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Medio ambiente, nuevas tecnologías y foco en el consumidor: por dónde pasa el futuro del campo

En Argentina Visión 2040, referentes del sector destacaron la necesidad de trabajar apuntando a las nuevas demandas para la producción

“Aggiornarse a las nuevas tecnologías” y “adelantarse a las necesidades”. Estos fueron los conceptos preponderantes del Argentina Visión 2040 que se desarrolló este jueves en la sede del Gobierno de la ciudad Autónoma de Buenos Aires. Además, se habló de los ejes fundamentales que tienen que tener el sector productor, las agtech y empresas ligadas a las cadenas de alimentos para cuidar el medio ambiente. Fue organizado por el Centro de Agronegocios de la Universidad Austral, Argensun y Adblick Agro.

El primer panel estuvo compuesto por José Demicheli, socio, fundador y director general de Adblick Agro; Bernardo Piazzardi, director ejecutivo MAG Centro de Agronegocios de la Universidad Austral; Pablo Tamburo, CEO de Argensun; Belén Ochoa, directora ejecutiva BisBlick y Marcos Pereda, vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA).

“Debemos aplicar los conceptos y hay que pensar en qué más se puede hacer foco, desde cualquier empresa. Necesitamos claridad para entender las tendencias y al consumidor, y ser conscientes de que las transformaciones llegaron para quedarse”, dijo Tamburo en el momento de su participación. El empresario también hizo hincapié en la importancia de la calidad del producto, que muchas veces es algo que se da por hecho, y los riesgos que conlleva el negocio.

Por eso, indicó que hay que tener “los pies sobre la tierra sobre lo que se tiene” y “el potencial que tienen las personas en el agro”. “Hay que tener carácter, competencias con los pases tecnológicos que están muy avanzados, desarrollar alianzas, identificar aquellos errores, las fortalezas y saber dónde está y a dónde se quiere ir”, añadió.

Por su parte, Belén Ochoa se refirió a las oportunidades educativas que se tienen que acercar para crear talentos y cómo estas son fundamentales para el desarrollo de los profesionales del futuro.

En tanto, Pereda explicó que la Sociedad Rural Argentina (SRA) está en un proceso de transformación que va de acuerdo a las necesidades de la población. “Vamos a ver a futuro en cuanto a las adopciones de las tecnologías, modelos y formas de producir. Hoy tenemos temas que antes no las veíamos. Ahí también está lo social, la robótica y cómo lo mano de obra es sustituida por la tecnología”, aventuró.

En ese sentido, señaló que el eje principal del sector agropecuario y desde la entidad ruralista está atado al medioambiente. “El medio ambiente ha pasado a ser el eje principal, es decir, la sostenibilidad, lo social, lo económico, que va en tono con la protección ambiental. Sabemos que no lo podemos resolver inmediatamente, pero entendemos que podemos hacerlo. Tenemos que pensar en estos ejes y dejarle un mejor plante a nuestros hijos”, sintetizó.

“Los empresarios y emprendedores estamos preparados. Queremos cambiar y anticipar el futuro. Sin embargo, desde que empezamos con este evento hace 10 años, lo que vemos es más pobreza, empresas más pobres. Algo no estamos haciendo bien. Como cluster del agro, de alguna manera, nos olvidamos de actuar en el contexto. Somos el motor de desarrollo del país. A veces nos olvidamos de comunicarlo, de contarlo, de actuar sobre el contexto”, afirmó Demicheli.

 

Por Belkis Martínez – La Nación 
Nota:  https://www.lanacion.com.ar/economia/campo/medio-ambiente-nuevas-tecnologias-y-foco-en-el-consumidor-por-donde-pasa-el-futuro-del-campo-nid25082022/

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Transformar el campo

Las Startups Agtech fueron de las que más inversiones cosecharon en 2021 y ADBlick Olivos dijo presente en esta edición de Forbes.

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”En un contexto competitivo se imponen las alianzas estratégicas”

«Compartir conocimiento, gestionar el talento y trazar objetivos comunes son factores clave para crecer en los próximos años» José Demicheli 

Argentina es un país productor, de ello no caben dudas. La balanza comercial de nuestro país se sostiene en función de las exportaciones. A un lado y al otro de la famosa grieta se utilizan los factores de producción para asociarlos a ideologías y dogmas que justifican o no las distintas aristas de la crisis económica.

Si bien todos somos actores de la micro y de la macro, muchos empresarios preferimos, sobre todo en tiempos difíciles, apuntar los cañones y poner foco en aquellas variables sobre las que podemos incidir y limitarnos a estar informados respecto de los factores exógenos a nuestros negocios. Es entonces cuando los partícipes de la cadena de valor agroindustrial nos preguntamos qué podemos hacer HOY para estar preparados para el futuro, desde la perspectiva de nuestros modelos de negocios.

El modelo agro industrial argentino es innovador, incorpora tecnología de punta, está absolutamente profesionalizado y es eficiente y sin perjuicio de los embates políticos y la economía local, obtiene resultados. Los líderes de los distintos actores de la cadena de valor nos preguntamos permanentemente qué elementos de nuestro modelo de negocios se encuentran interpelados: ¿tenemos suficientes sistemas inversión, financiación y fondeo en el agro argentino?, es el mercado de capitales el que podría motorizar y realmente democratizar el llamado “campo” en reemplazo de la discusión ideológica sobre la propiedad de la tierra? ¿Es posible democratizar el agro?, es necesario está claro, pero: ¿se puede a través de las instituciones generar mecanismos modernos para ello?, ¿qué necesitamos del Estado para propulsar el crecimiento?

Particularmente estoy convencido que debemos ser innovadores también en nuestra forma de financiarnos, aun difiriendo de los modelos tradicionales y acudiendo colaborativa y constructivamente a otros actores económicos, como los financieros e incluso los ahorristas menores o personas de a pie. Lo propio incluye necesariamente un desafío de magnitud ya que debemos validar el negocio y dar explicaciones ante actores respecto de los cuales antes no reportábamos, que en definitiva validarán nuestras decisiones como empresarios y continuarán invirtiendo o no, aprobado nuestra gestión como productores a través de sus decisiones de inversión.

Estamos llamados a entender que debemos participar de la tarea de acercar el campo al inversor no relacionado con el sector y a la sociedad toda a través de vehículos formales y transparentes, fideicomisos, Fondos Cerrados de Inversión, etc. Debemos exigir al Estado la creación y gestión de dichos marcos y estructuras de inversión para poder democratizar el agro desde nuestros modelos de negocio y hacer conocer y entender nuestra actividad y los procesos y momentos clave de nuestros procesos productivos. Esta también es la forma de gestionar unidad, apoyo y reconocimiento social. En este punto, la estrategia de gestión colaborativa y de comunicación son desafiadas en términos de sus viejos paradigmas, que incluye que en el empresariado nos preguntemos si debemos renovar los sistemas de management, liderazgo y gobierno corporativo.

Desafiarnos como productores ha sido siempre el elemento disruptor que nos permite evolucionar, es momento de apartarnos de las discusiones electorales y pensar hacia adentro en nuestros modelos de negocio, entender que la trazabilidad y la transparencia deben convertirse en estándares y llegar a los consumidores, las acciones y formas de operar de las empresas del agro deben proponerse objetivos de impacto económico, social y ambiental. Debemos ocuparnos y enfocarnos en gestionar y sobre todo retener el talento que tenemos dentro de nuestras fronteras e integrar conocimiento porque el conocimiento hoy es un activo de especial relevancia para la buena producción agroindustrial, que cobra protagonismo respecto de la clásica discusión sobre la propiedad de los activos. No hay otro camino que el desarrollo de alianzas estratégicas, de compartir abiertamente conocimiento y participar constructivamente del todo, consensuando objetivos comunes para poder, en conjunto, desarrollar el mejor servicio de abastecimiento alimentario; maximizando las fortalezas y aprovechando la experiencia (que es profunda en Argentina) de cada aliando en su materia. Será clave detectar riesgos en el modelo de negocio y su posibilidad de cobertura y aunar criterios y fuerzas de acción, para enfrentar un mundo que requerirá más y más de nosotros dentro del mercado de los alimentos, que no para y no parará de aumentar su volumen y sus demandas.

 

Jose Demicheli
Director ADBlick Agro

 

 

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Variables claves para entender la economía actual

​​En una nueva jornada organizada por ADBlick Agro, el economista Eduardo Fracchia brindó un panorama general macroeconómico y explicó cómo la situación mundial actual impactará en nuestro país.

Con el fin de conocer la situación macroeconómica, tener una mirada sobre cómo impactará al sector y cuáles serán los desafíos para el próximo año, ADBlick Agro realizó una nueva charla online en la cual también compartió los avances de los proyectos de inversión que ofrece en el mercado.

El invitado especial fue Eduardo Fracchia, economista y líder de economía del IAE Business school y la Universidad Austral, quien bajo el título “Variables clave para entender la economía actual: perspectivas y posibilidades” expuso un panorama general económico-político para toda la audiencia.

José Demicheli, Presidente de ADBlick, a cargo de la introducción de la jornada sostuvo que en estos tiempos turbulentos, “tratamos de convertirnos en empresarios pymes que manejan sus variables, por lo cual hay que ver qué está pasando”.  

Fracchia comenzó su exposición hablando sobre la guerra entre Rusia y Ucrania, y señaló en qué aspectos afecta a nuestra economía: “a grandes rasgos, a la argentina le pega en el sector energético y agropecuario”. En el energético, explicó que existe un shock de oferta asociado a la restricción productiva en Rusia, que hace que el precio en Argentina se eleve a niveles poco favorables. “Quizá si de acá a unos años se desarrolla Vaca Muerta, este contexto nos juegue a favor. Por ahora, existen firmas que tienen restricciones en la disponibilidad de gas, lo que traba un poco las cosas”. Desde el punto de vista agropecuario, añadió que la restricción de la oferta levantó el precio del trigo y el girasol haciendo que el panorama sea más optimista. 

Con respecto al escenario nacional, el especialista afirmó que “en Argentina en 20 días cambia todo pero en 20 años todo sigue igual. Siempre hay tres tiempos, uno de corto plazo, que consiste en ver cómo llegamos a la orilla, es decir, a las elecciones del 23; otro tiempo sería el mediano plazo, que en este caso sería el próximo gobierno, sea el que sea. Después tenemos el largo plazo. La política influye mucho en la economía y en Argentina esto es aún más marcado. Hoy en día tenemos un oficialismo fracturado. Está muy tensa la cuerda y no parece que vaya a haber un acuerdo fundamental.

Según Fracchia, es difícil saber qué va a pasar en las próximas elecciones porque el oficialismo se presenta “flojo de papeles” en cuanto a candidatos con fuerza de cara al 2023: “La visión de Cristina seguramente será anclar la economía en tarifas y frenar todo intento de que se devalúe el dólar oficial, lo que tiene sus riesgos, porque la economía se puede ir volviendo cada vez más trabada, más regulada, lo que hará que suba el riesgo país y se libere el dólar”.

Además, agregó que la principal preocupación de los argentinos es la inflación y que para quien sea que la agarre, va ser muy difícil bajarla, pero no imposible.

Para finalizar el encuentro Fracchia compartió una reflexión. “Hay relatos que compiten entre sí y ninguno tiene la verdad. Lo que hoy se impone en el mundo es la idea de que hay que darle más aire al sector privado, a los emprendedores, a las iniciativas, a los inversores, con seguridad social y un estado muy fuerte. Es peligroso cargarse al sector privado porque es la gallina de los huevos de oro. Estamos en la colectora y nunca logramos subir a la autopista. Los chicos se quieren ir a vivir afuera porque según sus propias palabras «no hay rumbo ni posibilidades de  ahorro”. 

A pesar de sostener que hoy la foto es mala, Fracchia destacó que somos muy buenos en integración social, no tenemos conflictos religiosos y tenemos buena integración con la región. “Tenemos litio, minería, humedales, pampa húmeda, agua potable. El campo explotó en lo que se refiere a fertilizantes y siembra directa. A pesar de las medidas del gobierno, tenemos un país agropecuario con mucha fuerza y gran potencial industrial, enclaves de servicio basados en conocimiento, unicornios. Desde el punto de vista de la macro, creo que este año va a ser de crecimiento cero. El plan del gobierno es llegar a la orilla pero al que venga, quien sea, se le viene un partido muy difícil”. 

Si querés revivir la charla podés hacerlo desde nuestro canal de YouTube ??   Día del Inversor 26/04: Variables claves para entender la economía actual. 

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¿Qué esta pasando en el agro argentino?

Esta semana se realizó un nuevo encuentro organizado por ADBlick Agro en el que expertos del campo compartieron su visión en relación a los negocios de siembra y ganadería, en el marco de una coyuntura marcada por las medidas del gobierno, el conflicto bélico y los mercados locales, regionales y globales que enfrenta la Argentina.

Leonardo Sarquis, fundador y director General de CONFIagro y  ex ministro de Agroindustria de la Provincia de Buenos Aires, sugirió adoptar una mirada realista con respecto a las posibilidades que tiene el agro. “Basta con mirar a los países limítrofes para ver que se pueden hacer cosas buenas para captar oportunidades. Si lo hicieron nuestros vecinos, nosotros también podemos hacer bien las cosas. Los países que mejor andan son aquellos en los que el empresariado se puede independizar de las decisiones de lo público. A nosotros nos cuesta eso”.

Sarquis agregó que estamos parados en un escenario de oportunidades inmensas, que terminan siendo oportunidades perdidas. “Podemos ser proveedores de alimentos, de energías renovables, brindar seguridad alimentaria, trazabilidad, y trabajar en las posibilidades infinitas que brinda la bioeconomía pero todo eso está parado. Durante la pandemia la demanda mundial de alimentos aumentó entre un 12% y un 15% y eso no lo supimos aprovechar, aun cuando el campo fue el sector que nunca paró. Eso pasa porque no tenemos una estrategia de país definida. Tenemos que definir qué es lo que hacemos bien y qué podemos ofrecer”.

Con respecto a las medidas restrictivas afirmó que la intervención es una falacia. “El cepo no baja los precios. Con los cupos lo único que se hace es limitar las producciones. El trigo por ejemplo afecta al valor del pan en un 10% y los impuestos un 27%. Eso denota una importante falta de foco y un gran desconocimiento” y agregó que, como país, deberíamos estar yendo a buscar los clientes. No es real que las medidas cuiden la mesa de los Argentinos, muy por el contrario, afirmarlo es una mentira. Argentina podría tener una posición de liderazgo real pero necesitamos presupuesto, planificación y previsibilidad. Que nos marquen la cancha y nos dejen jugar”.

Víctor Tonelli, productor ganadero, asesor de empresas ganaderas y frigoríficas de carne vacuna e integrante de las comisiones de trabajo de Barbechando y comisión de carnes de la Sociedad Rural Argentina habló sobre perspectivas del mercado de carnes bovinas en un escenario de escasez e incertidumbre. “El mercado global es nuestro GPS, nos marca hacia dónde debemos ir. ¿Por qué seguimos pensando que en la ganadería hay una oportunidad? Básicamente porque la demanda internacional viene con precios muy firmes. Febrero terminó con un precio récord, un 41% más que al inicio del año y todavía no tocó techo”.

Para explicar el presente del mercado global, el especialista se remontó a 2018 y a los efectos de la gripe porcina. “En los últimos cuatro años, el negocio lo único que hizo fue crecer en precio y en demanda sin que la oferta pueda abastecerla. China fue la locomotora de esa demanda. Hace diez años dicho país no participaba en el mercado de la carne bovina. Cuando aparece la gripe porcina, empieza a aumentar el consumo de carne vacuna. En consecuencia, se triplicó el volumen total de las importaciones. Ese crecimiento se mantiene porque pasó a tener un consumo hogareño, cuando antes era solo festivo, eventual, o de lujo”.

Tonelli explicó que con las trabas que pone el gobierno, Argentina perdió muchas oportunidades y otros países aprovecharon para hacer negocios en los huecos que dejamos vacíos. “El cepo fue un golpe muy duro para todos los que producimos. Las malas señales vaciaron los corrales de engorde y hubo menos oferta. A esto se le sumó el aumento del maíz y el costo de reposición”.

En relación a la energía y al conflicto bélico, Tonelli afirmó que estamos en el peor de los escenarios. “No se trata de un problema de costos sino de disponibilidad. En el interior ya comenzó el desabastecimiento. Ya estamos empezando a sentir los efectos por las políticas que miran siempre para otro lado. Si el combustible sube, habrá que pagar lo que sea a quienes lo producen y distribuyen. Sin energía, sea barata o cara, no hay posibilidad de producción y de solventar lo que necesitan los argentinos”

Para cerrar el encuentro, José Demicheli, CEO de ADBlick Agro afirmó que es hora de pensar que debería hacer el agro argentino para volver preparado al futuro, qué se puede hacer desde el aspecto político. “Es momento de dejar trabajar a los que producen sin intervención. El estado tiene que mirar, fijar reglas claras, revisar las cargas impositivas y trabajar en la inflación. En pocas palabras tiene que priorizar el país”. A nivel productivo, explicó que desde ADBlick trabajan para ofrecer una propuesta diferencial. “Estamos en una etapa importante de digitalización, trabajamos intensamente para seguir creciendo y escalar en las cadenas productivas. Lo que necesitamos es que se lean las oportunidades y se actúe en consecuencia.”

Por  Leonardo J. Sarquís y Victor Tonelli 

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