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Carne: “La Argentina volverá a ser una potencia exportadora»

Lo aseguró Gustavo Kahl, referente del frigorífico JBS en la Argentina, en el Simposio Valor Ganadero que se realizó hace unos días en Rosario.

El panel de carne vacuna del Segundo Simposio Valor Ganadero contó con la inusual presencia de Gustavo Kahl, CEO de JBS en la Argentina, una de las líderes mundiales en proteínas animales.

Kahl sostuvo que “la Argentina volverá a ser una potencia exportadora de carne vacuna”. Si bien este año la faena caerá respecto de 2015 (alrededor de un 8% llegando a algo menos de 12 millones de cabezas con 2,7 millones de toneladas de producción de carne), lo que falte en este ejercicio, por retención de vientres, se volcará al mercado en los años venideros, lo cual visto en perspectiva calificó de “excelente”, porque habrá una mayor producción futura de carne vacuna y agregó que prontamente se llegará a las 16 millones de cabezas faenadas por año, con unas 4 millones de toneladas anuales de carne producida, objetivo que su empresa se plantea llegar para 2024.

Recalcó que para lograr ese objetivo hay que cambiar el paradigma de producir animales chicos por más grandes, logrando así mayor eficiencia con un producto que el mercado mundial paga mejor. En los últimos años, el peso promedio de faena en la Argentina fue de 220 kg; en Brasil, 240, Uruguay 246, Australia 266. “Nuestra aspiración es poder llegar a los 250 kg”, precisó.

En cuanto a las exportaciones actuales, Kahl precisó que, a julio 2016, China, Israel, Chile y Europa reunían el 95% de las exportaciones argentinas. Recordó que China no existía como destino exportador hasta hace 5 años y que actualmente es el principal, representando un 35% de la exportación, aunque sólo puede vendérsele cortes deshuesados y congelados de menor valor (garrón, tortuga y asado deshuesado), por los que se compite con Australia, Uruguay y Brasil. También precisó que el 2° mercado es Israel, al que se venden cortes del cuarto delantero con calidad kosher, por el que se paga un diferencial de precio. Chile es el 3° mercado, que compra de 13 a 14 cortes refrigerados y enfriados de casi toda la media res.

Europa es el mercado de mayor valor, aunque no de mucho volumen, incluidas las cuotas Hilton y 481, basadas en bife angosto, lomo, cuadril y bife ancho. Europa compra un animal muy específico y se está tratando de ampliar el volumen. Señaló que “el foco actual es abrir el mercado de Estados Unidos, al que se estima volver a comenzar a exportar en dos meses. Cuando eso suceda, se abrirá el circuito no aftósico que incluye Canadá, Corea y Japón”.

Pero remarcó que para que el negocio tenga viabilidad, es fundamental “formalizar lo sanitario y lo impositivo”.

Fuente: Clarín

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Inversion en Ganaderia Argentina

Los embarques subieron 50%; «comienza a instalarse como una alternativa positiva de negocios», evaluó el consultor Víctor Tonelli.

La cuota 481, de carne de feedlot para la Unión Europea, está comenzando a operarse «fluidamente», según evaluó el consultor ganadero Víctor Tonelli. Aunque con un volumen bajo, los envíos de la Argentina a ese mercado ya crecieron un 50 por ciento.

La cuota 481, a diferencia de la cuota Hilton, es para la hacienda terminada en feedlot (con grano) y es manejada por los importadores que deciden a quienes comprar 48.200 toneladas entre seis oferentes habilitados: Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Uruguay y la Argentina.

Este cupo requiere animales con no menos de 100 días terminados a corral y no menos de 30 meses de edad. Pero la cuota 481 presenta otras diferencias con la Hilton no sólo por el tipo de la alimentación de los animales, sino por los aranceles de ingreso y las posibilidades de integración para la industria frigorífica.

Su carne ingresa en Europa sin pagar aranceles, contra el 20% que abona la cuota Hilton. Además, permite a la industria colocar más cortes. Para la cuota 481 pueden ser 18 cortes, contra ocho de la Hilton. La Argentina en Hilton está enviando cuatro cortes (lomo, cuadril, bife ancho y bife angosto) y empezó con 13 de la cuota 481.

En este contexto, en el período 2015/2016, que finalizó el 30 de junio pasado, la Argentina exportó 2200 toneladas a esta cuota, un 50% más que en el período anterior, destacó Tonelli. Pese al crecimiento del país, es un volumen bajo considerando las 48.200 toneladas de cuota total que ofrece el mercado europeo.

Según Tonelli, el precio de venta FOB de la Argentina oscila entre los 9000 y 9700 dólares por tonelada exportada, que depende mucho del conjunto de cortes embarcados.

Si bien para la Argentina esta cuota se inició hace un año y medio, hubo demoras para la llegada a ese mercado. «La demora se debió a que tanto los productores como los propios frigoríficos debieron aprender cómo hacer los novillos, por un lado, y cómo integrarla con otros negocios, por el otro», señaló el experto.

En el caso de los productores, de acuerdo al analista fueron entendiendo cómo reducir los rechazos, que comenzaron siendo del 15% o más y en la actualidad no pasan del 5%. El año pasado, la principal causa de rechazo era que había animales con más de 2 dientes incisivos permanentes, que es lo que se acepta en ese mercado. Ahora, los rechazos tienen que ver más con la conformación y el peso de las reses, pero esos rechazos son bajos.

«Es una buena alternativa comercial siempre y cuando la hagan (los productores) bajo convenio o contrato con los frigoríficos que finalmente la procesarán y exportarán», afirmó.

Para los frigoríficos, en tanto, según Tonelli se trata de un negocio que requiere de acuerdos comerciales de mediano y largo plazo con compromisos de envíos periódicos y no de un negocio spot que se cierra ocasionalmente.

«La cuota comienza a instalarse como una alternativa positiva de negocios y va formando un precio que, para el productor, representa entre el 5 y el 6% por encima del valor que recibe por un novillo similar proveniente de la Hilton para la Unión Europea, por fuera de la cuota», explicó.

La oportunidad de invertir en la ganadería argentina es ahora, ya que es un negocio de mediano y largo plazo: por cuestiones naturales de su proceso, requiere de anticipación y de un inversor dispuesto a esperar varios ciclos para poder ganar.

Fuente: La Nación 21/9/16

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¿En donde invertir? Ganaderia, Agricultura y Campos como algunas opciones

La inversión va a ser selectiva. El sector agroexportador ha sido el más beneficiado por la devaluación, y por la quita de retenciones», opinó el empresario inmobiliario y presidente del Malba, en una nota para La Nación. Consideró que el agro es el sector más proclive a invertir; destacó que la política económica del Gobierno es «amigable» con el mercado y que «ha habido un cambio para mejor».

El empresario marcó durante toda la charla que la recuperación económica, con el nivel de inversión como punto clave, es un proceso de largo aliento. «Es ingenuo creer que vamos a arreglar el país en seis meses, o en tres o cuatro años. Este año está terminado [dijo al hablar de inversión], hay que mirar el que viene», explicó.

El empresario inmobiliario marcó un escenario económico prometedor, según su postura. «Tengo una visión optimista. Ha habido un cambio para mejor, una política económica que es más amigable con las leyes económicas», destacó, y subrayó que esa política económica del Gobierno busca «equilibrio en el valor del dólar, de la energía, del transporte».

Para Costantini, a la hora de decidir si invertir, o no, hay que tener en cuenta «la situación política, la macroeconomía mundial, la economía local, el valor del dólar, de los bonos y de las acciones».

Lo interesante es que el sector  ofrece la posibilidad de invertir de varias maneras y una de ellas es a través de diferentes fideicomisos que posibilitan que con pequeñas inversiones de dinero, un ahorrista pueda ser parte de la economía real permitiendo que goce de beneficios que solo negocios de escala pueden alcanzar. ADBlick Agro es una S.A. que ofrece al mercado diferentes fideicomisos con el fin de que sus inversores puedan diversificar su cartera de inversión en el Campos Argentino, ofreciendo como alternativas ADBlick GANADERIA, ADBlick GRANOS, ADBlick CAMPOS, ADBlick OLIVOS, entre algunos otros.

En la actualidad las cosas han cambiado y lo que parece estar en frente es un panorama distinto al cual muchos argentinos encaran con entusiasmo y confianza, pues dotada de ventajas comparativas, la argentina es una país extraordinario.

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La carne argentina recupera mercados internacionales

El presidente del instituto de promoción de la carne vacuna argentina (IPCVA), Ulises Forte, afirmó que la producción de carne argentina comenzó a mostrar síntomas de recuperación a diez años de iniciada una crisis que se tradujo en la pérdida de más de 10 millones de cabezas de ganado, en un contexto en el que se destaca la recuperación de los envíos con destino a Alemania y China, y la posibilidad cierta de volver a sumar a los estados unidos.

Forte, en diálogo con Télam, dijo que la industria de la carne «arrancó una curva ascendente» y que mientras «nuestros competidores en el mundo ya llegaron a su techo, Argentina todavía tiene muchísimo potencial y capacidad para crecer».

«La crisis de la ganadería comenzó hace diez años, en 2006, hoy se puede decir que ha iniciado un nuevo período; se acabó la locura que inició Guillermo Moreno cuando dijo ‘la última vaca me la voy a comer yo’ y aquella política kirchnerista que significó perder 10 millones de cabezas de ganado lo que implica, para tomar un parámetro, lo que posee todo Uruguay completo, y como si fuera poco empezamos a matar animales más livianos en el marco de una situación límite», sostuvo el dirigente pampeano de la Federación Agraria.

El titular del IPCVA también expuso diversos números que reflejan el paso y presente del consumo y producción de carne en el país. Reveló que cuando se cerraron las exportaciones en 2006, el 75 por ciento de la producción se destinaba al mercado interno y el 25 restante a la exportación, mientras que hoy la ecuación es 92 y 8 por ciento.

«En números, antes de la crisis se exportaban 760 mil toneladas y el argentino promedio comía 70 kilos de carne por año, mientras que hoy se comen 53 kilos y exportamos 250 mil toneladas destinando más del 90 por ciento a nuestro consumo, lo que muestra la destrucción del stock ganadero», reflejó Forte.

Sin embargo, el titular del IPCVA adelantó que existen chances concretas de potenciar tradicionales mercados: «La imagen de la carne argentina está intacta, los que perdimos imagen fuimos nosotros. Igualmente en la reciente gira oficial que acompañamos en Europa tuvimos contacto con autoridades de Alemania que nos manifestaron sus intenciones de comprar carne, pero consultaron si el país estaba en condiciones de entregar en tiempo y forma a partir de ahora, lo que marca la imagen que teníamos», explicó.

Enseguida, agregó que «Alemania es el principal cliente de Europa, el primero en monto y en volúmen China, que también será destinatario de nuestra carne».

Por otra parte, reflejó que «Estados Unidos está a punto de abrirse, Rusia también está volviendo a comprar y lo mismo Canadá», y añadió: «Estados Unidos puede ser cabeza de góndola para México y todo el Caribe, también está Japón, por lo que el potencial es altísimo y más allá de la coyuntura, tenemos un mundo demandante y un país claramente con cultura de carne y productores ganaderos importantes».

Forte volvió a contraponer las políticas del gobierno anterior, al sostener que «lograron un utopía, lograron que la ganadería fuese un negocio financiero, es decir timba, aunque por fortuna ahora aumentaron los terneros, también leve y simbólicamente la faena en 5 kilos, a lo que se suma una fuerte retención de hembras».

«Todo esto -indicó Forte- sumado a medidas macroeconómicas que alientan la producción, el tipo de cambio, la eliminación de los ROE y salir a recuperar mercados en el exterior, hacen que estemos ante un nuevo panorama ganadero».

Por otra parte, indicó que en la actualidad Argentina posee «53 millones de cabezas de ganado, por lo que biológicamente nos va a llevar 5 años como mínimo recuperar lo perdido, y en cuanto al consumo es preocupante desde lo social, porque la carne es hoy salario dependiente y nuestro principal cliente es el mercado interno».

Por último, al justificar la proyección sobre una posible baja en el precio del producto, explicó: «Estacionalmente ahora, en septiembre y octubre, empieza a salir el grueso de terneros luego del destete en otoño. Esto sigue en los corrales con el proceso de engorde y por eso para primavera ya está completado el engorde. Aunque tuvimos un invierno muy duro, húmedo y con barro, hubo un buen engorde. Por eso, cuando crezca la oferta bajarán los precios, mientras que estimamos que el precio de ganado en pie se va a mantener o bien va a tender a una leva baja, incluso».

Fuente: Télam

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La tecnología, una aliada que pisa fuerte en el campo

Por Jeremias Romero Rodrigué

Cada vez es más frecuente toparse con diversas noticias que parecen tomadas de una película de ciencia ficción. Es innegable que el desarrollo tecnológico nos atraviesa de lleno, se mete por el mínimo resquicio y poco a poco se vuelve una parte de nosotros ¿Cuántas personas conocemos hoy en día que no tengan un teléfono celular? Probablemente la respuesta sea cero.

De igual forma se ven afectados los diferentes sectores de la economía, es por ende lógico entender que el campo no es la excepción, y que se encuentra a merced de la vorágine evolutiva de nuestras capacidades para crear nuevas herramientas. Bajo este contexto ya no resulta llamativo ingresar a un conocido portal de noticias de Argentina, y encontrarse con “el tambo robótico”, un proyecto llevado adelante por el INTA de Rafaela (cuenca lechera por excelencia), en conjunto con la firma DeLaval. Estas dos entidades han desarrollado un sistema de ordeño voluntario que aprovecha de forma sorprendente las herramientas del siglo XXI, y las combina con seres vivos puestos en producción (nuestras queridas fábricas de alimentos). Bajo este esquema existe una larga lista de beneficios, siendo quizás uno de los más impresionantes la autonomía total del sistema, ya no es necesario tener operarios para que se produzca la extracción de leche. Al ser eliminada la persona de la ecuación, la rutina de ordeño es estable todo el año, el sistema no conoce de feriados, vacaciones o condiciones climáticas hostiles. Por otro lado, la información y el diagnóstico temprano de distintas enfermedades (siendo de importancia critica la detección temprana de mastitis), permiten cambiar el enfoque de un manejo de “rodeo” a un manejo de individuo, lo que implica un cambio de paradigma para el sector.

Otras tecnologías que empiezan a hacer ruido en el agro (aunque todavía están un poco más lejos de ser alternativas reales), son los vehículos que funcionan de forma totalmente independiente. Descontando los autos y camiones, para el campo el ejemplar más notorio de los últimos tiempos es el de CASE IH, un tractor que no cuenta con cabina y que puede ser operado de manera remota utilizando un celular. La compañía apunta a simplificar el trabajo con los distintos implementos agrícolas, establecer el curso con mayor eficiencia dentro del lote, optimizando el consumo de combustible.

Estos dos proyectos son solo una pequeña muestra de todos los proyectos que se encuentran en marcha hoy para el sector agrícola/ganadero. Hay ciertas palabras que se repiten una vez tras otra en este tipo de noticias, la eficiencia como objetivo y la falta de mano de obra calificada como característica critica a palear. Si bien es muy fácil caer en la tentación de creer que estos avances llegan para transformar completamente la realidad de nuestros productores seria, hoy en día, irreal. Debemos entender que, para sostener sistemas productivos estables, tiene que existir indefectiblemente una estrecha relación entre la aplicación de estas nuevas herramientas y las buenas prácticas agrícolas.

Es opinión del que suscribe, que hay que pensar a los establecimientos agrícolas como empresas/sistemas, y como tales las nuevas herramientas son solamente un eslabón más en nuestra cadena, cadena que será tan fuerte como su eslabón más débil. La tecnología per sé no va a solucionar nada, si por ejemplo,  si en nuestro tambo no hacemos un correcto aprovechamiento de los recursos forrajeros disponibles o no realizamos los controles sanitarios necesarios. Tampoco podemos aspirar a ser productores ganaderos de punta, si seguimos utilizando picanas, perros y palos para subir a los animales a la jaula. Hoy no podemos dejar de pensar a las personas como eje central de la empresa, quizás en un futuro dejemos de ser esenciales, pero por lo pronto es nuestro deber mantenernos capacitados y correctamente asesorados, para que como recita un dicho popular podamos poner “el horno en la cocina y el inodoro en el baño”.

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