.

¿Cómo armar una empresa dentro de una empresa? Así fue como surgió Pro Entertainment, “usando la chapa”, de una compañía grande como TyC, siendo una start-up,  para salir a hacer negocios no sólo en Argentina, sino en el mundo, lo que requirió la evaluación de mercados y sinergias, donde se amplió el foco del negocio. Hay que mirar distinto y armar nuestro modelo de negocio, requiere muchas veces juntarse con varios, aunque sea a tomar un cafecito nos da otro diagnóstico para saber dónde está la oportunidad en el mercado y en función de eso salir a crear el futuro.


Nuestro CEO también destacó la importancia de la pasión como motor del emprendimiento, para lograr saltar todas las vallas que van surgiendo, así también como  la combinación de la experiencia de la calle con la capacitación permanente, para generar oportunidades todo el tiempo. “En un emprendimiento debe haber armonización entre la velocidad y la calidad, es decir,  hacer, hacer y hacer, pero en algún momento es necesario desacelerar y cuidar la calidad”, agregó Demicheli.

Para cerrar el encuentro José, concluyó:  “No se puede emprender sin riesgo, pero el objetivo de un buen emprendedor es buscar mitigarlo. En este sentido, es necesario pasar de una lógica de predicción, que siempre parte de experiencias pasadas, a una metodología de creación, es decir, fortalecerse mirándose a sí mismo. Ser emprendedor es una actitud, que tiene que ver con quien soy, con lo que se, con la red en la que me manejo y con los recursos que tengo”

Por Luana Barron, Analista de Marketing de ADBlick Agro

¿Boom ganadero? ¿Qué oportunidades no estamos viendo?

Este año está siendo realmente excepcional para el sector, ya que estaremos cerrando aproximadamente en 3.250.000 toneladas de producción total de carne, unas 100.000 tn más que el año anterior y que corresponden directamente a la exportación, lo que nos permitiría alcanzar casi 1.000.000 tn total en el negocio externo. Mientras vemos una exportación que va subiendo a un 30% del total producido y se encuentra encaminada hacia un 40% en los próximos años, el consumo interno se encuentra empobrecido, sin posibilidades de presentar batalla, por lo cual es impensable un incremento de volúmenes y precios en el mercado local.

Dado que Argentina cada vez va a tener menos dólares, la principal preocupación actualmente es sí habrá dólares suficientes para sostener la economía de todos aquellos que necesitan importar insumos básicos para poder exportar. Me refiero a las necesidades mínimas como cubiertas para camionetas y tractores, y repuestos para motores y maquinarias. El dólar va a ser el insumo que más va a preocupar al gobierno y por esa razón va a poner foco en promover las exportaciones. Sin embargo, aún no estamos viendo que haya una política dirigida a desarrollar el sector ganadero, aunque haya diálogo y buena voluntad, todavía no se ve capacidad de acción.

Sin embargo, aún sin el apoyo de medidas oficiales específicas para el sector, en exportación se está trabajando muy bien, con un incremento del 20 % en estos últimos 7 meses, habiendo cubierto la cuota Hilton en el marco de un escenario que ha sido muy complejo, impensado, con Europa ausente durante casi 4 meses,  Estados Unidos recuperándose de repente y ahora en una meseta, e Israel muy bien, gracias a un esfuerzo enorme, donde afortunadamente contamos con el apoyo de Cancillería.

En cuanto a la parte productiva, en la etapa de cría se ve una depuración de rodeos extraordinaria, habiendo eliminado una gran cantidad de grasa de vacas improductivas que teníamos en el campo consumiendo arriba de 4.000 Kg de materia seca, que ahora es consumida por la reposición, la recría y la vaca que está mejor condición corporal. Con esta depuración, el productor pudo sanear sus finanzas y está invirtiendo en verdeos de verano no sólo para este año, sino también para las praderas del próximo. En la cría ha habido una cantidad de factores que nos están poniendo en un nivel muy alto este año, por ser refugio del valor, tanto para los terneros como la vaca réfugo , la vaca vientre y los toros. A partir de los datos de stock del año pasado, los cambios en el cierre de diciembre serán muy positivos.

Hoy la cría está pasando un momento de un entusiasmo, de una inversión y de un futuro extraordinario que no se va a cortar, es probable que terminemos en casi el 65% de marcación, aunque el crecimiento que se deba más a factores exógenos, que a una estrategia. Y vamos en camino a un 70% de marcación, lo que antes parecía una utopía y nos costó 40 años que ocurriera; es probable que esto lo veamos en 4, 5 o 10 años pero el proceso ya arrancó. Y el rol de China, que inicialmente no se le dio el valor que tiene y generó preocupación por el riesgo de mono-mercado, hoy es claro. China, nos permitió sacarnos las vacas improductivas e ingresar flujos de dinero por una vaca que antes no valía nada y hoy vale una fortuna. Nos dio la oportunidad de sanearnos, estamos reinvirtiendo, reteniendo vientre y terneras, comprando terneras y vaquillonas para rejuvenecer el rodeo, “la cría es en el único eslabón en el que veo un progreso extraordinario, a ritmo geométrico”. Y la recría es parte de este mismo proceso, se hace en el campo de cría, como la Cuenca del Salado, y el productor de a poco lo va entendiendo.

Un tema aún incipiente pero con muy buenas perspectivas es la integración agropecuaria considerando que “los cultivos de cobertura que antes no se pastoreaban, ahora se pastorean todos”. Con mayor o menor intensidad, se aprovechan los meses increíbles desde abril hasta septiembre donde hay un volumen de pasto que permite incorporar 80 kg de peso por cabeza a la recría, con un costo muy bajo en un proceso que se realiza para proteger al suelo, y además otorga una renta espectacular.  Este cambio le permite al productor pastoril entregar al feed-lot un animal más pesado, alimentado primeramente a campo y que por lo tanto tienen que salir del feed-lot  también más pesado, para diluir el efecto negativo de la compra-venta. Si bien los feed-lots son muy industriales y pueden funcionar cada vez mejor, esta nueva capacidad del criador los complica y les plantea un nuevo desafío.

Como conclusión, puedo afirmar que pocas veces he visto una oportunidad en el mercado internacional como la que estoy viendo ahora, con países que normalmente han liderado determinados mercados, ahora con la dificultad de poder abastecerlos, con un mercado internacional que está para duplicar los volúmenes, con un gobierno que necesita los dólares y que se encuentra escuchando seriamente al sector como no lo escuchó en el pasado. El gobierno está comprando la idea de que la agroindustria va a ser de alguna manera la que le va a dar el envión a la Argentina para seguir creciendo. Sinceramente no creo que haya en el mundo y en Argentina un sector tan potente como la ganadería argentina, para realmente convertirse en un pilar central para el despegue de la economía del país.

Víctor Tonelli, Analista y Consultor ganadero

Hacé clic aquí para acceder al reportaje completo realizado a Víctor Tonelli en Agrositio

“No hacer nada” es una decisión. Y suele ser la más arriesgada de todas

Cuando hablamos de soja, el “mundo” se limita a 4 países: China, EE.UU., Brasil y Argentina.

China es el motor del mercado internacional y es quien ha impulsado las fuertes subas en los precios de las últimas semanas. Está abocada a cumplir con la Fase 1 del acuerdo con EE.UU. y su demanda no se detiene para recomponer stocks, buscando intensamente también la soja de Sudamérica.

EE.UU. se encuentra en plena cosecha y ya presenta un avance superior al 20% que presiona los precios a la baja. Pero cuando parecía que el mercado ya tenía descontada una merma de rendimientos, salió el 30/9 el reporte del USDA que recortó aún más los stocks al cierre por la gran demanda China y menores rindes estimados. Independientemente de este nuevo dato alcista, sus datos ya nos mostraban que empalmó las campañas sin saldo exportable y que ya tiene más del 60% comprometido de la campaña 20/21. LOS PRECIOS SUBEN Y ESTÁN VENDIENDO.

Brasil vive una situación inédita, ya confirmado como el principal país productor de soja del mundo. Los productores están subidos a un rally de ventas motivado por dos factores: la suba de los precios internacionales y la fuerte devaluación que tuvo el Real en el 2020. Una devaluación del 40% hace que tengan ya el 96% de la campaña actual vendida y lo más llamativo es que vendieron más del 54% de la soja que recién están comenzando a sembrar. LOS PRECIOS SUBEN Y ESTÁN VENDIENDO.

Venimos para Argentina y nos encontramos con compras declaradas por la exportación y la industria por alrededor del 65%. Prácticamente mismo nivel de ventas que en la campaña anterior, pero con la gran duda sobre cómo se comercializará lo que queda. La incertidumbre cambiaria genera el acto reflejo en el productor de “quedarse en soja” si no tiene destino de los fondos. Los dólares pesificados que se obtienen por la venta de los granos pierden inmediatamente su valor al pasar por ventanilla e intentar comprar los dólares nuevamente. Si no hay insumos que pagar es lógico que se eviten ventas en un contexto devaluatorio e inflacionario Esto no es nuevo para nadie. LOS PRECIOS SUBEN Y NO VENDEMOS.

El principal problema es la soja disponible que en este momento se decide no vender y tiene varios frentes abiertos que definirán las cotizaciones de las próximas semanas. La necesidad de aumentar el nivel de dólares del país y un stock de soja valuado en aproximadamente 8.000 millones generaron las medidas económicas recientemente anunciadas a nivel local: baja temporaria de retenciones  y la vuelta del arancel diferencial pedido por las industrias. ¿Esto alcanza? ¿Qué hago con esos pesos si no tengo necesidad de efectuar pagos?  ¿Es más probable que suba la soja si la retengo o que se devalúe el peso? Puede haber tantas respuestas como personas que se hagan esas preguntas.

Por otra parte tenemos a China comprando sin parar y EE.UU. definiendo rindes que veremos finalmente qué tan buenos o malos son. No deja de estar presente la pandemia. Ahora tenemos a Trump contagiado con Covid y las bolsas caen. Todo muy volátil. Todos estos factores pueden acelerar o frenar aún más las ventas o generar nuevas  subas o bajas en los precios. 

Estamos al revés del mundo en la decisión de venta y esta vez pareciera que sale muy bien la jugada con los precios que suben, pero siempre hay que tomar decisiones. Las opciones son herramientas que nos permiten garantizar pisos de precios pagando primas, como si habláramos del seguro del auto, de granizo o cualquier otro. Uno paga las primas esperando NO EJERCER su derecho como asegurado. Hoy podemos asegurarnos un piso 70 dólares por encima de lo que valía la soja en cosecha, pagando una prima de 4 dólares y esperar a ver qué ocurre en el mercado. Recordemos que la cotización de la soja no se basa en nuestra paridad cambiaria. La clave es entender que “no hacer nada” es una decisión. Y suele ser la más arriesgada de todas.

Por: Leandro Barbieri, Gerente Comercial de ADBlick Granos