Lo que se espera para la economía y el tipo de cambio en el 2017

Ya paso más de un año de la liberación del mercado cambiario, el escenario macroeconómico ha dejado un camino de incipiente retorno a una economía relativamente normal. Sin embargo, otro año de estancamiento con inflación parece haber debilitado parte de la confianza expectante de los primeros meses del gobierno actual.

Si en nuestro país la inflación no cede, ya que tampoco cede el déficit fiscal, y éste tiende a financiarse fundamentalmente con deuda externa, el tipo de cambio estará presionado hacia la baja, algo difícil de manejar ya que si el Gobierno sigue manteniendo un nivel muy elevado de gastos en bienes y servicios que no son transables (Bienes que no se pueden comerciar, por lo tanto no se pueden exportar) con el resto del mundo y financiando el déficit colocando bonos externos para luego vender los dólares localmente, la apreciación del peso será inevitable y después de un tiempo el mercado se tomará revancha recreando una nueva montaña rusa cambiaria.

Sin embargo, enfocarse únicamente en el precio del dólar como el gran asunto pendiente para mejorar la competitividad de la Argentina nos dejaría sin ocuparnos de otras variables que hoy juegan un rol relevante a la hora de impedir un salto exportador: los altísimos costos del transporte interno y la presencia de numerosos impuestos muy distorsivos que se acumulan en cascada para quienes venden su producción al exterior.

Sin perspectivas de recuperación sólida de Brasil, ni de las exportaciones no agropecuarias, es la inversión pública la que puede sustituir al consumo como motor de la demanda agregada y mejorar la infraestructura requerida para el crecimiento de largo plazo. Su financiamiento probablemente provenga de endeudamiento externo, fundamentalmente de organismos y/o gobiernos a menores tasas que las de mercado.

Una vez más, resulta inevitable esperar cierta coordinación y articulación entre las políticas fiscal, monetaria y cambiaria, teniendo en cuenta que el nuevo Ministro de Hacienda Nicolas Dujovne mencionó que tendremos un recorte fiscal en los próximos meses con el fin de lograr los objetivos planteados para tener una inflación controlada y así poder lograr un equilibrio en la economía.

En el caso contrario, no sólo se agudizarán los desequilibrios en las cuentas fiscales y externas, sino que se le complicará a la actual administración la tarea de alinear expectativas con metas de menor inflación, y la de recrear incentivos para la recuperación permanente de la competitividad externa, la inversión privada y el empleo.

Como conclusión, 2017 no se presenta como un año con menos dificultades que el año 2016.

Por: Juan Martin Benitez

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