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Oportunidades del negocio olivícola en Argentina

En el año 1982 se sancionó la ley de Promoción Agrícola mediante el Diferimiento Impositivo y Argentina comenzó a perfilarse como un productor mundial. Esta ley  llevó a que se realizara una altísima inversión, la cual no fue lo suficientemente estudiada. Es por esto que muchos expertos afirman que el derecho de piso de la olivicultura en Argentina lo pagó el exceso y la gran velocidad de inversión realizados años atrás.

Si bien muchos emprendimientos fracasaron,la Argentina pudo probar gracias a esos proyectos que contaba con regiones, climas y variedades muy propicias para el desarrollo de la olivicultura.

1. Cultivos monovarietales

Las grandes extensiones de tierra que posee el país, permiten generar lo que se llamarían cultivos monovarietales o de una sola variedad, con parécelas lo suficientemente grandes como para poder a su vez tener cerca de ellas la capacidad de producción de aceituna de mesa o de transformación de la aceituna en aceite de oliva.

2. Aceite de oliva y aceituna de mesa

El negocio olivícola a nivel mundial se divide en dos grandes grupos: el de aceitunas para hacer aceite de oliva y el de aceituna de mesa o conserva. A pesar que se derivan muchas más aceitunas para la producción de aceite que para conserva, como el coeficiente de transformación de la aceituna en aceite es del orden de 6:1 o 7:1, se termina teniendo las mismas cantidades de toneladas en el mundo de aceitunas en conserva que de aceite de oliva.

El negocio de la aceituna de mesa es un negocio donde la Argentina ya juega un rol muy destacado ya que es el quinto exportador del mundo. En cambio, en el de aceituna aceitera y en la producción de aceite, Argentina es todavía un player muy chico. A decir verdad, tiene una pequeña inserción en el mercado internacional, pero con altísima calidad promedio de su producto.

3. Crecimiento mundial de la demanda

Mirando el negocio desde el punto de vista del mercado, el consumo y difusión del aceite de oliva crecen en el mundo no sólo en los países donde ya era habitual, sino en nuevos países como Estados Unidos. Este país presenta la mayor tasa de crecimiento, siendo un país que produce muy poco. Por otro lado, la dificultad que tienen los actuales países productores para aumentar la producción, ya sea por escasez de tierras cultivables o por imposibilidad para adoptar nuevas tecnologías, generan una presión sobre la oferta que será incapaz de satisfacer la creciente demanda.

4. Cambio en la cadena de valor

Por último, es interesante comparar la industria olivícola argentina con la vitivinícola dondela Argentinaha generado un fuerte cambio en la cadena de valor efecto, que todavía no ha producido en el negocio olivícola principalmente porque aún no se ha logrado la difusión de las marcas y el posicionamiento de la industria olivícola argentina como sí se pudo producir en el negocio del vino. Esto representa una gran oportunidad para el sector. De hecho las bodegas argentinas más importantes ya empezaron a unir a sus líneas de productos vitivinícolas aceite de oliva argentino porque tienen mercados sinérgicos.

Sintetizando, en un mundo con creciente demanda de aceite de oliva, con oferta limitada por parte de los mayores productores, y dóndela Argentinapuede, con menor inversión en tierra y disponibilidad de agua, producir igual cantidad y con más calidad, la olivicultura en Argentina presenta una gran oportunidad de negocio.

 

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Video: La olivicultura y sus oportunidades

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Argentina un player en crecimiento en el negocio del Aceite de Oliva

La olivicultura viene creciendo a una tasa continua durante los últimos 200 años. Este crecimiento se debe principalmente a dos grandes motivos: la tradición y una nueva tendencia a “lo natural”.

La tradición en este negocio es tan importante, que fue la que convirtió a España en el mayor productor del mundo con casi el 50% de la producción mundial de aceitunas. Dentro de este contexto de una economía milenaria y desarrollada en los países de la cuenca del Mediterráneo, también se agregan SiriaTurquía, el Líbano. Sin embargo, a lo largo de los últimos años han aparecido nuevos players en el mundoLa Argentina es claramente uno de ellos.

Argentina, un player con peso propio
Estos nuevos players se encuentran actualmente frente a la ventaja que les da el hecho de poder adaptarse a los nuevos requerimientos del negocio por entrar al mismo más tarde. Los crecientes aumentos de la mano de obra a nivel mundial, la escasez de tierra cultivable y los constantes avances tecnológicos están empujando la producción de aceitunas a nuevos horizontes. Las plantaciones de súper alta densidad con más de 1.000 plantas por hectárea y la implementación de la cosecha mecánica representan los dos principales factores que un nuevo player en el sector tiene que tener en cuenta.

Con los actuales precios de mercado un campo que no admite cosecha mecánica no es rentable, ni siquiera en España con los subsidios que el gobierno otorga a los productores. Si España no es capaz de sostenerse sin la cosecha mecánica, en el corto plazo se tendrá una caída de producción porque no van a poder mantener los proyectos más sensibles al costo. Los primeros costos a ser recortados en los campos serán probablemente los de riego y fertilización. Esto implicaría que serán menos irrigados, menos fertilizados y menos cuidados, repercutiendo tarde o temprano en los niveles de producción.

Los últimos dos años de altísima producción en España han generado una caída de precios, la cual comenzará a generar un decaimiento de la producción futura. Esto, junto a una tendencia al alza del consumo presionará al mercado para volver a precios históricos (más altos).

Las adaptaciones que tendrán que hacer los países productores tradicionales en sus cultivos implicarán costos muy altos, ya sean económicos, como también sociales. Será muy difícil para países como España o Italia adaptarse a estas nuevas tendencias; y es ahí donde los nuevos productores comenzarán a tener peso a nivel mundial en este negocio.

En el caso particular de la Argentina, y dada su gran capacidad como país agroexportador, es indudable que, adquiriendo buena tierra productiva, un paquete tecnológico avanzado y aprovechando el conocimiento heredado y ganado durante las últimas décadas, la inversión en el negocio olivícola superará todas las expectativas.
httpv://www.youtube.com/watch?v=XExq_T0pv8A&feature=related

 

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