Todas las entradas de: Leandro Barbieri

Puja de factores alcistas y bajistas en el mercado de granos

Stocks decrecientes en EE.UU, interrogantes sobre la producción en el hemisferio Norte, posible disminución de los mandatos obligatorios de mezcla de biocombustibles, clima incierto en Sudamérica por posible año “Niña” (sobre el mismo fenómeno del año pasado), demanda China, sequía en Brasil, fortalecimiento del dólar, fondos especulativos con gran participación en el mercado, olas de Covid, año electoral, inflación, devaluación, retenciones…

Son tantos los factores que intervienen en el mercado de granos que resulta imposible predecirlo con exactitud, aunque en determinados momentos pueda establecerse una idea de su “dirección”.

Estamos en un escenario de stocks muy ajustados a nivel global, con proyección de producciones record en la próxima campaña tanto para Argentina como para Brasil que solo se pueden mostrar en forma teórica. Esas proyecciones hoy son simplemente una expresión de deseo producto de la necesidad de recomponer stocks para mejorar el balance de oferta y demanda y no una realidad. La superficie aún no se ha sembrado y en caso de mantenerse firme la demanda de China, una nueva campaña donde predomine el fenómeno “Niña” puede ser muy preocupante en cuanto al abastecimiento.

¿Esto es garantía de que los precios subirán? La respuesta lógicamente es que no aunque invita a pensar que se presentarán oportunidades. Hay varios factores adicionales que pesan a nivel global y, por supuesto, a nivel nacional. Varios de ellos mencionados en el primer párrafo.

Lo importante es comprender que cuando hay márgenes interesantes hay que buscar de capturarlos, y tratar de encontrar herramientas que nos permitan capitalizar subas.

Hay cultivos como el girasol y la cebada que en el Sudeste tienen una participación importante. La cebada cervecera rondando los 245/250 usd/tonelada, con una forrajera de 225/230 usd/tonelada no admiten demasiada especulación. En esos valores holgadamente por encima del promedio de los últimos años es difícil argumentar y no vender un porcentaje de la producción estimada.

Con girasoles en niveles de 400/410 usd/tonelada también estamos en números para tomar posiciones.

Por el lado de los cultivos más tradicionales como trigo, maíz y soja hay herramientas que siempre que tenemos oportunidad mencionamos que son las opciones. Los precios a cosecha son muy interesantes (quizás trigo y soja en primer lugar, quedando el maíz algo retrasado). Siempre está la posibilidad de vender y comprar calls para capturar subas. O simplemente comprar Puts.

Al momento de escribir estas líneas un Put de trigo diciembre en el MatbaRofex con precio de ejercicio 216 usd vale 6 usd. ¿Qué quiere decir esto? Que pago 6 dólares para tener el derecho de vender a 216 si el mercado se cae (por mayor oferta, menor demanda, aumento de retenciones, etc.). Ponemos un piso de 210 usd si somos alcistas que es un valor 40 usd por encima de los valores a los que se empezó a vender trigo la campaña pasada. A menos de 210 no podemos vender pase lo que pase, y si el mercado sube vendemos a lo que valga menos el costo de 6 usd que tuvimos como “seguro”.

Un dato con respecto al trigo es que en comparación con la campaña previa ya hay casi un 40% más comercializado. Es lógico con estos precios y factores de riesgo.

Muchas veces el mercado transita meses de subas ininterrumpidas que transcurren a un ritmo constante pero relativamente lento. En el mercado se dice que se sube por la escalera y se baja por el ascensor. Hay muchos indicadores que en este momento sirven para que el ascensor no aparezca y ayuden a quienes especularon sin realizar ventas, pero no tomar decisiones es un riesgo muy grande en un mercado tan volátil.

Por Leandro Barbieri
Gerente Comercial Adblick Granos

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Mercado de granos: gran oferta, mayor demanda

Desde hacía unas semanas el mercado de soja y maíz se encontraba lateralizado, con mucha volatilidad y días de fuertes subas y bajas. Esto generaba incertidumbre desde el lado de los productores. ¿Había finalizado el escenario alcista?

Faltaba una señal que generara un nuevo rebote luego de estas semanas sin tendencia tan clara. Como es sabido, el mercado internacional de soja y maíz se rige fundamentalmente por lo que ocurre en Estados Unidos. El fortalecimiento del dólar daba señales de alerta por ser una moneda que genera que los grandes fondos de inversión revean su estrategia de inversiones en granos y vuelquen esos dólares al mercado financiero.Ads by

Sumado a esto, era vox populi que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) publicaría en su reporte del 31 de marzo una intención de siembra de soja y maíz récord, con rendimientos estimados también en los niveles más elevados de su historia. Para sorpresa del mercado la intención de siembra publicada en el esperado reporte no tuvo el incremento calculado por el mercado.

Eso tiene cierta lógica ya que cultivos como la soja y el maíz compiten en superficie, por lo cual un gran incremento de área en ambos cultivos iría en detrimento de los rendimientos, ya que sería una superficie destinada a otros cultivos en zonas marginales. Todo no se podía aumentar.

Por otro lado, el país del norte en sus stocks de la actual campaña muestra que lleva comprometido prácticamente el 100% de su saldo exportable de ambos productos, lo cual implicaría una necesidad de importar soja y de consumir sus stocks internos de maíz al punto de dejar sus existencias finales en niveles históricamente bajos.

Lo que muestra su hoja de balance es que sus stocks ajustados en esta campaña no lograrían recomponerse en el siguiente período, pese a un incremento en el área igualmente muy importante y una productividad calculada en niveles récord en cultivos que aún no se han sembrado ni han transitado por la incertidumbre climática de cada año.

Así las cosas, los fundamentos del mercado recuperaron su impulso, ya no solamente para la campaña actual sino generando expectativas para la campaña próxima.

El mercado desde el último año empieza a ver como nunca la intensidad de la demanda, liderada por China que ha comprado de absolutamente todos los granos, lo esperado y mucho más, con una oferta a nivel global que no ha sufrido grandes inconvenientes más allá de la sequía que ha afectado a nuestro país. El mundo ha tenido muy buenas cosechas y de todas formas pareciera que no alcanza.

Leyendo estas líneas uno puede inferir la suba de precios que se da desde los fundamentos tan básicos como demanda creciente y baja de stocks, pero la incertidumbre siempre se hace presente en los mercados.

Estamos en una pandemia que va por terceras olas en algunos lugares, una demanda muy fuerte que si de golpe merma su intensidad generaría incertidumbre, un dólar que si se fortalece puede generar que los fondos liquiden posiciones y provoquen bruscos movimientos, y un contexto país con muchos condicionantes económicos, sanitarios y políticos. Sumado a esto ingresaremos en el período de cosecha que suele ponerle un freno a las cotizaciones por necesidades de logística.

Por esto es que siempre se exige dedicar tiempo a la toma de decisiones comerciales. Creer que el mercado va a subir no implica que vaya a ocurrir con certeza. Si necesitamos vender podemos comprar calls en posiciones más lejanas que permitan recomprar la posición, y si decidimos no vender podemos colocar pisos de precios que permitan cosechar y dormir tranquilos. Las coberturas flexibles en un año como este son tan necesarias y tan redituables como no se recuerda.

Leandro Barbieri,
Gerente Comercial ADBlick Granos

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Escenario Trigo-Cebada 2018-2019

Todo lo que se diga sobre el clima seco que está atravesando nuestro país resultará
repetitivo y redundante, con una cosecha de gruesa que asoma con mermas de producción no previstas hace escasos meses, donde la preocupación era más por deshacerse del agua que inundaba diferentes regiones que por mirar hacia el cielo buscando lluvias.
Los portales de la web dedicados a los pronósticos del tiempo deben estar saturados de consultas desde principio de año a esta parte.

Ahora bien… este partido ya está jugándose, con un par de goles en contra y algún expulsado. Pero el torneo sigue y hay más partidos por delante. El próximo partido será el de la siembra de fina, y el partido actual no puede sesgar las expectativas que debe generar una campaña nueva.

La nueva campaña comienza a plantearse con un escenario de precios muy diferente a años anteriores, con un Mercado a Término en la posición de trigo enero 2019 rondando los 200 usd y la exportación comprando en niveles de 190 usd.

Estos precios están marcados por dos situaciones que en este momento le brindan sostén a los precios:

El clima seco en Argentina que arrastra el cereal a la suba acompañando el resto de los commodities y la situación en EEUU, que está saliendo de un invierno muy seco y el trigo de invierno que tienen sembrado se encuentra perdiendo calidad en cada reporte.

En este caso lo que podemos decir es que los cultivos de fina de la campaña siguiente están siendo arrastrados por la coyuntura actual de lo que se espera de nuestra cosecha de gruesa y de la cosecha de fina Norteamericana, y eso sin transitar siquiera la etapa de siembra en Argentina y mucho menos el denominado “mercado climático” de esos cultivos.

Con esto, y volviendo a la jerga deportiva, lo que vemos es todo un partido por delante, con un escenario de precios que invita a ser optimistas desde el minuto cero.

Por citar un ejemplo, el MAT enero 2018 de trigo hace exactamente un año, valía 163 usd por tonelada siendo un valor más de 30 usd inferior al actual para el MAT enero 2019.
Por otra parte, el trigo en la Provincia de Buenos Aires tiene una ventaja muy interesante respecto de otras zonas: tiene mercado cercano a la producción que genera ahorros de fletes interesantes.
La clave para aprovechar esta ventaja es tener estrecha relación con la demanda, sabiendo que es lo que busca el exportador o el molinero para poder sembrar lo que ellos necesitan en su área de influencia.

Es por esto que es esencial poner el foco en un buen desarrollo comercial de cara al cliente, generando relaciones estrechas que permitan conocer la demanda previa a la siembra, para elegir mejor las variedades, lotes y campos.

Por citar un ejemplo respecto de esto, durante la campaña de fina que terminó en enero, Adblick Granos pudo ser proveedor de trigo de nueve Molinos Harineros de la Provincia de Buenos Aires, distribuidos en distintas zonas que permitieron agregar valor acercando la producción a la demanda.

¿Qué decir de la cebada? El escenario de cebada es similar en la percepción al de trigo ya que es un cultivo sustituto en el Sudeste Bonaerense. A diferencia del trigo no cuenta con un mercado tan fluido, pero siempre los precios de trigo son una referencia a la hora de buscar precios disparadores de ventas para la cebada y más aún cuando la decisión de sembrar uno u otro cultivo no está tomada.

Su limitante se encuentra en la demanda acotada, pero sin dudas los precios actuales tanto de la cebada disponible (185 usd una forrajera) como de trigo futuro generan una expectativa de precios superior a la campaña pasada a esta altura del año.

En resumen, se viene un nuevo partido. El foco debe estar puesto en capitalizar las oportunidades desde el comienzo aprovechando un escenario que debería favorecer a la producción luego de una campaña difícil.

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La importancia de conocer la calidad

Sabida es la capacidad productiva de nuestro país. Se invierte constantemente en tecnología destinada a producir más y mejor, buscando aumentar rendimientos y reducir costos de producción, pero se percibe poca iniciativa del sector productivo por capacitarse en cuanto a adquirir conocimientos en calidad de los granos.

Todos los integrantes de la cadena (acopios, cooperativas, industriales, exportadores, etc.) cuentan obligatoriamente entre su equipo con Peritos Clasificadores especialistas en determinación de calidad de cereales y oleaginosas.

Está claro que el sector formado por los productores en gran cantidad de casos se conforma por personas físicas que se dedican a la explotación y que no cuentan con una estructura de personal como para tener especialistas en esta materia. El problema de la falta de recursos es totalmente atendible. Lo que no es atendible es que el sector productivo no se plantee, salvo excepciones claro, la importancia de este tema como para analizar la manera de lograr
capacitarse en conocer la calidad de lo que se produce.

Esto es fundamental como proveedores de granos, tanto hacia adentro como hacia afuera.

Hacia adentro permite conocer qué es lo que realmente se cosecha, para poder lograr mejores negocios si la calidad es superior o para poder reducir los problemas de rechazos de mercadería en los diferentes destinos por no haber determinado los problemas de calidad antes de enviar un camión al molino, industria, puerto, etc.

A menudo sucede que el productor agropecuario (dicho en general, sea un productor particular o una empresa) no se encuentra de acuerdo con la calidad de los granos que le está anunciando su comprador. Esta disputa muchas veces se da más desde un sentido de pertenencia de la mercadería y no tanto desde la objetividad de conocer efectivamente la calidad de lo que se envía a destino.

Si se tuviera un conocimiento con mayores fundamentos los diferendos se reducirían ampliamente porque obligaría a todos los integrantes de la cadena a ser más finos en sus análisis sabiendo que todas las partes hablan el mismo idioma.

Hacia afuera le permitirá al sector productivo obtener negocios diferenciales, ya que sus compradores sabrán que es lo que están comprando muchas veces antes de hacerlo. Eso genera que obtengan un producto confiable según sus necesidades y sin dudas debería tener un valor diferencial fundamentalmente en años de inconvenientes de calidad.

El debate consiste en dimensionar el impacto negativo del desconocimiento.

Desde nuestro lado, ubicado ADBlick como productor de granos, buscamos ir cambiando esta manera de producir para sumarnos a los requerimientos de calidad de los compradores de nuestra producción, a quienes vemos como clientes a los cuales debemos proveerlos de lo que ellos necesitan. Para esto realizamos la Jornada de Capacitación en Calidad de cultivos de fina para que nuestros operadores y controladores de cosecha puedan mejorar sus aptitudes de cara a lo que se viene.

Nuestro compromiso es poner la vara más alta, incorporando conocimientos y generando con esto un proceso de mejora que nos hará productores con mejores prácticas y más confiables hacia adentro y hacia afuera.

A fin de cuentas eso es lo que esperamos ser a nivel global, esperando que Argentina se posicione en los mercados como un proveedor confiable… Empecemos por casa.

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Escenario Maíz 17/18

La campaña 17/18 se anuncia con un nuevo incremento del área de maíz, pasando de 5.100.000 MHa en la campaña 16/17 a las 5.400.000 MHa pronosticadas por la Bolsa de Cereales de Rosario para la nueva campaña agrícola.

En la última campaña, se estimó que un porcentaje de alrededor del 50% de la superficie de maíz fue de siembras tardías, con un maíz temprano que suele mostrarse favorable cuando se analizan precios de venta y costos comerciales (se cosecha más seco y genera menores costos de secada, paritarias y fletes cortos para acondicionamiento).

Dicho esto, y pese a la intención en algunas zonas de incrementar el área de maíz temprano por los factores mencionados, la realidad está mostrando que el maíz tardío va ganando superficie en la medida que se va complicando la siembra temprana. La balanza debería inclinarse nuevamente en favor del maíz tardío influenciado por la situación de excesos hídricos de algunas zonas productivas que no permiten el óptimo avance en la implantación. Hoy las estimaciones están en un 40% de siembras tempranas vs. 60% de tardías.

La realidad de la superficie total que se estima puede ir variando, con la soja como alternativa para lotes que no puedan implantarse en fechas tempranas.

Estas demoras se pueden observar en el progreso de siembra de maíz que publica la Bolsa de Cereales de Rosario, en el cual se muestra el retraso sobre el promedio histórico:

Luego de ello, y mirando los precios de la nueva campaña, volvemos a tener un mercado invertido, con un maíz entrega marzo / abril en valores de 148/150 usd, contra los 143/145 usd que vale en la posición julio.

Estos precios del maíz tardío en el mercado interno se explican en gran parte con los principios de oferta y demanda, con un maíz tardío muy ofrecido que genera valores más bajos.

Por su parte, el maíz cosechado en los meses de marzo/abril, es un maíz con mayor demanda internacional debido a que en esa fecha no compite con otros orígenes como ocurre con el tardío. Eso genera mejores precios por parte de la exportación, que deben ser convalidados también por los consumos domésticos.

Lo cierto es que, aun con la baja prometida en las retenciones de soja a partir del año que viene que le generan un competidor más fuerte, el maíz tendrá una producción récord sumando ambas ventanas de siembra. Por esto, habrá que hacer foco en producir mejor el tardío y seguir el mercado muy de cerca buscando condiciones comerciales competitivas.

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