En plena cuarentena, en forma inmediata a la habilitación de las escribanías, pudo concretarse la firma del boleto de compra-venta del terreno en la localidad de Lima, provincia de Buenos Aires, y con ello pudieron ejecutarse las tareas de instalación del alambrado perimetral y sistemas de seguridad que incluye cámaras, alarmas y garita con personal de vigilancia.

En cuanto al movimiento de suelos, debido a las importantes dimensiones del invernadero (14.400 m2), se requirieron 380 camiones de tierra para relleno y nivelado del terreno, además del material aportado por la excavación en otra zona del terreno para lograr ahorro de costos. Con estas tareas se obtuvo una pendiente adecuada para el correcto escurrimiento del agua en los canales de cultivo.

A pesar de las dificultades burocráticas en este entorno de pandemia, el proyecto de ADBlick Hidroponia continuó con la ejecución de las obras, habiendo cumplido en su totalidad con la importación de los componentes provenientes de España. En este sentido, ya se ha logrado concluir el ingreso y descarga de los 10 contenedores de las piezas correspondientes al armado del invernadero, las que  ya se encuentran en el terreno.

En simultáneo se ha trabajado arduamente para lograr el permiso de ingreso del montador extranjero al país, lográndolo con éxito. Vasile Dimitrov, el supervisor de origen rumano que está a cargo del montaje del invernadero por parte de la empresa NGS, ya se encuentra en Argentina para ejecutar la supervisión de estas obras. Una vez cumplido con el período de aislamiento obligatorio, se sumará personalmente para trabajar junto al equipo de montaje. Mientras tanto, vía remota, monitorea el avance de las obras y gracias a ello, ya se realizaron los pozos y comenzamos a colocar los pilares del invernadero a finales de la semana anterior. 

Respecto a la sala de riego, que comprende no sólo el galpón donde están los equipos de riego, sino también el reservorio de agua que se encuentra por debajo de estos equipos, ya se encuentra cerca de su finalización, al concluirse próximamente la última etapa correspondiente a la colocación de las chapas del techo. La terminación de esta obra permitirá destinar todos los recursos al montaje del invernadero. 

Por último, se hicieron dos perforaciones de agua, tomando mues-tras de los dos acuíferos existentes, Pampeano y Puelches, con el fin de realizar los análisis correspondientes. Los resultados de dichos estudios fueron recibidos y enviados a España para que nos indiquen qué tratamientos requerirá el agua en caso de necesitarla. En forma preliminar, podemos adelantar que la calidad del agua de pozo es buena, con bajo nivel de salinidad, lo que nos permitiría no depender exclusivamente del agua de lluvia que será recolectada en un reservorio.

Los resultados de las muestras de agua también fueron enviadas a los asesores técnicos del INTA para su análisis. En relación a esto último, vale resaltar que nos encontramos avanzando en la formalización de un acuerdo con INTA San Pedro, para trabajar conjuntamente, y contar con su asesoramiento técnico en el proyecto.

Estimamos concluir con las tareas de montaje del invernadero y construcción del sistema oscilante en los próximos 45 días, siendo los próximos pasos la puesta en marcha para luego avanzar con la primera plantación durante el mes de noviembre.

Para más detalles de las obras, les comparto un vídeo presentado la semana pasada en el webinar del «Día del Inversor»

Avances de las obras de ADBlick Hidroponia

Federico Mouso,
Gerente de Negocios

Nuestro Director General, Juan Pablo Carrera viajó a El Maitén en la provincia de Chubut, y nos contó sobre su visita al vivero Don Antonio.

Hay dos regiones principalmente en Argentina donde se producen plantines, allí se encuentra la mayor parte de los viveros. Uno de ellos es El Maitén, en la provincia de Chubut, donde la producción se ve beneficiada por  la tierra y el clima seco, lo que genera que disminuya la cantidad de plagas. La altura, el frío y la amplitud térmica, son otros de los factores que caracterizan al lugar, y a su vez también favorecen a la producción de plantines, ya que deben acumular horas de frío para un rendimiento eficaz. La otra zona de producción es Plottier, ubicada en el departamento de Confluencia en la provincia de Neuquén. Allí se producen los plantines para toda Argentina y los destinados a exportación.

En ambas regiones se ubica el vivero Don Antonio, es el más grande de Latinoamérica, teniendo en cuenta que produce alrededor de 60 millones de plantines por año, para abastecer al mercado interno y exportar principalmente a Brasil, Ecuador y Colombia. En esta oportunidad Juan Pablo, pudo conocer en profundidad cómo es la producción de plantines de Don Antonio en El Maitén, desde la llegada de la planta madre, hasta la plantación de los mismos.

El proceso comienza cuando la planta madre que es importada,  llega congelada al vivero donde es plantada, se desarrolla y genera los llamados estolones, estos son brotes que nacen en la base de la planta, que al crecer vuelven a entrar en contacto con la tierra generando así  los nuevos plantines. En este proceso se vuelve a enterrar a esos brotes provenientes de la planta madre para que enraicen, y luego se corta ese cordón. Una planta produce entre alrededor de 10 y 12 plantines, que posteriormente se comercializan para ser plantados.

A cada productor se le designa una hectárea y media durante todo el período, desde octubre/ noviembre, hasta marzo/ abril del siguiente año. Como responsable debe, plantar las distintas variedades, tanto de “día neutro” como de “día corto” y otorgarle a la planta la protección necesaria que implica la colocación de cortinas cada 12 metros que funcionan como protección para el viento y por otro lado realizan el desmalezamiento manual.

Es importante tener en cuenta el periodo de acumulación de horas de frío para lograr un buen desarrollo de la planta. Para ello es necesario sumar 300 horas, que comienzan cuando la temperatura es menor a 7 grados. Hay años en los que pueden superarse y otros en los que no se alcanza el objetivo por problemas climáticos. Además, para una óptima producción, se podan las flores y frutos a medida que van emergiendo, ya que el objetivo es generar plantines, y de no ser así la planta gastaría energía inútilmente.

Como fin del proceso productivo se procede a la cosecha. En Don Antonio cuentan con una cosechadora para realizar la actividad, al mismo tiempo que limpia y deja a raíz desnuda a los plantines, quitándole la tierra adherida. Una vez cosechados, se colocan en pallets de 400 lts de capacidad para ser transportados vía camión refrigerados hasta Buenos Aires. Una vez allí, se enfrían y conservan en cámaras hasta el momento que son comercializados a todo el país, principalmente al norte de Argentina. 

Autor: Juan Pablo Carrera