Ganadería: una década perdida

Desde 2010, y por primera vez en la historia, más de la mitad de la población mundial está viviendo en ciudades. Aunque la economía mundial ahora está creciendo a un ritmo más lento, el crecimiento de la clase media a nivel global, y por ende mayores ingresos, han provocado un cambio en la dieta, incrementando la demanda de proteínas, en particular la carne. Este cambio ha sido especialmente fuerte en los países en desarrollo tales como China, Hong Kong y Vietnam, desequilibrando la demanda mundial.

A pesar de que el consumo y la producción mundial de carne vacuna se han mantenido estables, las exportaciones han incrementado un 25% entre el 2010 y el 2014.

Los principales exportadores de carne vacuna en el mundo se abrieron camino en un contexto que impulsó el comercio internacional de este producto. Entre los años 2007 y 2014 Australia incrementó sus exportaciones un 21%. Nuestros vecinos Uruguay y Paraguay no se quedaron atrás, con un 6% y un sorprendente 76% respectivamente. Si bien Brasil contrajo sus exportaciones un 8% en ese mismo período, ha incrementado su stock ganadero en un 20%, y sigue siendo el principal exportador a nivel mundial.

Nuestro país, por el contrario, tuvo una performance nada destacable. La Argentina ocupa en la actualidad el 11o puesto del ranking como exportador, cayendo cinco puestos en los últimos 7 años, inclusive por debajo de sus vecinos, Paraguay y Uruguay, y exportando un 60% menos que en ese entonces. Este panorama negativo de las exportaciones a nivel país se debe principalmente a las restricciones a las exportaciones y retenciones.

En términos productivos los números tampoco son alentadores. La Argentina, entre el año 2007 y el 2014, redujo su stock ganadero en un 12% y su producción de carne vacuna en un 15%.

Estos resultados se obtienen con políticas que desincentivan la actividad, y llevan a la liquidación de vientres, y al auge de la agricultura en dicho período, que desplazó a la ganadería a zonas marginales.

Con elecciones a la vista, pensando en la cadena de la carne como un punto importante en la agenda del nuevo gobierno, y con condiciones internacionales que pueden ser aprovechadas con una mayor apertura al mundo, el panorama de la ganadería argentina debería mejorar.

Es aquí donde vemos una oportunidad, pero para ello es necesario plantear un negocio de escala y eficiente, con operadores de marcada trayectoria y experiencia en el rubro. ADBlick Ganadería es un proyecto que cumple estos requisitos, sumando socios estratégicos como Adecoagro, capitalizador del mismo, y a Colombo y Colombo, operador comercial.

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